El nuevo libro de Eugenia Straccali: “Medusa”, una tipa rapaz

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El nuevo libro de Eugenia Straccali: “Medusa”, una tipa rapaz

24 Abril 2022

Eugenia Straccali nació en La Plata en 1970. Poeta, actriz, dramaturga y crítica de poesía. Docente e investigadora del Centro de Teoría y crítica literarias de la UNLP (Argentina). Dicta la materia Teoría literaria 2. Ha publicado Antígona ningún dios respira sobre el mundo (2006), Editorial Al margen; Electra, ¿es posible matar a un muerto? (2010), Editorial Al Margen; Abismadas (2016); Ninfas (no musas), Buenos Aires Poetry, 2017; El alfabeto de los árboles, ediciones En danza, 2018; ¿Por qué no hablan las sirenas?, Ediciones Prueba de Galera, 2019; Para escuchar la música del poema, Buenos Aires Poetry, 2019; Soy bruja (nada me asusta, Ediciones en danza, 2020); Medusa, Vuelo de Quimera, 2021.  Es coordinadora del Atlas de la poesía argentina I “La poesía a travésde los astros” (EdULP, 2017) y del Atlas de la poesía argentina II “Hacia una poética archipelágica” (EdULP, 2019). Coordinadora de la Antología de la Poesía Federal de la Provincia de Buenos Aires (2019). Coordinadora del libro de ensayos poético filosóficos Derivas insulares “La isla infinible” (Vuelo de Quimera, 2020). Coordinadora general de la editorial Vuelo de Quimera y curadora de la web www.quimeraeditoras.com.ar. Lidia Rocha y Gerardo Curiá la entrevistaron para el programa Moebius y reproducimos parte de ella.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Por qué traer este mito al siglo XXI?

Eugenia Straccali: La risa de Medusa es un libro de Hélène Cixous, libro con una impronta feminista, que en su momento fue un núcleo de interpretación sobre la posición de la mujer y el patriarcado. La primera parte de mi poema es una intervención que hice con ese libro, que fue una especie de paradigma de la injusticia vista desde el feminismo, una lectura a contrapelo de la Medusa vengativa, cuya monstruosidad está leída en otra clave.

La transformación de Medusa en monstruo acarrea una serie de hechos bélicos: arrasan su templo, violan a sus sacerdotisas, transforman en serpientes lo más hermosa que tenía: sus cabellos. La mirada es más que un gesto, es un reconocimiento. Condenarla a convertir en piedra a quien mirase implica cortar su vínculo con el otro, la condenan a no poder ser mirada. Ella dormía con estatuas de piedra de todos aquellos a los que había mirado.

APU: Leonardo Massari, en el prólogo del libro, que “lo personal y lo ontológico se cruzan”

E.S.: Pensaba en Medusa, como de otras figuras de la mitología, como un perfil posible de todas las mujeres en cuanto a las imposiciones. Por eso en el poema hablo de los artificios, de los miriñaques, los corsés, los encorsetamientos. Hay castigos hacia lo femenino. No sólo porque una divinidad sale a castigarnos. Estamos dentro de la misma cultura que creó esos mitos. ¿Qué pasa cuando una mujer es bella o no lo es? Me hace pensar que todas tenemos una parte de Medusa y en los castigos que naturalizamos. Como el de Aracne, la buena tejedora convertida en araña. Pienso en la posición de las mujeres.

APU:La palabra “palabra” es la que más se repite en el poemario y lo atraviesa

Cortar la garganta es cortar la posibilidad de la palabra. Se quiebra la posibilidad de articular. Y somos lenguaje. La castración que sufre Medusa es la posibilidad de decir. Pero, una vez muerta Medusa, aparece la poesía. Sigue hablando Medusa en la poesía, que es una palabra infinitamente resignificada y que recupera los sentidos de lo que han sido cristalizados por el uso instrumental del lenguaje. El movimiento de la poesía es la potencia de la palabra que nunca termina de decir, su potencia es la resignificación infinita. La reparación de la ofensa tremenda que Medusa ha sufrido es la lengua poética a la que ha hecho nacer.

APU: Me llamó la atención tu manera de mezclar lenguajes en tu poesía. Nombramos al mito clásico y a  Hélène Cixous, pero en varias partes se cita o alude a las canciones de Patricio Rey y sus Redondidos de Ricota, banda de rock de La Plata.

E.S.:No tengo identificación con La Plata como ciudad, siempre me sentí una desterrada. Es una ciudad muy conservadora y elitista. No me siento platense, me siento de Gimnasia. Mi abuelo trabajaba en el frigorífico Swift, y “los tripas” vienen del obreraje. No me siento de la ciudad. Como si otro lugar me estuviera esperando. Los Redondos son platenses, sí, y sus imaginarios poéticos me atravesaron muchísimo: la deconstrucción de lo mitológico, el cruce de palabras plebeyas y hasta obscenas y palabras cultas…

APU: Como ancolía, que tuve que buscar en el diccionario. Y es una flor.

E.S.: Me gustaría escribir sobre las mujeres en los Redondos. Sobre rapacidad de las mujeres en sus canciones. El poema 30, del que vos hablás, dónde está “ancolía”, es de la canción “La chica con la remera de Greenpeace”. El acápite dice: “sueña con algún pajarraco que le dé un pie y sople su amor”. Otra cosa que me fascina de los Redondos es cómo logra cruzar imaginarios góticos, tribales, neoliberales. Un cruce que es muy difícil que hacer. Sobre todo, admiro eso. Por ejemplo, en Luzbelito, el Indio Solari habla de “fanfarria del cabrío”. Ha estudiado el modo de hablar en los rituales. “El ángel caído” es una canción cargada de las obscenidades del demonio desterrado. Cruza toda la teoría del ángel caído con el lenguaje más brutal. Hay un trabajo de deconstrucción del lenguaje. El primer título que pensé para el libro fue Medusa, una tipa rapaz, pero después pensé que era demasiado ricotero.

APU: ¿Cómo podemos acceder a Medusa, al libro?

E.S.: Tiene un dibujo de Leonardo Massari en la tapa, que está inspirado en una serie de fotos. Fue publicado como ebook y puede adquirirse en la página de Vuelo de Quimera, que es una editorial virtual que recién ahora está comenzando a editar libros cosidos a mano, artesanalmente.

tus títeres

lanzan sus células bestiales a la sombra de mi barca

empujando como lémures,

estigma rojo en el centro mismo,

cabalgando la desgarrada marea al lugar de partida más cercano

Sylvia Plath

 

Pero te vi, Medusa, pedí mi deseo,

y cuando te dejé, estaba vestida de pensamiento...

May Sarton

 

1.

La risa de Medusa

¿Dónde está ella?

Actividad/pasividad,

Sol/Luna,

Cultura/Naturaleza,

Día/Noche,

Padre/Madre,

Razón/sentimiento,

Inteligible/sensible,

Logos/Pathos.

Forma: convexa, paso, avance, semilla, progreso.

Materia: cóncava,

suelo en el que se apoya al andar,

receptáculo.

Hombre/ Mujer

 

Érase una vez ...

de la historia que sigue

aún no puede decirse:

«sólo es una historia».

Este cuento continúa siendo real

la mayoría de las mujeres que han despertado

recuerdan haber dormido haber sido dormidas.

(…)

y la nobleza

corset de metal para limitar la movilidad

prendas interiores de moldeado:

panniers, miriñaques

jaulas en forma de embudo

tela con varillas de metal

sustentando el vestido exterior

ese armazón de varias faldas

acorazaba la angustia

carozo quebrado,

Es a los hombres a quienes les gusta jugar a las muñecas.

Como es sabido desde Pygmalion

(…)

Hay una herida en la lengua materna

una cicatriz por la violencia del padre

garganta vacía

en ese hueco también vibra el poema

atroz

existe entre las montañas y sus cumbres

un monasterio en el que se exhiben

sábanas de algodón manchadas de sangre

niñas violadas por sus maridos en la intemperie de los cuartos

páginas en blanco

escritura hilvanada

cuando la fronda se agita, no se ve a la bestia.

(…)

Medusa se levanta del polvo

se ríe

tiene miedo

busca señales

se deshilacha su boca

lengua bífida

ojos amarillos

uñas de cristal

saliva lava blanca

se inclina hacia el humus

donde se mezclan lágrimas y rocíos

su cuerpo torturado encuentra la dulce arcilla

humus que recibe el espanto

para que todo tenga un fin y nada se pierda

(…)

Los invitados mudos beben su vino

en la pared hay un lienzo que congela el tiempo

todos se deslumbran por la belleza y el horror

desesperación en la balsa

la cabeza de la Medusa está colgada en el mástil

nadie derrama una lágrima.

Cortan. Cortex.

Corta su cabeza.

El cuento se acabó.

Telón.

*

10.

Los sacerdotes con las redomas

sangre de las venas de mi lado izquierdo

podrían resucitar a los guerreros

con la extraída de mi lado derecho

podían matar instantáneamente a una mujer

 

regreso cada vez

soy la peor de todas

cuando se ha ido la luz

casa pantano

letra del comienzo

las sílabas murmuran después

atraen la vibración de otras

forman palabras

mutan

vibraciones

 

quebrado cristal mi cuello se deja caer

las astillas provocan otros sonidos

otras sílabas

palabras nuevas

este hacerse y deshacerse del lenguaje

resguarda un hilo melódico

verdadero cuerpo-poema.

*

13.

 

Fui la bella hija de Forcis

la que ofendió a Atenea

cuando Perseo llegó de Argos con un ejército,

la diosa fálica lo ayudó a asesinarme.

Oyó la conversación de los soldados

como era mi enemiga

responsable de mi aspecto terrible

acompañó a Perseo en su aventura

había libido que derramar

 

nadie me ayudó

 

primero lo condujo a la ciudad de Dicterión en Samos,

donde se exhiben imágenes de las tres Gorgonas,

luego le advirtió que no debía mirarme

le regaló un escudo

brillantemente pulimentado.

 

Hermes también lo ayudó

entregándole una hoz diamantina

un par de sandalias aladas,

un zurrón mágico para guardar mi cabeza cortada

el yelmo negro de Hades

para volverse invisible.

 

Todos ayudaron a Perseo

las ninfas del Estigia, las tres Grayas cisnes de un sólo ojo,

también.

 

Nadie

nadie

nadie

advirtió a Medusa

las luces no debieron apagarse jamás

hay niñas asustadas que no fueron ni felices, ni buenas.

*

30.

sueña con algún pajarraco que le dé un pie y sople su amor

 

todo es lento en la espesura

se escuchó un grito en cámara lenta

no era humano

era mío

ancolía azul

quién soy

 

mi voz conoce la música de las piedras

 

aquí los árboles guardan secretos

las aves saben callarse

ocultan a tiempo el trino

los búhos conocen la inocencia animal

sólo los pájaros mudos saben de ese canto

 

afonía del poema

 

este es el punto final

el verde enciende la crispada visión del lince

 

muerdo el durazno maduro

su pulpa está demasiado blanda

 

la escritura comienza a caer como la nieve.