El 19 y 20 de diciembre de 2001 en otras ciudades argentinas

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    Mar del Plata 2001

El 19 y 20 de diciembre de 2001 en otras ciudades argentinas

18 Diciembre 2025

El 19 de diciembre de 2001 amaneció soleado en la Ciudad de Buenos Aires, con temperatura acorde a la época. Lo que sí estaba de verdad caliente era el clima social. La gente fue ganando las calles para hacer escuchar sus reclamos y la represión no tardó en llegar. En medio de un desbande generalizado con diversos epicentros comenzaron los ataques y saqueos a supermercados. Se interrumpió parcialmente el transporte y los medios de comunicación pasaron a centralizar el tema. Hacia el fin de la tarde, el contrato social estaba absolutamente roto y los sentimientos imperantes eran de incertidumbre y angustia.

El estallido social masivo contra una profunda crisis política y económica llamado “Argentinazo” dejó un saldo de 39 muertos y consagró el reclamo bajo la frase “que se vayan todos”. Ya avanzada la tarde del 20 de diciembre, cuando levantaba vuelo desde el techo de la Casa Rosada el helicóptero que se llevaba por última vez a Fernando De la Rúa, dejaba atrás una plaza destruida, humeante y muertos. Una imagen repetida de Argentina, que no debe olvidarse.

Si bien las miradas estaban mayoritariamente fijadas en las cercanías de la Casa Rosada y Plaza de Mayo por ser el lugar consagrado de los reclamos históricos del pueblo argentino, en cada ciudad del país el conflicto se replicaba sumando demandas locales. A continuación, repasamos algunas crónicas de aquellas fechas en diversos medios periodísticos.

Mar del Plata: el estado de sitio a las puertas del Palacio Municipal

Según recuerda el medio 0223, durante aquella jornada “una multitud se encontraba apostada en las puertas del Palacio Municipal cuando entró en vigencia el estado de sitio decretado por Fernando De la Rúa para tratar de contener el malestar social que, a esa altura, mantenía a toda la Argentina convulsionada" (...) "Cerca del mediodía, un grupo de efectivos policiales se acercó a la manifestación y le pidió a la gente que se retirara. Pero, lejos de atender la solicitud, los manifestantes optaron por permanecer sentados sobre el asfalto, de forma totalmente pacífica, para manifestar su rechazo al gobierno de la Alianza y a sus políticas económicas que habían arrastrado a millones de argentinos a la pobreza".

"Minutos después, bajo las órdenes del jefe de la Departamental, Carmelo Impari, los efectivos avanzaron sobre la gente y la atacaron con palos, balas de goma y gases lacrimógenos. Casi en forma simultánea, otro grupo de personas, que reclamaban en inmediaciones del Banco Provincia de Luro y San Juan el pago atrasado de los planes Jefas y Jefe de Hogar, también fue blanco de la brutalidad policial. El saldo total fue una docena de heridos, algunos, incluso, debieron ser trasladados al Hospital Interzonal. El fantasma de los saqueos que ya habían registrado en otros puntos del país, pronto se hizo realidad en Mar del Plata. Los primeros hechos ocurrieron en supermercados de 168 y Berutti y avenida Fortunato de la Plaza y Cerrito, a donde la gente ingresó a llevarse alimentos”.

Para esas fechas Jorge de Filippis era militante de la Corriente Clasista Combativa, hoy es dirigente sindical al mando de una lista de Obreros Navales. “Ese 20 de diciembre salimos del Barrio Libertad, el 19 habíamos estado reunidos en la Sociedad de Fomentos, dirigiamos el movimiento de desocupados y decidimos que al día siguiente había que salir como sea", recuerda. Sobre el inicio de la represión señala que "en Avenida Luro y La Pampa comenzó la agresión de la Policía para impedirnos avanzar; Luro y San Juan y la zona de la Municipalidad fueron las más violentas y donde se hizo sentir con más fuerza".

Por otro lado, también plantea: "El estado de sitio nos traía muchos recuerdos de la dictadura, no lo podíamos permitir. Con los compañeros tomamos la decisión de quedarnos en la calle y de sentarnos en una ronda frente al Palacio Municipal en la calle esperando y manifestando nuestro repudio. Al rato se acercó el jefe de calle encargado del operativo y nos dijo que nos daban diez minutos para retirarnos de ese lugar. Nosotros decidimos quedarnos y mucho antes de cumplirse el tiempo se produjo una avanzada con gases lacrimógenos y palazos. Fui detenido junto a otros compañeros, acusados de estar a cargo de dirigir la protesta”.

Diciembre en el hervidero cordobés

“Son las diez de la mañana del 19 de diciembre. Dos compañeros trabajan haciendo mantenimiento de edificios a pocas cuadras de la Municipalidad. El calor va subiendo, así como también la bronca de los empleados que marchan por el centro exigiendo salarios que están sin cobrar", así describe la crónica de El resaltador. "El paro con movilización se hacía sentir teniendo como respuesta las balas de goma y los gases que la policía de la provincia impartía para controlar la bronca. Las radios anuncian manifestaciones, saqueos y confrontación en varias ciudades del país. En ese momento, en que ambos compañeros deciden dejar de trabajar, uno de ellos vuelve a su barrio en Argüello mientras el otro se arrima a la marcha de los municipales", continúa el texto.

El saldo de la represión: "Hay un clima social que dice a gritos que no se aguanta más, sin embargo, en ese momento, nadie lograba anticiparse realmente hasta qué punto llegaría la efervescencia popular en las siguientes 48 horas. La represión de esos días terminaría en Argüello con la vida de David Ernesto Moreno y junto con él, la de otras 38 personas en todo el país -Sergio Ferreyra y Sergio Pedernera completan los tres casos cordobeces-. En el centro, el accionar policial llenó de gases el sindicato de Luz y Fuerza donde se habían refugiado varios trabajadores municipales. Se desata una batalla abismal".

"En Argüello grupos de vecinos y vecinas comienzan a acercarse a las puertas del supermercado de un barrio exigiendo mercadería. Algunos deciden entrar a sacar alimentos, otros se quedan en la puerta hasta que llega la policía y comienza a reprimir. Ese hambre popular que crecía al mismo tiempo que aumentaban la desocupación, el empleo precarizado, los contratos basuras de toda una década de políticas de ajuste y privatización eran imágenes que los grandes medios utilizarían para criminalizar la pobreza y la protesta social”, retrata la noticia en unos de sus párrafos finales.

Mendoza: de la estadística a la realidad efectiva, y viceversa

"El jueves 13 de diciembre de 2001 se produjo el primer saqueo en Mendoza, un grupo de personas llegó al Atomo de Avellaneda y Capilla de Nieve en Guaymallén. En total fueron 25 saqueos en 5 días, en varios la policía tuvo que disparar balas de goma para frenar los intentos de la gente para ingresar a los supermercados. Los que llegaban a la puerta de los supermercados decían que no les llegaba el dinero de los planes sociales. Desde el gobierno negaban que no estuvieran cobrando los beneficios y decían que, además de la necesidad, los saqueos estaban orquestados. El gobierno entregó bolsas con alimentos para frenar los saqueos, eran donaciones de empresarios y supermercados". Con esa concatenación rearma el escenario el diario Los Andes.

"La economía de Mendoza cayó 7% en 2001 y las consecuencias del estancamiento primero, debido a que estábamos en recesión desde 1998, y de la devaluación después, no tardaron en hacerse sentir", sigue la descripción. "Se incrementaron las ayudas sociales y las estrategias de supervivencia, como los clubes del trueque que se expandieron por toda la provincia. El gobierno decidió en enero del 2002 emitir un bono para oxigenar las cuentas provinciales y así apareció el Petrom", se plantea.