Brasil: histórica marcha contra el PT

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Brasil: histórica marcha contra el PT

14 Marzo 2016

Por Santiago Gómez
Desde Florianópolis

Una vez más se llenaron las calles con cientos de miles de personas en contra del gobierno de Dilma Rousseff, pidiendo su renuncia o el juicio político, y la prisión para el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, por los casos de corrupción relacionados con PETROBRAS. Las manifestaciones fueron mayores a las del año pasado, que habían sido las más importantes hasta el momento. Aunque la composición social de la marcha se mantuvo, el incremento se explica en un país que ha perdido más de un millón y medio de empleos registrados en un año, como consecuencia de nombrar a Joquim Levy en el Ministerio de  Economía, y donde una fuerte inflación sigue en ascenso. El Partido dos Trabalhadores convocó a manifestarse el próximo 18 de marzo, cuando se conocerá con cuánta fuerza cuenta el oficialismo para bancar la parada. El PMDB, garante de la gobernabilidad presidencial, creará una comisión para discutir parlamentarismo y que el Congreso arme un nuevo gabinete de gobierno. Dilma Rousseff no para de retroceder durante su segundo mandato. Los documentos revelados por Edward Snowden demostraron que Brasil era un gran blanco de los Estados Unidos, agentes de inteligencia de ese país reconocieron que lo que investigaban era corrupción, y hoy Dilma y Lula están acorralados por denuncias sobre Petrobras. Al PT parecen quedarle tres largos años.

Según la consultora DataFolha, a quien muchas veces el PT cita, ayer se concentraron 500 mil personas en la avenida paulista, la principal de São Paulo. El 77% de los manifestantes tenía estudios universitarios, 18% escuela secundaria y primaria un 4%. En la manifestación opositora de marzo del año pasado la consultora había contabilizado 210 mil manifestantes. Según la encuesta el perfil de los manifestantes se mantuvo. 77% de los manifestantes blancos, 15% pardos, 4% negros y 3% amarillos, según la clasificación brasilera. Cabe destacar que la ciudad de San Pablo es donde habitan la mayor cantidad de japoneses fuera de su país. El 37% de los manifestantes declaró ganar más de 10 salarios mínimos por mes, el 26% entre cinco y diez, el 17% entre tres y cinco, el 14% hasta tres salarios mínimos por mes. Al ser consultados los manifestantes por cuál era su partido preferido el 21% respondió el PSDB de Aécio Neves, quien tuvo que retirarse de la manifestación ante los gritos de “ladrón” de los presentes. En comparación con los manifestantes del año pasado la preferencia por el PSDB cayó, ya que anteriormente fue elegido por el 37% de la población.




No se salva nadie

El rechazo de la población brasilera hacia la política es mayoritario. Entre la mayoría de los votantes del PT circula un sentimiento de decepción muy grande ante las denuncias de corrupción. El ex ministro de justicia de Lula y ex gobernador de Rio Grande do Sul, Tarso Genro, declaró a Folha de São Paulo que el ciclo del PT está terminado, que en el 2018 se pierde la conducción del Estado. Lula hace tres años que llama a la militancia a volver a las bases, recorrer los barrios, y no obtiene respuestas. Como señalamos en diferentes oportunidades, le es difícil a la Central Única de los Trabajadores, al Movimiento Sin Tierra, movilizar a la población en apoyo al gobierno cuando durante el último año lo único que creció fue el desempleo, no se detiene la caída de la industria y la inflación tras la gestión de Levy se hizo sentir y mucho. La estrategia del PT es “por qué se la agarran sólo con el PT si están involucrados todos los partidos brasileros”. Eso explica que ningún candidato pueda hoy capitalizar las manifestaciones de ayer y se fortalezca el poder del PMDB en la conducción del gobierno.

El 80% de quienes se manifestaron ayer apoya la renuncia de Dilma Rousseff. Eso implicaría que asumiría Michel Temer y por primera vez el PMDB llegaría a la presidencia. Dilma no va a renunciar, pero desde el primer día de su segundo mandato, ante las amenazas del juicio político por lo hecho como presidenta del consejo de administración de la PETROBRAS, viene cumpliendo con todos las exigencias del PMDB que la extorsiona con el argumento de la gobernabilidad. Joaquim Levy, a quien puso sorprendiendo en el inicio de su mandato y echó en cuanto se frenó el pedido de juicio político en el Congreso, además de asesorar a Aécio Neves fue Secretario de Hacienda del estado de Rio de Janeiro cuando Sergio Cabral del PMDB gobernó. Esta semana  Renan Calheiros del PMDB, Presidente del Congreso Nacional, creará una comisión para la creación de un parlamentarismo en el país.

“Lo que nos interesa es la corrupción”

Tras las revelaciones de espionaje a distintos presidentes del mundo realizada por Edward Snowden, se probó que la presidenta Dilma Rousseff era uno de los blancos de la NSA (National Security Angency). Esto trajo como consecuencia que la mandataria impulsara la ley de Marco Civil, que regula la actividad en internet,   para lo cual ordenó al congreso de la república que no votara ninguna otra ley hasta que se sancionara dicha medida. El periodista inglés Glenn Greenwood, a quien Snowden escogió para difundir el material, manifestó cuando se difundió la noticia que Brasil era un gran blanco de los Estados Unidos. El espionaje no se de limitió al teléfono de la mandataria, sino también se realizó espionaje comercial, entre ellos en la empresa PETROBRAS.

En declaraciones al periódico Estadão de São Paulo tras las revelaciones que probaban el espionaje estadounidense a Brasil, James Lewis, Director del Centro Internacional de Estudios Estratégicos, especialista en seguridad informática y uno de los responsables de redactarle informes al presidente Obama al respecto, declaró que lo que Estados Unidos espía es corrupción, "y nosotros la encontramos", declaró. Dos años después de dichas declaraciones el gobierno no niega muchas de las denuncias, limitándose a afirmar que ningún gobierno hizo tanto para que se investigue la corrupción como el de Dilma Rousseff, lo cual es cierto.

Super ministro

Ante la crisis política y económica que atraviesa el PT y frente a la avanzada judicial, en un país en el que se detuvo a José Dirceu sin pruebas, entre el oficialismo circuló la posibilidad de nombrar a Lula ministro para asegurarle fueros, a lo que el ex mandatario se negó hasta el momento. La vuelta del ex presidente al Palacio de Planalto parece ser la única forma de mostrar que el PT mantiene el timón, salvo que Dilma Rousseff sorprenda con alguna medida que beneficie a la mayoría.

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