Bonelli destaca: "Guzmán me arrinconó con lo de Macri, pero yo aprendí cómo fugarme"

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Bonelli destaca: "Guzmán me arrinconó con lo de Macri, pero yo aprendí cómo fugarme"

14 Febrero 2021

Por Groncho Mars |​ Ilustración: Leo Olivera

“Para vos, ¿cuán importante es la unidad?”, dispara Gregor. Se me está haciendo costumbre esto de mirarlo raro ante una pregunta así, pero el sigue en la misma tesitura de no preocuparse y continuar con su locución como si yo le hubiese dado pie. “Hay un trabajo constante de gente que sale beneficiada para romper con la construcción necesaria que suele llevar un montón de tiempo, de esfuerzo, de buscar puntos en común y sacar lo mejor de cada uno para el bienestar de todos. Y a veces eso se rompe cuando creías estar en el apogeo, en la cresta de la ola y es todo un logro volverlo a unir. Y si no fuera por esta mujer, no se si eso se lograría. Hoy es uno de esos días. Lissa convenció a Lowrdez e hicieron un show, esperando que, para fin de año, Bandana completa se vuelva a juntar”. Déjenme decirles que todavía sigo con la boca abierta, así que mejor empezar.

No mi quiero dispertar, porque sé que si disperto, el pollo se va rajar

El presidente Alberto Fernández advirtió que el gobierno “podría subir las retenciones o poner cupos” si los exportadores de alimentos trasladan a sus productos los precios internacionales. “No estoy contra el campo, sino a favor de la mesa de los argentinos”, remarcó. Ahí nomás la Mesa de Enlace se ofendió ante lo que llamó una “amenaza pública” y, acordándose de la ley del Talión, amenazó con desatar un nuevo conflicto. La opo mediática empezó a preguntarse si servían las retenciones para bajar los precios de los alimentos, mientras Mario Negri afirmó que “ponerse en frente al campo es pegarse un tiro en el pie”. “El Gobierno, partiendo de una de las filosofías claras del kirchnerismo, no puede vivir sin la grieta, sin tener un enemigo al frente”, agregó. “No, querido, lo que no podemos es vivir sin asado”, le contestó uno que pasaba por ahí mientras le hacía la V. “En Estados Unidos existe un programa de acceso a la comida que ayuda a 40 millones de personas, acá tenemos la tarjeta AlimentAr. Hay que ayudar a esos sectores y no a los que quieren comer un asado todos los fines de semana. Si hoy un argentino come un asado cada dos o tres semanas está bien, es lo que sucede en el mundo”, terció Iván Ordoñez, que vendría ser un especialista en agronegocios, parece un nutricionista camuflado y es, en realidad, alguien con capacidades de empatía diferentes. Cero choripán, este muchacho. Ni siquiera uno vegano. “Ese planteo no tiene lógica, quieren subir los precios a costa nuestra”, retrucó Julia Strada. “En 2014 el campo se llevaba por tonelada de maíz 113 dólares, con retenciones al 20 por ciento. En el macrismo se llevaban unos 128 dólares por tonelada de maiz y esto siguió pasando en el 2020. Recién a partir de septiembre, cuando subió el precio del maíz, se llevan 177 dólares, con retenciones mas bajas. ¿Cómo es posible que si funcionó el negocio para todos los productores durante los últimos años ahora ya no funcione con los valores anteriores y tengan que actualizar a 200 dólares?”, aseguró, completando lo que en el pueblo llaman “cerrada de ocote”. “Si se quiere bajar el precio de los alimentos hay que cambiar el modelo: hoy la mayoría de los costos de producción están precio dólar, con los agroquímicos. El acceso a la tierra también está a precio dólar y por eso es necesario un Procrear rural, que permita democratizarlo. No hay forma de bajar los precios sin descalzar al dólar de la producción de alimentos y eso significa salir del modelo, el de los agrotóxicos y el de la concentración de la tierra en pocas manos”, sumó Nahuel Levaggi, dirigente de la Union de Trabajadores de la Tierra y director del Mercado Central, agregando una mirada diferente a aquella de los que sólo ven una fuente de dólares. Lo cierto es que algo debe haber pasado ya que la Mesa de Enlace se la pensó mejor y pidió una audiencia con el presidente, algo que ocurrió el miércoles. “Es injusto que nos marquen como formadores de precios, cuando somos deformadores profesionales”, se quejaron. Fue ahí cuando Basterra y Todesca sacaron una “listita” con el patrón de comportamiento en los últimos tiempos que les llevó algo así como dos dígitos de minutos de lectura, a lo que los muchachos del campo le contestaron “está bien, está bien, dejamos de escuchar después del primer ejemplo… pero sin retenciones, ¿eh?” Y ahí se fueron contentos, no sin antes comprometerse a seguir dialogando y “revisar cómo están funcionando los distintos eslabones de las cadenas productivas y de comercialización para detectar por qué se están produciendo desvíos de precios” que, a esta altura, todos parecerían admitir que son injustificados. Veremos.

Y las cosas que hicimos fue porque quisimos estar

“A mí no me da culpa ser multimillonario”, aseguró Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, mostrando que, además de un ego terrible, tiene mucha conciencia de clase. Aunque sea la clase de esos pocos que ostentan “tener clase”. “La única riqueza que genera un sentimiento de culpa es la que te afanaste, la ganaste a costa del hambre de otro. Pero no a costa del laburo. No se trata de lo que tenés, sino de lo que hacés”, afirmó quien hace de la salud un negocio y si alguien le replica que es derecho te manda a que le preguntés al Estado dónde lo podés tener. “La riqueza forma parte del capitalismo. No seamos hipócritas. Todos vivimos en ese sistema y cada uno va buscando cómo estar un poquito mejor. ¿Cómo? Haciendo”, afirma el empresario, orgulloso de serlo, para luego agregar por lo bajo “no es lo mismo que preguntar cómo la vengo haciendo”. Me encanta eso de cada uno va buscando la forma de estar un poquito mejor, casi trasluce un “no es problema mío si el del al lado no puede”. Bah, eso lo pone a la vista cuando dice “la gente cree que somos un sistema de salud público, pega la boleta en la heladera y nos putea todos los meses. Se enoja con nosotros, como si fuésemos responsables. Pero somos una opción. La medicina privada no es una obligación. Es para los que pueden pagarla”. “Y yo me puedo pagar el coucheo psicológico que me enfoca en ver lo bueno que soy en el negocio de la salud y no creer en esas patrañas de que es algo a lo que todos tendrían que tener acceso. Y lo pago tan salado que mirá si voy a sentir culpa por estarme enriqueciendo”, pareció escuchársele mientras se retiraba. “Eso es lo que yo pienso, la gente se enoja como si fuéramos responsables y no pasó nada, realmente es injusto”, suma Carolina Píparo, “en este país nadie va preso por provocar 4 puntos de sutura, sólo mi marido”, se lamenta. “Algunos dicen que perseguimos a los motociclistas y los cazamos, atropellándolos. Déjenme decirles que si así fuera, los tan sólo 4 puntos demostrarían que mi marido estaba practicando caza deportiva y que en ningún momento hizo algo que llevara a alguien a perecer”. Para la fiscal, el esposo de Piparo sí tuvo esas intenciones y además quiso “ocultar su accionar”. Sin embargo, la legisladora cree que la acusación sirve para tapar que “no hay política criminal en este país y en la provincia”. Menos mal, no me imagino cómo sería eso. “Yo empecé a militar contra el cinismo que nos gobierna hace mucho. Si no fuera mi marido, no habríamos hablado del caso", finalizó. Nos queda claro que si no hubiera testigos, probablemente los medios tampoco lo habrían hecho y ni nos hubiésemos enterado. Sin embargo, reconocidas personas salieron a brindarle su apoyo y también Roberto Cachanosky, quién aseguró que la causa judicial contra Píparo es un “atropello”. Estos economistas neoliberales siempre tienen el fallido justo. Carolina, el manto de sentido común va a ser mejor que se lo pidas a él, creo que conviene.

Que no siempre la suerte cae pa´arriba

Una serie de noticias evidenciaron que los hechos de corrupción denunciados por la gestión anterior no fueron tan bien hechos. Primero Leonardo José Durante, un agente de carrera de la Dirección Nacional de Vialidad desestimó maniobras para pagar sobreprecios en la causa conocida como “Vialidad”, algo que se volvió a repetir con la pericia del plan Qunita donde, además de desestimarse sobreprecios, se destrozó la denuncia de Graciela Ocaña. Horas después nos enteramos que el camarista Eduardo Riggi podría ser removido por la persecución ilegal al grupo Indalo; que el juez federal Gustavo Hornos visitó a Mauricio Macri cuando este era presidente del país días antes de procesar a la actual vicepresidenta Cristina Kirchner y que la Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal desestimó una apelación del fiscal Carlos Stornelli respaldando el fallo que determinó que no hubo delito en la decisión del titular de la Oficina Anticorrupción, Félix Crous, de desistir de las querellas en las causas Hotesur y Los Sauces. Todas causas iniciadas por el macrismo que (caramba, qué coincidencia) lo tenían como ejecutor al juez Bonadío y parecen desarmarse por faltas de pruebas. Sin embargo, según Clarín, estaríamos ante la peligrosa situación de que Macri “reciba un ataque judicial del kirchnerismo”. Uff, menos mal. De ser tan mal pensando llegué a creer que se le estaba complicando su situación judicial por los varios intentos de lafware. Debe ser noticia falsa, si no el partido judicial y el mediático no saldrían al rescate. Hablando de Mufaza, abandonó su descanso familiar en Villa La Angostura para tomar un avión y dirigirse a Qatar en su rol de presidente de la Fundación FIFA para sacrificarse yendo a festejar su cumpleaños número 62 en el restaurante de uno de los chefs más famosos del mundo y asistir a la final de la copa mundial de clubes. Es fija que apostó por el que perdió. Mientras tanto, la jueza Susana Margarita Gastaldi ordenó al periodista Santiago O´Donnell entregar los audios que derivaron en su libro sobre Mauricio, Hermano. Cómo será tan evidente la opereta judicial que hasta FOPEA salió a criticar la decisión

Vuela, cóndor, vuela, porque tu destino es cambiar la historia

Mientras despegaba y regresaba el cuarto vuelo de Aerolíneas Argentinas para traer a nuestro suelo otra tanda de Sputnik V, el gobierno nacional cerró un acuerdo para comprar la vacuna de Sinopharm y aguarda la autorización de la ANMAT para traer un millón de dosis que llegarían a fines de febrero. Si eso se logra y empiezan a llegar las vacunas que Putin prometió acelerar, el plan de Salud se verá fuertemente robustecido. Igual, hay que esperar a ver que dicen el Dipy y Sandra Pitta sobre este “nuevo avance del comunismo”. "Hace 20 días era un envenenador serial que había comprado unas vacunas para envenenar a la gente, y ahora resulta que me piden por favor que consiga veneno para todos los argentinos”, ironizó el presidente Alberto Fernández, y el silencio de la sierva de la Republica aturdió de una forma estrepitosa. Como si esto no fuera un golpe duro para la opo mediática, la OMS concluyó que el virus circulaba por Wuhan antes de que se detectase el brote en el mercado y descartó que el virus saliese de un laboratorio chino. Pero Infobae, que se pasó todo el 2020 asegurando esto último, no dio el brazo a torcer y tituló que “los expertos no hallan prueba del origen del virus”. Hablando de levantar vuelo, el que viene imparable es Martín Guzmán. A pesar de ser desarticulada la operación del dólar a $200, desde unos cuantos medios insisten en decirle lo que tiene que hacer y cómo, además de asegurar que viajará a Washington con el único fin de lograr un acuerdo que no complique las elecciones de medio tiempo. Algo que no parece inestabilizar al ministro, quien se dirigió a la madriguera opositora y sin levantar la voz pasó de responder las preguntas de Marcelo Bonelli a hacerlas y lograr que el periodista reconociera que gran parte del préstamo que tomó Mauricio Macri del Fondo Monetario Internacional, se fugó. Préstamo que, por cierto, va a ser investigado internamente por el propio FMI. Lo cierto es que Guzmán le pegó tan terrible paseo sin mostrar una mueca sobradora, sin un gesto de soberbia, que a Bonelli ya no le pareció un ministro de economía peronista. Yo no quisiera jugar al poker contra este tipo.

La indiferencia del mundo que es sordo y es mudo

“Hoy día no alcanza con bloquear las calles para evitar que las personas se vuelquen a ellas masivamente a protestar”, reflexionaron los comandantes del ejército golpista de Myanmar (no abra el Google Maps, la exBirmania, frontera con China, en Asia), quienes cerraron todo acceso a Internet para conseguir que la población no siguiera convocando por las redes a las concurridas movilizaciones que piden por el regreso de la democracia. Eso que les parecía tan buena cuando la usaron para incentivar la limpieza, y ya sabemos que no me refiero a la que se hace lustrando los pisos o enjuagando con lavandina. Mientras Bill Gates sigue “profetizando” nuevas pandemias que convivirán con “el calentamiento global y el bioterrorismo”, y Elon Musk sigue juntando bitcoins con pala, en Ecuador se llevó a cabo una elección que puede ser bisagra en los terrenos de la Patria Grande. El candidato correista Andrés Aráuz ganó cómodo pero no le alcanzó para consagrarse en primera vuelta e irá a balotaje. Y ahí está el problema. Las proyecciones de las mesas testigos y los primeros conteos daban como segundo a Yaku Pérez, candidato del partido indígena Pachakutik y tercero al banquero Guillermo Lasso. Al principio, todo bien. Que contemos los votos hasta el final, que dialoguemos y el que pierda apoya al otro, que vamos juntos contra Correa, pero con casi el 99.9% de las mesas escrutadas mostrando que a la segunda vuelta estaría entrando Lasso, Pachakutik se movilizó denunciando fraude electoral. Pérez aseguró que hay “6 provincias en las que se detectaron diferencias entre las actas y los resultados”, y exige se realicen dos auditorías. Una para comprobar las diferencias de esos votos mal contados y así ser el que entre al balotaje. Y la otra para averiguar por qué se gritó fraude y no se tuvo una sola noticia de Luis Almagro, el secretario general de la OEA, al que muchos esperaban ver por acá.

Mai onli frend di end

Pero la noticia que se lleva el destacado de la semana, tiene que ver con la emergencia del transporte decretada en Rosario que llevó a cambiar recorridos y unificar líneas. En algunos casos, se pudo ver llegar colectivos hasta con ¡9 dígitos! Si bien es algo que comenzó el 25 de enero, quienes esperan el ómnibus recién en estos días estarían llegando a la conclusión de que tantos números juntos corresponderían al celular del chofer para llamarlo y pedirle que se detenga o es el CBU al que hay que depositar el pasaje ya que se fue a ¡45 pesos! También se quejan de que saben cuándo y dónde se suben pero no dónde y cuándo se bajan. Esto me pareció raro así que llamé a un amigo de dicha localidad que, para no dar su nombre, lo vamos a llamar N. Conforti o Nahuel C. Le pregunté si era tan así la situación. “Mirá, Groncho”, me contestó, “el 115 es ahora el 133, pero hace el recorrido del 137. El 122 se autopercibe 127. Si sumás el 145 y el 146 tenés el nuevo recorrido del viejo 153. ¡Ah! El 122 rojo es el 127, en cambio el 122 verde sigue siendo 122 verde porque no madura más. Eso si, los que andan de parabienes son los tarotistas: necesitás contratar uno para saber dónde te dejará el colectivo”. Una cosa es cierta: o me voy a Rosario a hacer turismo aventura o cambio de informante.