La Justicia se metió en política y suspendió el nombramiento de Lula

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La Justicia se metió en política y suspendió el nombramiento de Lula

17 Marzo 2016

Por Santiago Gómez
Desde Florianópolis

La crisis política brasilera tiene para rato. Publicado en el Boletín Oficial que el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumiría como Ministro Jefe de la Casa Civil, el juez Sergio Moro, que ordenó la declaración forzada del ex mandatario dos semanas atrás, divulgó conversaciones telefónicas entre Lula y la Presidenta de la República del día de ayer, así como conversaciones entre el ex mandatario y otras personas. Durante la declaración que el ex presidente se vio obligado a realizar, tanto él como su defensa mostraron estar al tanto de que los espiaban. Durante el día de hoy, el juez Itagiba Catta Preta Neto, públicamente opositor al gobierno, ordenó suspender el nombramiento de Lula. Ayer miles de personas inundaron las calles del país en repudio al nombramiento que consideraron una provocación. Mañana se realizarán distintos actos en apoyo al gobierno. El clima social es muy similar al de marzo-julio del 2008 en Argentina. "Ni el presidente de la república tiene el privilegio absoluto en el resguardo de sus comunicaciones", manifestó Moro después que se lo denunciara por espiar a la presidenta.

“¿Están transmitiendo la declaración afuera?”

Para poder entender lo que está sucediendo es preciso comenzar por el forzamiento al que fue sometido Lula para declarar. Tanto el Instituto Lula como el Partido dos Trabalhadores difundieron la transcripción de la declaración que el ex mandatario se vio forzado a realizar por orden del juez Moro. Durante la misma, la Policía Federal, que en Brasil se ocupa sólo de realizar investigaciones, como el FBI, le preguntó una y otra vez por gastos e ingresos del Instituto, a lo que Lula respondió una y otra vez que no manejaba los números, que le preguntaran al presidente de la institución. A medida que el interrogatorio avanzaba, la PF comenzó a preguntar a Lula por Paulo Cangussu André (trabaja en el Insituto), Rogério Aurélio Pimentel (Seguridad de Lula desde 1989) e Roberto Teixeira, su abogado, todos con el teléfono pinchado por Moro. Al ser preguntado por Teixeira la defensa de Lula preguntó si al abogado lo estaban investigando, a lo que la PF respondió que no. Al levantar el secreto del sumário Moro manifestó que sí lo espiaban.

A partir de ese momento tanto la postura del ex presidente como la de su defensa cambió. El abogado que acompañó a Lula en la declaración preguntó si estaba siendo transmitida al exterior la declaración, ya que la misma no solo estaba siendo grabada sino también filmada. La PF lo negó, pero a partir de ese momento todo se aceleró en la declaración de Lula.

“No sabía que era su abogado”

La documentación difundida por Moro prueba lo contrario, el juez también le pinchó el teléfono al abogado del ex Presidente, aduciendo que no sabía que se trataba de una relación abogado-cliente, ya que Teixeira no estaba entre los nombres de los defensores en la causa, aunque sí el de su socio en el estudio que comparten, Cristiano Zanin Martins. Es público que Roberto Teixeira es el abogado de Lula desde hace más de treinta años. Haberle pinchado el teléfono a un abogado generó un fuerte rechazo entre distintos profesionales del derecho por haber violado el secreto profesional.

¿Por qué difundió el juez los audios?

El juez Moro ordenó ayer a las 11:12 suspender las interceptaciones del ex presidente ya que no había encontrado información relevante en las grabaciones, afirmando que el ex Presidente sabía que lo estaban escuchando. La grabación divulgada de la comunicación entre Lula y Dilma fue después del mediodía, después de que se hubiera publicado que Lula asumiría como Ministro Jefe de la Casa Civil, de lo que Moro estaba totalmente al corriente desde la mañana. La sorpresa para el juez fue que esperaba que la asunción de Lula fuera el próximo 22, fecha a partir de la cual adquiría los fueros de privilegio que lejos de evitar que pueda ser detenido, se limitan a establecer que sólo puede ser juzgado por el Supremo Tribubal de Justicia. Moro afirmó que el levantamiento del secreto de las conversaciones fue un gesto republicano, para un escrutinio público de la administración pública y la justicia.

¿Por qué ayer? ¿Qué dicen los audios?

Entre los audios divulgados el más relevante es la conversación que inexplicablemente mantuvieron la Presidenta y el ex presidente desde un teléfono de la casa de gobierno. En el audio se escucha a Dilma avisarle a Lula que le enviaría el nombramiento en caso de que pudiera necesitarlo. En caso de necesidad significa que una vez que Lula asumiera como ministro, automáticamente el juez Moro perdía toda competencia para investigarlo. En una de las conversaciones se escucha que avisan que puede haber una detención preventiva de la 4ta Vara Federal, así se nominan las dependencias judiciales, a la que pertenece el juez Itagiba Catta Preta Neto que ordenó suspender la asunción de Lula. Esto explica la razón por la cual se anticipó en la divulgación de la conversación entre Lula y Dilma, ya que esperaba que hasta el próximo 22 pudiera actuar como juez.

En los diversos audios difundidos se escucha a Lula manifestar su malestar por ser la suya la única institución investigada, "si investigaran a las otras empresas como a mí se acaban los problemas de recaudación en este país", manifestó; también se lo escucha contarle a Dilma que durante el interrogatorio al que Moro lo sometió la PF le preguntó una y otra vez las mismas cosas que él ya había declarado en otras oportunidades o presentado documentos que hacían innecesarias las respuestas, señaló que a pesar de sus ganas de jubilarse comenzaría la semana próxima su campaña para volver a la presidencia el 2018 y pide al ex ministro de la Casa Civil, Jaques Wagner, que vea un pedido que su defensa presentó en la Corte Suprema y que estaba en manos de la jueza Rosa Weber. Esto sirvió para que la maquinaria mediática dijera que quería influir en la justicia, siendo que el mismo juez Moro afirmó en un documento que “En algunos diálogos se habla 'aparentemente' en tratar de influenciar u obtener ayuda del Ministerio Público en favor del ex presidente. No hay ningún indicio de que los citados hayan actuado de forma inapropiada, ni siquiera hay información si la intención de influenciar u obtener intervención fue realizada”.

Están echadas todas las cartas

Ante la ofensiva con fuego económico, mediático y judicial, el gobierno respondió con su carta más alta: subir a Lula al ring. La respuesta no se hizo esperar: durante la mañana en el Congreso los diputados opositores pedían directamente la renuncia de la Presidenta, sin juicio político ninguno, difundieron las grabaciones ordenadas por el juez Moro, dejando en evidencia que tenían interceptado el teléfono de la Presidenta de la República, no solo el de Lula y sus colaboradores, ya que en el audio en el que Dilma le anuncia que le mandará el documento con el nombramiento la conversación comienza en el palacio de gobierno, pudiéndose escuchar a la secretaria de la Presidenta aguardar ser atendida por Lula. Después del horario laboral las calles de San Pablo y Brasilia se llenaron con miles de manifestantes repudiando el nombramiento y pidiendo cárcel para Lula y Dilma. La Federación de Industriales de San Pablo se ocupó de proyectar con luces luminosas en su edificio “Renuncia já!”

Qué importa que no sea legal

El juez Moro difundió un despacho durante la mañana de hoy, después de la denuncia que el gobierno hiciera contra él por espiar a la Presidenta y que se hiciera público que los audios difundidos son posteriores a la orden del juez de suspender la interceptación de las comunicaciones de Lula y sus colaboradores,  manifestando que "la circunstancia de que el diálogo tuviera por interlocutor una autoridad con foro privilegiado (esto es la Presidenta, como sus ministros, que sólo pueden ser juzgados por la Corte Suprema), no altera el cuadro, pues el interceptado era el investigado y no la autoridad, siendo la comunicación interceptada fortuitamente. Además, ni el supremo mandatario de la República tiene privilegio absoluto en el resguardo de sus comunicaciones, aqui recogidas apenas fortuitamente, pudiendo ser citado el conocido precedente de la Corte Suprema estadounidense en US vs. Nixon, 1974, aún un ejemplo a ser seguido". Finalizado su abierto deseo de terminar con el mandato de la Presidenta, Moro reconoce que le cabrá al Supremo Tribunal de Justicia decidir sobre las cuestiones en las que fue involucrado el ex Presidente, ya que es el fuero competente.