Gira de Lula por Estados Unidos: ¿Qué busca?

  • Imagen
BRASIL

Gira de Lula por Estados Unidos: ¿Qué busca?

15 Febrero 2023

Lula, durante el mes de enero, se reunió con representantes de 15 países, casi la mitad de los 31 encuentros bilaterales que Bolsonaro tuvo durante sus 4 años de gobierno. El actual presidente brasileño, así, está tratando de devolver al Brasil a la arena de la política internacional, a la cual la política del ex presidente Bolsonaro se encargo de relegar.

La política exterior de los últimos 4 años estuvo marcada por el desprestigio, peleas con mandatarios no afines, insultos fuera de todo protocolo y un alineamiento con personajes de dudosa calidad democrática, hicieron de Bolsonaro, y Brasil, casi un paria internacional. Hoy, Lula, intenta volver a su país al primer plano de la política internacional, inclusive participó de la COP 27, sobre el cambio climático, en Egipto, antes de asumir.

El 9 de enero, un día después del ataque bolsonarista a los edificios gubernamentales en Brasilia, Lula y el presidente de los EEUU, Joe Biden, mantuvieron una conversación telefónica en la cual el mandatario estadounidense, le brindó apoyo por el intento de golpe de Estado, e invitó a su par brasileño a visitar Washington.

El viaje de Lula a los EEUU pareciera que quiere ser la búsqueda de apoyo al gobierno basado en dos ejes importantes: respaldo al sistema democrático y a las políticas sobre el cambio climático y la transición energética. En el primer caso, los demócratas tienen un interés en particular, que consiste en debilitar el apoyo construido a Trump en la región de la mano de Bolsonaro, y especialmente de Eduardo Bolsonaro, quien lideraba una red de ultra derechistas de América Latina bajo el patrocinio ideológico de Steve Bannon, uno de los jefes de campaña de Trump e ideólogo de su gobierno.

A Lula le interesa generar ese vínculo por las mismas razones, debilitar a Bolsonaro como opositor y al bolsonarismo en general como espacio político. En la declaración conjunta se dejó en claro el rechazo mutuo del “extremismo y la violencia política, los discursos de odio y la desinformación”.

En cuanto a la segunda razón, Brasil quiere posicionarse, al contrario que el anterior gobierno, en un país amigable con las políticas ambientales y la conservación del Amazonas. También quiere lograr ser un polo de atracción para el desarrollo de energías renovables y las inversiones en este rubro. Hace algunos días recibió al canciller alemán Olaf Scholz, quien realizó una gira por la región con la intención de traer inversiones a Brasil, Argentina y Chile para el desarrollo del hidrógeno verde. Biden propuso la entrada de EEUU al Amazon Fund, una decisión que quedará subordinada a la aprobación del congreso de EEUU, y que tiene como objetivo la conservación del Amazonas a través de subsidios que prevengan la deforestación.

El gobierno demócrata también está interesado en las energías renovables, ya que son impulsores de grandes inversiones en esta áreas y podrían colocar varios millones en Brasil. Brasil puede ofrecer no solo cuestiones de recursos naturales y ambiente sino que, como el mayor país latinoamericano, puede desarrollar un protagonismo esencial en la estabilización de algunas de las crisis en la región, por ejemplo, el conflicto en Venezuela y las conversaciones de paz en Colombia entre el gobierno y la guerrilla del ELN. Si bien Lula propuso la creación un “grupo de países que no estén involucrados en la guerra de Rusia contra Ucrania para encontrar posibilidad de hacer la paz”, es difícil que esto ocurra, tanto EEUU como la Unión Europea se encuentran muy comprometidos con el apoyo a Ucrania y el envío de material bélico de apoyo.

Algo en lo que concuerdan los dos países es con la ampliación y reforma del Concejo de Seguridad de la ONU, y así lo dejaron explícito en la declaración conjunta luego de la reunión bilateral. Brasil, durante los gobiernos del PT, abogó por una reforma y que Brasil tuviese un asiento permanente en el Concejo. Nunca lo consiguió, pero el presidente demócrata parece muy interesado en hacer una reforma y permitir la ampliación, con asientos permanentes, para un país latinoamericano, uno africano y otro caribeño. En la ultima apertura de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Biden se pronunció a favor de una modificación de esta naturaleza, claramente impulsado por la guerra en Ucrania, ya que las resoluciones en contra de Rusia son dejadas sin efecto por el poder de veto ruso. El objetivo sería licuar el poder de Rusia dentro del Concejo o directamente expulsarla del organismo. Por último, Lula invitó a Joe Biden a visitar Brasil, a lo que el presidente norteamericano respondió afirmativamente.

La relación entre Brasil y los EEUU parece encaminarse hacia una recomposición basada en agendas con temas en particular antes dinamitados por las administraciones de Trump y Bolsonaro. Este Brasil, el de Lula, tampoco renuncia a la construcción de una política exterior basada en el multilateralismo y pensando en obtener lo mejor de ambos mundos, China y EEUU. Un delicado equilibrio que puede traer beneficios no solo al gigante sudamericano, sino también a toda la región, si es que Brasil asume el liderazgo y la responsabilidad de abocarse a una verdadera integración regional.