Roxana Cainzos: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”

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Roxana Cainzos: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”

25 Marzo 2021

Por Juan Borges / Fotografía Ludmila Sueiro

Nehuen Rodríguez tenía 18 años cuando el 15 de diciembre de 2014 fue asesinado, tras ser atropellado, por los agentes de la entonces Policía Metropolitana Daniel Castagnasso y José Soria Barba, quienes manejaban un patrullero sin sirenas y a alta velocidad. El hecho ocurrió en el cruce de Ramón Carrillo y Brandsen en Barracas, cuando el joven se dirigía en su motocicleta a celebrar el ascenso de Club Atlético Huracán.

A seis años del hecho que terminó con la condena de Castagnasso, Roxana Cainzos, la madre de joven, dialogó con AGENCIA PACO URONDO y denunció que el 17 de marzo pasado, un mural recordatorio a Nehuen fue tapado con otra pintada. “Me llamó una compañera de Nehuen diciéndome que había pasado con el colectivo y vio el mural de Nehuen que estaba sobre la avenida Carrillo casi Brandsen tapado con pintura blanca. Me envió una foto de lo que me estaba contando, me inundó la angustia y la impotencia de ver como siempre intentan castigarnos a los que luchamos por un mundo distinto para nuestros jóvenes pegándonos donde más nos duele”, señaló la referente del merendero Madres en Lucha contra la Violencia Institucional.

Tras el crimen de Nehuen, Roxana se convirtió en una referente de lucha en el barrio, acompañando a distintas madres de víctimas de crímenes perpetrados por agentes policiales. “Este mural en especial es muy preciado y significativo para nuestro colectivo porque señaliza el lugar en donde quedo asesinado mi hijo”, agregó en una conversación con este medio.

Además, añadió en relación a la solidaridad recibida tras la vandalización del mural. “Desde los grupos del barrio y sus amigos se solidarizaron con el dolor que me causan esos ataques. Desde diferentes espacios y más allá de las banderas políticas se ofrecieron a acompañarme y ayudar una vez más. Hasta mis hermosas madres compañeras de lucha, las cuales me enseñaron a convertir el odio en amor, lucha y organización, me llamaron y dijeron pone hora y día que estaremos allí a tu lado para volver a pintar”.

Finalmente, la referente social recordó otro hecho similar de vandalización sobre una obra artística dedicada a Nehuen: “El año pasado, el 22 de marzo, en el mes recordatorio de los Derechos Humanos, nos desaparecieron el chapón colocado en la entrada del barrio La Boca en un acto de odio hacia nuestros pibes. Pero ya aprendí a superar su odio, sacudirme, ponerme de pie, y seguir adelante porque la única lucha que se pierde es la que se abandona”.