Érase una vez en Hollywood… una industria que no premiaba mujeres 

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Érase una vez en Hollywood… una industria que no premiaba mujeres 

08 Febrero 2020

Por Carolina Micale

#SoWhite - #SoMale

Una industria de hombres blancos es el reflejo de 92 ceremonias de los Oscars desde 1929. Y la que se llevará a cabo este domingo 9 de febrero de 2020 no será la excepción. 

En los últimos años la premiación de cine más vista del mundo recibió críticas por casi no nominar actores afroamericanos. Famosos como Will Smith se rehusaban a asistir a la ceremonia. La protesta #OscarsSoWhite fue el primer paso para cuestionar a una Academia constituida por un jurado 90% blanco y 70% masculino (que años anteriores registraba números todavía más elevados). Y en 2019 pasaron hechos impensados, como que una película protagonizada por Pantera Negra, un superhéroe de Marvel, se llevara tres estatuillas. Sin embargo, este año las críticas no tuvieron el mismo efecto. De todas las categorías, sólo la actriz afroamericana Cynthia Erivo fue nominada esta vez, por su papel en Harriet, una película biográfica sobre una esclava que liberó a cientos de personas de una organización clandestina. Algo que tampoco llama la atención, ya que parece que las películas con temáticas de esclavitud y “negritud” son las elegidas, históricamente, para premiar a artistas afroamericanos, dejando a un lado todas las demás. 

Harriet tiene otra particularidad: fue dirigida por una mujer (Kasi Lemmons). Quizá suene raro (o quizá no), pero esta es una característica destacable, si se considera que es difícil para las mujeres acceder a dirigir una película. Y, aun si lo logran, no reciben muchas oportunidades de realizar un segundo largometraje a pesar de tener un exitoso debut. Sin embargo, 2019 pareció ser un buen año para el género femenino situado detrás de las cámaras. Según la revista Variety, el 12% de las 100 películas más taquilleras estuvieron al mando de mujeres. Otra vez, aunque no parezca (o tal vez sí), este es un número elevado, considerando que en el 2018 se registró tan sólo un 4,5%, y es el más alto registrado desde que el Instituto Annenberg de la Universidad del Sur de California comenzó investigar los datos desde el 2007. Entre los títulos que fueron destacados y aplaudidos por la crítica el año pasado estaban: Mujercitas (Greta Gerwig), The Farrewel (Lulu Wang), Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma) y The souvenir (Joanna Hogg).

Mujercitas se encuentra nominada a Mejor Película este año. Sin embargo, su directora, Greta Gerwig, no fue considerada para Mejor director. Desde el nacimiento de los Oscars, nueve décadas atrás, sólo 5 mujeres fueron nominadas en esa categoría: Lina Wertmüller fue la primera en 1976 por la película Seven Beauties, Jane Campion fue nominada por The piano en 1993, Sofía Coppola por Lost in translation en 2004, Kathryn Bigelow fue la única ganadora de la terna en la historia de los premios, debido a su labor en The hurt locker en 2010. Por último, Greta Gerwig fue nominada por su película Lady Bird en 2018. Si bien Gerwig perdió esa nominación, no pasó desapercibido que haya sido la quinta nominada de la historia. Este año, con Mujercitas, su apuesta se iba a redoblar. Pero el resultado no fue el esperado. 

Para Gerwig, como para todas las demás, fue difícil ser considerada para los Oscars. En su caso, también tuvo que luchar durante el armado de la película que adapta la famosa historia de Louisa May Alcott. “Cada paso que di fue una pelea”, expresó mientras recibía un premio en los Kodak Film. Mientras Quentin Tarantino trabajaba con Sony Pictures para Érase una vez en Hollywood, Gerwig tenía que sortear los obstáculos que los ejecutivos de la misma productora le ponían en frente. Ante la negativa de no querer financiarle una película grabada en cinta, la cineasta les contestó: “¿Cuántas copias de 35 mm fueron impresas para Quentin? ¿En cuántos cines se va proyectar? Yo quiero lo mismo”.

A pesar de la conmoción causada por el movimiento #MeToo y #TimesUp, en donde se expusieron casos de mujeres acosadas, abusadas sexualmente y maltratadas en los sets de cine —el mismo Tarantino fue denunciado por Uma Thurman, a quien llamaba su “Musa”— y, en paralelo, el debate sobre las condiciones laborales para las mujeres dentro de la industria, la balanza continúa siendo muy desigual.