Bullrich orgullosa: "Metimos gendarmes en Bolivia, dimos armas a Añez y jamás lastimamos a nadie"

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Bullrich orgullosa: "Metimos gendarmes en Bolivia, dimos armas a Añez y jamás lastimamos a nadie"

11 Julio 2021

Por Groncho Mars |​ Ilustración: Leo Olivera

“Hoy no te voy a hacer ninguna pregunta, simplemente voy a entregarte una reflexión sobre el tuit de Javier Castrilli”, me dice Gregor. “En uno de los espectáculos de Les Luthiers llamado ‘Cartas de Color’, el sobrino en Estados Unidos intenta contarle a su tío en África la nueva maquinaria que conoció nacida del progreso. Lo hace explicándole que ‘se trata de un tendido de dos largas cintas de acero sobre las que se deslizará una gigantesca oruga; arrastra unas cabañas sobre ruedas que llevan gente en su interior’. Su tío le contesta ‘en mi vida había oído hablar de nada que se pareciera tanto a un tren’. Castrilli escribió que Dibu Martínez debió ser ‘expulsado al festejar realizando gestos c/ambos brazos extendidos y simultáneamente llevarlos arriba y hacia abajo en forma reiterada con una inequívoca lectura’. Lástima que aclaró innecesariamente sobre el final del posteo, sino le hubiese respondido ‘en mi vida había leído sobre un gesto que se pareciera tanto a una persona copulándose a otra”, cierra mi amigo. ¿Y qué quieren que les diga? Mejor, empezar. 

Giros, dar media vuelta y ver qué pasa allá afuera

En las filas de Juntos por el Cambio se acomodaron los patitos, pero la mamá pata fue la que quedó afuera. Si, señoras y señores, Patricia Bullrich dejó a un costado su candidatura a diputada por la Ciudad de Buenos Aires. Y digo a un costado porque la exministra aseguró “ni me bajo ni me subo ni dejo de pelear. Espero que muchos sigan mi conducta”. Tengo miedo que algunos posibles candidatos implosionen tratando de hacer esas tres cosas a la vez. Algunos mal pensados creyeron ver en la declinación la falta de apoyo de su antiguo socio, Mauricio Macri, que se fue a presentar su libro a España después de intentar encausar el rumbo del submarino amarillo, y desde allá avisó con un tuit que “no peleo lugares ni me meto en discusiones internas”. Esto fue descartado rotundamente por la autora de Guerra sin Cuartel. “De ninguna manera me siento sola. Yo le pedí a Macri que no se involucrara porque iba a ser una acción política equivocada. Él tiene que ser el expresidente de todos, no de una parte”, aseguró, “y espero que lo siga siendo por el resto de su vida, mirá que venir a clavarme así”, se le habría escuchado refunfuñar por lo bajo. Al ser consultada por las razones de su renuncia, Bullrich aclaró “estoy convencida de que esta es una elección que yo ganaba. Si yo gano una elección contra mi propio jefe de gobierno, el kirchnerismo le entra por todos lados. Y eso sería una irresponsabilidad institucional de mi parte”. Y si esta respuesta le parece rara, espere leer el resto. “Como presidenta de PRO, yo quiero ayudar al triunfo nacional de Juntos por el Cambio. La tarea más importante en esta elección es generar un equilibrio que no le permita al Gobierno avanzar sobre la República, la Constitución y la población. En ese sentido, quedarme sola como diputada en la ciudad me restaría la posibilidad de representar a toda la sociedad. Con lo cual, voy a recorrer el país y voy a trabajar para que ese triunfo que la sociedad nos pide sea real”. Faaaa, después de excusarse casi diciendo “diputada, puesto menor”, sólo me queda parafrasear a Carlitos Balá: “te pasaste, Petronila, pegá la vuelta que la Argentina te queda chica, comprate dos números más”. Lo cierto es que se quedó sola y sin ser candidata, pero eso no hace que disminuya su enjundia. Parece que la exministra se creyó sus propias palabras de que estaba para algo más grande y avisó que había renunciado para “darle al PRO una dimensión nacional, programática”. “Desde que tengo 6 años que quiero ser presidenta y tengo un equipo para lograrlo”. “Si, mucho equipo pero, por ahora, no está habilitada para ningún torneo”, cuentan los carpincubanos que habría dicho, entre risas socarronas, María Eugenia Vidal. La exgobernadora, otrora orgullosamente bonaerense y ahora parece que no tanto ya que hasta se vacunó en CABA, le agradeció a la Pato el enorme gesto que le obligaron a tomar. “Felicitaciones a @PatoBullrich por tu decisión a favor de la unidad en esta elección tan importante y de recorrer la Argentina defendiendo los valores de Juntos por el Cambio”, posteó. Algo parecido publicó en sus redes el jefe de gobierno de CABA. “Gracias, @PatoBullrich, por tu gran muestra de responsabilidad, compromiso y convicción. Sin duda sos una referente en todo el país”. Parece que la van a sacar de gira. Y si dura unos cuantos años, mejor. Es que la exministra quiere mostrarse como armadora nacional del PRO, aunque sus primeras declaraciones en ese sentido no sé si van por buen camino. "Nuestra misión es tener nuevas voces. Queremos que Miguel del Sel sea candidato, pero no lo podemos convencer", sostuvo sobre las elecciones en Santa Fe. Está bien que el humorista, en Midachi, hacía muchas imitaciones de cantantes famosos, pero creo que ni haciendo todas juntas da para “nuevas voces” alguien que ya conoció lo que es la refriega electoral, perdiendo por muy poco una votación a gobernador contra su tocayo Lifschitz. Y bué, descartan al Dipy, pero tienen que pensar en una figura que esté a su altura.

No nos dimos nada más, sólo un buen gesto

Hablando de gestos “heroicos”, quien siguió el camino de Bullrich fue Elisa Carrió. O más o menos por ahí, ya que al igual que Poncio Pilatos, se lavó las manos afirmando “Habiendo fracasado en el intento de Unidad, renuncio a cualquier candidatura. La Argentina no puede partirse y Juntos por el Cambio no puede convertirse en una guerra de posiciones políticas. Nacimos de una estrategia que se selló en forma personal con Mauricio Macri y luego en la Convención de Gualeguaychú con toda la UCR. Quiera Dios, que la Argentina no se parta y se fragmente”, lanzó. “La Argentina” vendría a ser la parte que piensa como ellos, el resto no sé qué vendría a ser. Es que en provincia de Buenos Aires, todo está por verse para esta coalición. Tras la confirmación de Facundo Manes como precandidato por el radicalismo, parece que irá a las paso enfrentando a Diego Santilli, el caballito de batalla propuesto por Larreta para dar pelea en esa sección mientras Jorge Macri sigue sin dar “el gesto” que ya tuvieron sus dos colegas. “No hay derecho moral alguno que permita que la dirigencia política juegue con fuego, tanto en el oficialismo como en la oposición en una sociedad devastada por la muerte”, afirmó Lilita, lejanos ya los días de la Anunciación en que la República bajó cual espíritu santo a pedirle sacrificar su retiro para presentarse como candidata; los nuevos dichos de la fundadora de la Coalición Cívica parecen apuntarle directamente al libro del Apocalipsis. Y para que vean que la tiene bien leída a la Biblia, retrocedió hasta el antiguo testamento para referirse a Facundo Manes afirmando “cuando una persona quiere llegar en un día a la Casa Rosada hay una suerte de mesianismo malo”. Alguna casa rosada debe haber en ese libro y messiánicos seguro, habría que buscar en los evangelios apócrifos DD (después de Diego) Sobre la interna de Juntos por el Cambio en suelo bonaerense, Carrió dijo que “estaba dispuesta a convertirse en ‘prenda de unidad’ y encabezar la lista” para volver a “Sodoma y Gomorra”, como tildó a la Cámara de Diputados, pero que la UCR “prefirió la confrontación”. O sea, quedarse con Manes, lo que en su visión equivale al desastre. Eso sí, tuvo tiempo para pedir a la alianza “que no se parta y se amplíe”. Si no la partió ella hasta ahora con sus delicadas declaraciones, va a ser difícil que eso pase. Pareciera que todos piensan en 2023 y en este año solamente como un escalón. "Que el pelado gane la CABA es una obviedad, pero si lo doblamos en Provincia y encima después Manes gana la general, estamos palo a palo para discutir la presidencia", dice un dirigente radical de altísima influencia en el armado nacional. Siguiendo este pensamiento es entendible que a la UCR, dentro de la alianza, siempre la pasen para el cuarto.

Hay un chico asustado, quebrado

No sólo de zafar de los compromisos políticos vive el hombre de bien como uno, como uno de cauntri, también lo hace de zafar de los compromisos judiciales. Aunque, a veces, se complica. La jueza en lo comercial Marta Cirulli decretó la quiebra de Correo Argentino S.A. Si bien la causa lleva casi 20 años de tramitación, desde la Opo mediática no dejaron de resaltar que el pedido venía de Carlos Zannini, quien sería el ejecutor de “la venganza” que denunció Mauricio Macri en su carta pública y que tendría por objetivo “a mis hijos”. Es más, advierten que el procurador ahora iría por Socma, la empresa símbolo de esta familia que, para Clarín, sólo sería una pyme. Sí, una pyme de, por lo menos, 300 millones de dólares. “No solo está en juego la integridad de mi familia, sino la idea misma de justicia”, declaró el papá de Antonia. Y yo que pensaba que a ambas las había puesto en peligro él. “Rechazaron cobrar el 100% de lo adeudado ¿Por qué Zannini hace esto? Porque si aceptara que la deuda fuera pagada no podría pedir la quiebra. ¿Y por qué quiere pedir la quiebra? Porque mis hijos fueron accionistas. Esa es la razón. Es la forma de atacarlos para atacarme. Esta es la verdad. No es justicia, es persecución y venganza”, sostuvo Macri.

Parece que Mufaza tiene una forma muy particular de calcular el 100%, ya que su familia presentó una oferta de pago de $600 millones y la deuda calculada por la Justicia en base a reajustes e intereses estaría cerca de los $70.000 millones. “Un par de ceros más, un par de ceros menos ¿No era que el cero no valía nada? Igual, hay algo que no me cierra: Mi familia ya había presentado este mismo plan de pago y el Estado lo avaló, a nadie le pareció raro. Que yo estuviera, en ese momento, a cargo del Ejecutivo no puede ser tenido en cuenta. Yo sólo no soy el Estado”, se defendió el presidente de la Fundación FIFA. “Es bueno que la opinión pública sepa que si la jueza Marta Cirulli llegara a rechazar la propuesta de pago total de la deuda que hizo Correo Argentino, será un oscuro hito histórico que significará la destrucción de la seguridad jurídica en nuestro país. Será cada vez más difícil, si no imposible, que empresas argentinas y del mundo confíen en invertir y desarrollar empleo en nuestro país”, advirtió Macri y debo reconocer que los periodistas de la Opo mediática demostraron (casi agregaría por primera vez) que están aprendiendo de sus errores: a ninguno se le ocurrió publicar que, tras estas declaraciones, Mauricio estaba “apretando a la Justicia” como lo hicieron casi al unísono tras la defensa de CFK en la causa “Dólar futuro”. ¿Raro, no? Es que, para La Nación, “el coronavirus y Cristina Kirchner vuelven a alterar al gobierno”. “¿Te parece que ambos planteos pueden ser puestos a la misma altura?”, le pregunto al editor que decidió el título. “¡Cómo no hablé antes con vos, Groncho, me hubiese dado cuenta que tenía que poner el nombre de la vicepresidenta primero! Al fin y al cabo, es lo que más nos preocupa”, me contestó muy sincero.

No te copes mal, dejala

Elisa Carrió salió a respaldar al exprimer mandatario avisando que ya tenía preparados un montón de juicios políticos pertinentes, olvidándose nuevamente de anoticiarnos si tenía pruebas para acompañar esos pedidos. Y como venía en bajada de línea presidencial, también se sintió en el deber de salir a “defender” a Alberto Fernández, de “sostenerlo” porque si no “viene Cristina”. A esta altura, la vicepresidenta es como los bárbaros del poema de Kavafis. La oposición hace sus movimientos pensando que ella está por venir, hasta el punto que si no llega se preguntan que va a ser de ellos si, después de todo, que Cristina viniera era una solución. "Yo no hago oposición, y menos con un presidente tan débil. Yo no soy golpista. Este presidente habla, se mete en el cajón, lo tapa y hace el velorio. Se muere solo. Yo no voy a golpear a alguien que ya está lastimado", señaló Carrió en una entrevista con LN+. No será golpista pero es golpeadora, te llena la cara de bollos metafóricos. Bah, tampoco taaaan metafóricos. “Sobre la conciencia de Cristina Kirchner, que hizo poner la palabra negligencia para que no se haga el contrato con Pfizer, van a pesar por siempre la muerte de miles de argentinos”. Y sí. Puede haber conseguido millones de vacunas y que dentro de dos o tres meses, la población que estaba con posibilidades de recibirlas, tenga las dos dosis aplicadas; pero no, será culpable por no traer una vacuna que de todas formas no iba a llegar en el tiempo estipulado. Y ya que da por sentado que esa famosa palabrita la puso ella ¿cómo no los avivó a los de la coalición para que no votaran la ley? “Las vacunas vencen. Las vacunas vencen. Las vacunas vencen. Las vacunas vencen. Las vacunas vencen”, escribió Nicolás Wiñaski, el periodista que inquieta al poder, en su muro de Twitter como si fuera Bart Simpson en el pizarrón. No nos apresuremos a contestarle. Capaz lo está haciendo como recordatorio de las vacunas que dejó vencer la administración anterior y que permitió el regreso del sarampión en nuestro país, para que no le vuelva a pasar que el hecho transcurra sin que él dijera nada. La que si dijo mucho fue Soledad Silveyra. “Estuve un año y medio sin trabajar. Cuesta pagar 40 mil de expensas porque es mucho. El porcentaje que gasté en la pandemia en comparación a lo que tengo ahorrado me da un poco de miedo”. Y… son decisiones, Solita. También podrías ir a otro lugar donde no se pagan esas expensas. Esto me hace acordar a Dalmiro Sáenz, quien en La patria equivocada supo escribir “basta con separar a un hombre de la tierra que pisa y colocarlo sobre el lomo de un caballo para convertirlo en otro hombre; pero, si las circunstancias de este mundo obligan a ese hombre a desmontar, el de a pie no será nunca el mismo de antes”. “A mi me hace acordar a un patrón que tuve quien, allá por el 2002, cuando fuimos a discutir por el salario me dijo ‘al que come pan Bimbo también les aumentan las cosas y ya no puede seguir comprándolo’, me cuenta AM, mi diler de noticias falopas. 

Esquiva el carnaval del mundo

Un comando muy bien entrenado asesinó al presidente de Haití, Jovenel Moise. Mientras toda la prensa del mundo habla de un comando colombiano-estadounidense, a Infobae, en alguna parte del titular, se le perdieron los estadounidenses. La verdad, la noticia me sorprende. ¿Qué estén involucrados militares yankis? No, que los hayan detenido. En América del sur, mientras Keiko Fujimori intentó meter a la OEA en la revisión de los resultados de las elecciones en Perú y lo único que consiguió es que Almagro jugara a las escondidas y los representantes que envió terminaran hablándole a una sala vacía, en Chile fue elegida Elisa Loncón, mapuche, mujer, representante de los pueblos originarios, como presidenta de la Convención Constituyente que redactará la futura carta magna. "Esta vez estamos instalando aquí una manera de ser plural, una manera de ser democráticos, una manera de ser participativos, por eso, esta convención que hoy día me toca presidir transformará Chile en un Chile plurinacional, en un Chile intercultural... Este sueño se hace realidad. Es posible, hermanas y hermanos, compañeras y compañeros, refundar este Chile. Establecer una nueva relación entre el pueblo mapuche, las naciones originarias y todas las naciones que conforman este país", afirmó Loncón. Qué lindo que en el suelo de nuestro continente, sus habitantes se sigan permitiendo soñar y llevar esos sueños a cabo. Algo parecido debe habérsele cruzado por la cabeza a Mauricio Macri cuando estuvo a cargo del Ejecutivo, ya que nos enteramos que el gobierno argentino bajo su mando facilitó municiones letales al gobierno de facto de Bolivia días antes de las masacres de Sacaba y Senkata. "Hemos tenido acceso a un documento que pone en evidencia que el gobierno de Macri en Argentina aportó material bélico para que se pueda reprimir la protesta social y consolidar el gobierno de facto de Añez", dijo el canciller boliviano, Rogelio Mayta. Además, detalló el material represivo provisto por el gobierno del papá de Antonia: cartuchos, gases lacrimógenos en spray y granadas de gas. “Mi psicóloga me enseñó a no reprimir y a sacar afuera todo lo que no use. Como siempre creí en la hermandad, en la solidaridad latinoamericana y Añez necesitaba pasar el invierno, le mandé todo ese gas envasado que yo no iba a usar más para reprimir a los kirchneristas”, habría sido la explicación de Mufaza. Patricia Bullrich salió a despegarse del asunto asegurando "nunca pasó por mis manos pedido alguno de material para la Fuerza Aérea Boliviana", pero en el camino contó que envió a Gendarmería a operacionar en ese territorio y no pudo explicar qué cargamento llevaba el Hércules C-130 que los trasladó. "Metimos gendarmes en Bolivia, dimos armas a Añez y jamás lastimamos a nadie", fue su orgullosa respuesta. “Al final siempre me critican, cuando no ayudo porque no ayudo, cuando lo hago porque lo hago”, se lamentó el presidente de la Fundación FIFA. Algo que no parece sucederle a Elon Musk, quien sugirió que un parásito está forzando a todos los humanos a crear inteligencia artificial. Un poco más de estima, Elon, tampoco da para que te llames de dicha manera. No creo que estuviera rumbeando por ahí, José “Pepe” Mujica cuando aseveró que los uruguayos y los argentinos “venimos de la misma placenta”. Menos mal que no dijo de la misma placenta que bajó de los barcos. 

Mai onli frends, di end

Se acerca el receso invernal para los niños y niñas de nuestro país y son partícipes indirectos en las noticias que se llevan el destacado de la semana. La primera nos cuenta que un empresario macrista mostró su enojo en el programa de Viviana Canosa: "No dejen ver a sus hijos Pakapaka, lo ponen a Marx como el abuelo bueno". Claro, si era comunista no puede ser bueno. Ni cerca está de parecerse al abuelo de los Dukes de Hazard. Si se te ríe Canosa en la cara, habría que preguntarse qué estoy haciendo mal. La otra nos muestra la indignación de un vecino de Parque Castelli porque compró un paquete de papas y le vinieron algunas que hacían la V peronista. “Me dispongo a poner las papas en la fuente y, la verdad, no podía salir de mi asombro cuando vi esa papa con forma de V, de la victoria peronista. Al principio me sonreí, luego pensé que no estaba bien que indirectamente le introduzcan a los chicos una simbología, sea cual fuese. Me terminó pareciendo algo desagradable y de mal gusto, no por el sabor, claro”, afirmo este padre. Y sí, para qué los fabricantes se esfuerzan tanto por introducir ideología indirectamente si su progenitor, con semejante interpretación, lo hace directamente. La verdad que yo veo una silueta de conejo, pero permítanme creerle y sumarme a su indignación: un “papa peronista”, una papa que “hace la v de la victoria” y Zamba que quiere hacer pasar a “Marx por el abuelo de Heidi” ¿alguien quiere pensar en el futuro de los niños bien?