Suiza: ONU y sociedad civil internacional debaten sobre trasnacionales y derechos humanos

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Suiza: ONU y sociedad civil internacional debaten sobre trasnacionales y derechos humanos

26 Octubre 2017

Por Sergio Ferrari (*), desde la ONU, Ginebra, Suiza

La siempre controversial tensión entre ganancias económicas y respeto a los derechos humanos acapara la atención en las Naciones Unidas de Ginebra este fin de octubre. La propuesta de un Tratado internacional vinculante –de aplicación obligatoria- ocupa el centro mismo del debate.

Mientras los delegados oficiales participan en las sesiones del Grupo de Trabajo sobre empresas trasnacionales y derechos humanos, desde el lunes 23 de octubre representantes de centenares de ONG y movimientos sociales de diversos continentes exponen sus propias posiciones.

Los debates, que continúan hasta este viernes 27, se dan tanto en las salas de la ONU como en la Plaza de las Naciones, justo enfrente de la sede ginebrina, donde los representantes del movimiento ciudadano internacional han enarbolado su carpa redonda con perfiles de gran iglú y cubierta de banderas e insignias sociales.

Doble dinámica –la oficial y la de la sociedad civil internacional- que se da en torno a la tercera sesión de este Grupo de Trabajo intergubernamental que vio la luz del día en 2014 y que desde entonces ha dado pasos “tímidos”, según las organizaciones sociales.

Lo que explica la decisión de la Campaña Global para Reivindicar la Soberanía de los Pueblos, que reúne a más de 200 redes, organizaciones y movimientos del mundo entero, de darse nuevamente cita en Ginebra como en ocasiones anteriores, para intensificar su presión pública. Su exigencia central es que las Naciones Unidas acepten un Tratado vinculante, de aplicación obligatoria, sobre el respeto de los derechos humanos por parte de las empresas trasnacionales y sus cadenas de suministro.

El movimiento social publica su propuesta de Tratado

Una propuesta de este instrumento, elaborado por la sociedad civil internacional, será presentado durante esta semana en Ginebra. La ONG suiza Centro Europa-Tercer Mundo (CETIM) junto con el Trasnacional Instituto (TNI), en representación y consulta con los miembros de la Campaña, presentaron públicamente una proposición de Tratado sobre Empresas Trasnacionales.

Documento de una treintena de páginas donde se describen las obligaciones de Estados y empresas en cuanto al respeto de los derechos humanos y los mecanismos de cooperación, control y ejecución en el ámbito internacional, así como medios para el acceso a la justicia y reparación de las víctimas.

“No se trata sólo de resistir, sino también de llegar aquí con proposiciones viables”, enfatiza el militante ambientalista mexicano Gustavo Castro (foto 3), una de las personalidades internacionales presentes en Ginebra.

La voz de los afectados

Aunque no se puede ser demasiado optimista en que se llegue a un Tratado internacional vinculante, “es una lucha que hay que librar por la dignidad de los pueblos que sufren directamente las violaciones de derechos humanos”, enfatiza Castro, quien sobreviviera milagrosamente en marzo del 2016 a un atentado perpetrado por un grupo paramilitar hondureño y donde fue asesinada la dirigente social Berta Cáceres.

Castro, que dirige la organización chiapaneca Otros Mundos, miembro de Amigos de la Tierra /México, retoma el pensamiento de su colega y amiga Berta Cáceres, “que no murió, sino que sigue presente y multiplicándose en nuestra acción”, para subrayar que esta lucha de la sociedad civil internacional “es a favor de toda la humanidad y de la madre tierra”. Los megaproyectos extractivos, la explotación de minerales a cielo abierto, los monocultivos de palma, la soja transgénica, implican avanzar sobre los territorios de miles de comunidades en el mundo entero. “Es decir, significa ocupar territorios, deforestar, consumir el agua de los habitantes originarios, destruir tejidos sociales y formas de producción propias a las poblaciones indígenas y campesinas”, insiste.

Las principales víctimas son las mujeres, que viven en sus propios cuerpos la violencia sistemática, subraya el dirigente ambientalista mexicano. “El feminicidio, cada vez más terrible, no es casual: busca quebrar al movimiento social en el cual las mujeres asumen roles cada día más importantes de liderazgo en la defensa del territorio, del agua, de los alimentos esenciales, del medioambiente, de los pueblos indígenas”.

Sobre la actual movilización de la Campaña Mundial para Reclamar la Soberanía de los Pueblos, Desmantelar el Poder Corporativo y Poner fin a la Impunidad, Castro subraya el valor “altamente simbólico de la misma. Estamos en un lugar central para el poder financiero y los paraísos fiscales, por lo tanto, nuestra voz ciudadana puede tener una repercusión más directa y significativa”.

La migración en el centro de la resistencia

En el primer semestre del año en curso murieron 1200 personas que intentaron entrar en Europa por el Mediterráneo. Y desde 2014, murieron 14 mil personas. “Es la Europa que nos están proponiendo”, denuncia Braulio Moro, representante de Francia-América Latina (FAL) en la convocatoria de Ginebra.

Y es el delegado de la organización francesa quien tematiza, en uno de los talleres en la carpa instalada en la Plaza de Naciones, la estrecha relación entre poder económico de las trasnacionales, la construcción de nuevos muros, las restricciones en la circulación de personas -aunque no de capitales-  y el creciente drama migratorio mundial.

Para profundizar esta reflexión, el Tribunal Permanente de los Pueblos, con el apoyo de la organización italiana Lelio Basso, “ha decidido convocar a una nueva sesión para juzgar los crímenes y violaciones de derechos humanos contra los migrantes, a inicios de enero del 2018, en París”, anticipa. Explicando que luego de una reciente reunión en Catalunya de esa iniciativa, se prevé una sesión del mismo Tribunal también en el sur de Italia en diciembre del año en curso. “Y si se logran recursos, una sesión en 2018 en la frontera entre México y Estados Unidos”.

No serán encuentros de expertos. Pretendemos que sean los afectados los que expongan sus dramas cotidianos. No solo de cuando intentan llegar al ‘Norte’, sino también, en caso de lograrlo, la exclusión total, la invisibilidad social, que padecen por no contar con derecho alguno, concluye Moro.

 

(*) En colaboración con SWISSINFO.CH y E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria presente en las actividades de Ginebra.