¿Fukuyama tenía razón? ¿Estados Unidos va a la guerra con China?

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    Xi Jinping y Putin

¿Fukuyama tenía razón? ¿Estados Unidos va a la guerra con China?

12 Junio 2023

Quo vadis?

¿Tenía razón Fukuyama cuando dijo, al final de la guerra fría, que la difusión de las democracias liberales y del libre capitalismo de mercado señalizarían el fin de la evolución sociocultural de la humanidad, el fin de la historia?

El fin de la guerra fría y el período unipolar que continuó confirman esa previsión. La expansión económica de las ideas y valores occidentales, de la afirmada superioridad de las democracias liberales acabó, por caminos complejos, llevando a la OTAN a las fronteras de Rusia. La guerra de Ucrania eclosiona. Como explotó la de Corea y mostró al mundo la seriedad de lo que señalaba Churchill desde el discurso de la cortina de hierro en Estados Unidos. Si hoy la unipolaridad ya no es una realidad ¿Podría eclosionar la guerra de Ucrania sin un cierta concordancia de China?

Si estamos viviendo una segunda guerra fría y la guerra de Ucrania es la primera guerra caliente de la segunda guerra fría, como la de Corea lo fue de la primera –a pesar de más compleja en razón del teatro de operaciones europeo. ¿Será que también tendremos una crisis de los misiles cubanos, ahora involucrando otra isla y semiconductores? Obsérvese que en este caso la entonces posición de Kruschev es la actual de Estados Unidos, de verse obligado a tener una presencia naval distante. La implementación final de una única China sería la coronación de la carrera del líder chino Ji Xinping. A pesar de la mala voluntad del pueblo americano en luchar guerras más allá del mar, la no defensa de Taiwan o la derrota sería el Suez americano, aún pudiendo provocar una corrida del dólar y títulos del tesoro americano.

En el encuentro anual del Parlamento Chino, el marzo pasado, el líder chino Xi Jingping dijo que está preparado para la guerra. Al mismo tiempo que el gobierno anunció un aumento de 7,2% en el presupuesto de defensa, que se duplicó en la última década y, aún, un artículo publicado en un diario del Partido Comunista Chino, con el título “bajo el liderazgo de Xi Jinping pensamientos en el fortalecimiento de las fuerzas armadas, nosotros avanzaremos victoriosos” que afirma sin palabras a medias: “ante las guerras que nos puedan ser impuestas, necesitamos hablar con los enemigos en un lenguaje que entiendan y usar la victoria para ganar paz y respeto”.

Como en la guerra de Corea, estamos, en la Europa del siglo XXI, delante de una guerra de conflicto de larga duración que en el futuro puede reproducir el mismo resultado: un armisticio sin el fin claro del conflicto. Mientras tanto, en este escenario, pregunto si Estados Unidos puede permitir una victoria de Rusia en esa guerra. De la misma manera ¿Puede China permitir una derrota? ¿Estados Unidos puede, en el contexto general, soportar un conflicto duradero, que está usando el arsenal convencional de reserva de occidente y cuya reposición no será inmediata, dada la actual situación de la infraestructura industrial de defensa? ¿Sera esta guerra la distracción que algunos están comenzando a afirmar? ¿Está China preparada? ¿Es esta la ocasión perfecta para justificar una nueva corrida armamentista?

Si nuevamente estamos en una guerra fría, los tiempos ya no son los mismos de entonces, ni los opositores, tampoco los aliados: en su mejor momento el PBI de la Unión Soviética no era ni la mitad del americano o los aliados necesitaban afirmar no ser vasallos, como dijo Macron recientemente; no teníamos la inteligencia artificial ni la computación cuántica. No teníamos, como hoy tenemos, toda la interacción que las relaciones  comerciales de la modernidad permitieron y que repercute en la cantidad de abstenciones en la Asamblea General de las Naciones Unidas durante la votación de las resoluciones sobre Ucrania. No teníamos un Estados Unidos con una infraestructura interna carente de inversión delante de una China en situación de ventaja o paridad en el desarroll tecnológico e inversiones en investigación e infraestructura.

Además, el campo de batalla tecnológico no es nuevo, es sólo recordar la batalla comercial reciente entre Estados Unidos y China sobre Huawei, el caso de los globos derribados… Del pasado tenemos las armas nucleares, incluso en Corea del Norte. Pero, no nos olvidemos, estamos delante de una batalla ideológica que no tiene nada de nuevo. El comunismo chino es comunismo, aún con la pátina de economía de mercado y Estados Unidos se considera los guerreros santos en la batalla del bien contra el mal.

En enero de 2023 fue filtrado un memorándum del General de la Fuerza Aérea americana Mike Minihan que afirma textualmente “Espero estar equivocado. Mi instinto me dice que lucharemos en 2025. [El presidente chino Xi Jinping] garantizó su tercer mandato y estableció su consejo de guerra en octubre de 2022. Las elecciones presidenciales de Taiwan son en 2024 y ofrecerán a Xi un motivo. Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son en 2024 y ofrecerán a Xi una América distraída. El equipo, la razón y la oportunidad de Xi están alineadas para 2025”.

Como observa el lector, respuestas no tengo para esas cuestiones o mismo es verdadera su inevibitabilidad, aún  termino con la primera pregunta Quo Vadis?
Espero que no me venga a decir: vado iterum crucifigi

*Zilan Costa e Silva es abogado especialista en derecho internacional privado, derecho marítimo y portuario. Artículo publicado originalmente en Bahia Noticias

Traducción: Santiago Gómez