Voto electrónico: el final del sufragio único y secreto

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Voto electrónico: el final del sufragio único y secreto

21 Octubre 2017

Por Vladimir Di Fiore

Spoiler alert: Es más que probable que el lunes el gobierno vuelva a hablar(te) sobre la “necesidad” del voto electrónico como solución a todos los problemas conocidos y a por conocerse y que pueden mínimamente asociarse a una elección.

Es oportuno recordar que el valor más importante del voto es su condición de único y secreto, valor que queda vulnerado al utilizar una solución electrónica incapaz ¡por definición! de garantizar la seguridad que hace a tu voto.

Recordemos: el sistema electoral actual permite que cualquier ciudadan@, que sepa leer y escribir, intervenga sobre el proceso pudiendo entender, ver y auditar. Al pasar a un sistema electrónico solo los ciudadanos/as con formación específica y conocimiento del lenguaje de programación utilizado por la empresa proveedora de las máquinas pueden llegar a participar en tanto fiscales informáticos, rol que no garantiza el acceso pleno al sistema de votación ni permite tener una auditoría plena.

Por estas razones es que la inmensa mayoría de los países siguen utilizando el sistema de voto en papel y los pocos que probaron voto electrónico dieron marcha atrás en pos de garantizar el debido proceso y así cumplir con sus respectivas constituciones.

Si hay algo sobre lo que los especialistas no discutimos es que el debate voto electrónico si, voto electrónico no, es todo, menos nuevo. A mayor conocimiento sobre informática de la persona consultada, más firme es su postura contra el uso del voto electrónico, dato que cobra mayor relevancia cuando vemos que son las únicas personas con posibilidades, dudosas, de ser fiscales ante una votación de este tipo.

Desde que el año pasado, el proyecto de reforma electoral impulsado por el ejecutivo tuvo un duro revés en el Senado. Sin embargo, el Gobierno insiste en reflotar la iniciativa. Uno de los últimos intentos tuvo lugar el pasado 14 de agosto, en el marco de las PASO, cuando la versión oficial era que todos los “problemas” y “demoras” que vimos en el escrutinio provisorio o la falta de boletas en las urnas podría haberse solucionado si se usaba voto electrónico.

Llamativamente, mientras el Poder Ejecutivo le vende a la población que un sistema de voto electrónico es mas económico y seguro, todas las pruebas dicen lo contrario. El sistema es infinitamente más caro que la urna tradicional y lejos de garantizar la seguridad y transparencia del acto electoral, abre la puerta a un sinfín de posibles irregularidades, no garantizando el debido proceso, vulnerando así una máxima de nuestra Constitución: que el voto debe ser secreto.

En esta línea es oportuno recordar que especialistas en informática de la facultad de Ciencias Exactas de la UBA realizaron una demostración en el Senado donde sin usar chip dejaron expuesto cómo había votado cada persona que participó del ejemplo.

Por su parte, el último programador que denunció una falla de seguridad en el sistema de voto electrónico de la empresa MSA sufrió un allanamiento, donde le quitaron todas sus herramientas de trabajo y comenzó una causa penal.

Esta claro que tenemos pendiente evaluar formas de sumar tecnología a la hora del recuento, como ser cierre de actas. En las últimas PASO, Santa Fe realizó una prueba piloto en esta linea.

En resumen, con el voto electrónico:

- Se privatiza la democracia y se limitan las capacidades de los ciudadanos, que no pueden auditar el proceso electoral

- Solo ciudadanos con conocimientos específicos podrían hacerlo parcialmente

- La justicia dice que hay pruebas de que el sistema utilizado en las elecciones de CABA y propuesto para las nacionales no es fiable

- De modificar el software maliciosamente se afectan todas las mesas electorales del país.

- Se demostró que mediante un celular se pueden marcar los votos y contarlos

- Los insumos de la boleta son importados

- Un fiscal electrónico tampoco tendría forma de leer todo el código al momento de abrir los comicios

- Gran parte del proceso electoral queda en mano de trabajadores tercerizados de la empresa de voto electrónico

- En países desarrollados se dejó de usar porque no se puede garantizar todo el proceso

- Es difícil garantizar la no trasabilidad del voto y por ende garantizar el voto secreto