Solidaridad italiana con Venezuela: Caracas llama, Roma responde

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Solidaridad italiana con Venezuela: Caracas llama, Roma responde

28 Octubre 2016

Por Diego Kenis

Desde este viernes 28 y hasta el domingo 30 se desarrollará, en el corazón de Roma, el V Encuentro de la Red Caracas Chiama de solidaridad italiana e internacionalista con Venezuela. La cita pasó en sus distintas ediciones por diferentes ciudades italianas y en este 2016 ha vuelto a Roma, mientras a ocho mil kilómetros la Revolución Bolivariana asiste al enésimo intento de desestabilización.

El escenario actual en Venezuela otorga un matiz especial a este nuevo Encuentro de la red, definida también como Caracas ChiAma, un juego de palabras aprovechando coincidencias del lenguaje italiano entre las expresiones “llama” y “quien ama”.

Desde Roma, la periodista Geraldina Colotti atendió el llamado de AGENCIA PACO URONDO para conversar sobre el evento. Columnista de Internacionales del diario Il Manifesto, Colotti fue una de las fundadoras de la red y es hoy su principal vocera. Durante la charla, definió los objetivos de la entidad, enumeró las actividades que llevan adelante, anticipó puntos salientes de este V Encuentro y trazó un análisis sobre la actualidad venezolana y de la Patria Grande, una definición continental y política que considera basal para un nuevo tipo de anticolonialismo.

 

AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué es Caracas Chiama y cómo surgió?

Geraldina Colotti: Es una red de respaldo a la revolución bolivariana que surgió hace tres años, con el suporte de movimientos, militantes, centros sociales y organizaciones de izquierda italiana y de migrantes de Latinoamérica, Filipinas, Sri Lanka o Bangladesh, entre otros puntos del mundo. La idea ha sido de reagrupar a todas las organizaciones que han hecho trabajo internacionalista sobre Venezuela alrededor de algunos principios inclusivos como el anticapitalismo, el antiimperialismo y el feminismo revolucionario, y por el no al fascismo, al machismo, a la homofobia y la xenofobia. La idea es hacer enlaces sud-sud desarrollando ante todo acciones y batallas de las ideas desde el norte, empezando por la lucha al capitalismo en nuestro propio país.

La izquierda italiana se encuentra desafortunadamente muy dividida. No es fácil reunir a todos los sectores, pero estamos asumiendo el desafío

 

APU: ¿Qué actividades desarrolla la red?

GC: Hace campañas contra la guerra mediática y desarrolla actividad política en los territorios, construyendo solidaridad internacionalista, buscando construir un enlace entre los contenidos del socialismo bolivariano que se pueden entender como un mensaje general, un estímulo para discutir los problemas del socialismo en una nueva coyuntura: desde el siglo de las revoluciones al de la revoluciones democráticas y de gobierno. El desafío no es fácil, como se ve en Venezuela. Cuando de verdad se quiere hacer reformas estructurales verdaderas, siempre tenés que enfrentarte a los poderes fuertes y asumir un determinado nivel de autodefensa a veces no pacífica. Aquí este tema ha sido demonizado después de la lucha armada de los años ’70 y ‘80 y la caída de la Unión Soviética. Quieren hacernos pensar que la única vía es la del neoliberalismo, sólo un poco menos salvaje, y la democracia burguesa. El tema del poder popular y del municipalismo es bastante entendido en algunos lugares como Nápoles, donde hay un alcalde que entiende bastante lo que pasa en Venezuela.

Hacemos debate también sobre las políticas solidarias del ALBA (NdR: la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) contra la de la Europa neoliberal y de guerra. A veces utilizamos los logros de Venezuela para mostrar que sí se puede: por ejemplo, con la ley Contra el Silencio y el Olvido y por los desaparecidos de la IV República (1958- 1998), que reivindica el derecho a la rebeldía, también armada, de los pueblos, contra las democracias camufladas. Un tema bien escondido aquí, donde los guerrilleros de los años ‘70 son considerados terroristas y también los rebeldes de hoy son reprimidos. La red Caracas Chiama organiza cada año dos encuentros nacionales, preparados con debates en los seis meses previos y posteriores. En el último día se acepta a las organizaciones que quieren candidatearse para organizar el siguiente encuentro nacional. Hasta ahora, el comienzo fue en Roma, después se hizo en Nápoles, luego en Ravenna y Lecce y ahorita de nuevo en Roma.

 

APU: ¿En qué consistirá este V Encuentro de Roma?

GC: Van ser tres días de debate, con invitados, embajadores y políticos, y referentes de movimientos. Se va pedir un compromiso concreto para ayudar a Venezuela a los representantes políticos que están en el Parlamento y en el Parlamento Europeo. Hay distintas mesas de trabajo. Una sobre Venezuela, logros y desafíos. Otra, sobre el feminismo revolucionario y la relación entre pensamiento de género y la lucha de clases. Una tercera, sobre el internacionalismo. Y, finalmente, la cuarta debatirá en torno al poder popular versus democracia liberal. Y como cierre, una plenaria con propuestas concretas y temas para el próximo encuentro y para la campaña.

 

APU: ¿Cómo ven la actualidad venezolana y de la Patria Grande?

GC: Venezuela está bajo múltiples ataques porque está llevando un camino hasta el socialismo, y (el presidente Nicolás) Maduro está haciendo bien, en el plan nacional e internacional. Venezuela es un laboratorio de logros y desafíos que está experimentando y por eso avanza cayéndose y corriendo, inventando, errando y rectificando como debe ser en esta nueva fase y sobre todo ante la ausencia total de respaldo desde este norte de guerra, imperialismo y complicidad. La experiencia venezolana es una amenaza inusual y extraordinaria para el imperialismo, sin duda, porque es un ejemplo para el mundo de que se puede andar otro camino. La idea de la Patria Grande ha sido una idea fuerte para un nuevo tipo de anticolonialismo, que ha dejado huellas también después del regreso de las derechas en algunos países como Argentina y Brasil. Venezuela es una trinchera que se tiene que respaldar para permitir a los movimientos de Argentina, Brasil y otros países organizarse para una nueva victoria con bases más claras y de clases.

 

APU: ¿La sociedad italiana, sus medios de comunicación y clase política, se muestran interesados o sensibles ante la realidad de otros pueblos, como el caso venezolano?

GC: No mucho. Aquí la guerra mediática es muy fuerte y la propaganda contra el socialismo bolivariano, muy poderosa y mentirosa. Utilizan todos los métodos de intoxicación posibles para presentar otra realidad: los guarimberos son “pacíficos” reprimidos por el régimen, los golpistas son “democráticos” que combaten contra el castro- madurismo, etcétera. Una vergüenza. Todos los periódicos tienen dueños y responden a estos dueños, que copian lo que dicen El País de Madrid, si son “progresistas”, y lo peor de Estados Unidos, si son de derecha. En general, Italia volvió a ser un país muy provinciano, donde los periódicos hablan de política politiquera o de deporte o de escándalos y no de los problemas verdaderos. Y así pasan por alto leyes contra el pueblo, que recortan pensiones, salarios, derechos laborales y educativos, de salud... El año próximo van cumplirse cien años de la revolución comunista bolchevique. Aquella revolución ya no existe, pero el miedo de la burguesía que por setenta años ha temblado está muy presente. Un miedo que, desde Venezuela y Nuestra América, puede volver a temblar.