Kicillof fue al centro del poder cuando nadie lo esperaba

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    Axel Kicillof
    Foto: Daniela Morán

Kicillof fue al centro del poder cuando nadie lo esperaba

29 Septiembre 2025

Siempre el trabajo

Kicillof, Axel, camina y logra que hasta las encuestas lo apoyen en este camino hacia las elecciones y su proyección. La primavera parece estar dispuesta a dejar su huella este octubre de 2025. Hay en eso varios asuntos que pueden ser observados de sus últimas acciones, tanto en el país como en el campo internacional, para establecer que en su acción va parte importante de las esperanzas de los argentinos para acabar con este tiempo cruel, representado por el neoliberalismo en desbandada.  

Con trabajo, Kicillof se plantó en un centro que el poder no esperaba por estos días cuando en Nueva York, participó en el marco de la Asamblea General de la ONU de una contracumbre, “Democracia siempre” y un homenaje a Pepe Mujica, junto a los presidentes de Brasil, Lula, de Bolivia, Luis Arce, de Colombia, Gustavo Petro, de Chile, Gabriel Boric, y de Uruguay, Yamandú Orsi. Milei urdía en esos instantes, la última payasada en la que – perdido como turco en la neblina – perjudicó a cientos de productores rurales, en una maniobra de mercado destinada a pagar “la ayuda” que le prometió el secretario de TeSoros de EE.UU Bessent, en horas en que el presidente Donald Trump no estaba dispuesto a realizar. 

El gobernador bonaerense, obsérvese con cuidado, participaba en un nivel presidencial, era el único mandatario que, en carácter de mandatario provincial, se unía a la contracumbre, junto a presidentes de varios países suramericanos. Las emboscadas de los entregadores neoliberales de la patria no se hicieron esperar, y tuvo que desmentir el viernes, imágenes fraguadas por el equipo del decadente Adorni, en las que aparecía de compras. Kicillof fue amplio al responder, no habló únicamente de esas falsedades: “Dejen de estafar, de mentir y de fabricar fakes que no causan gracia”, expresó para aclarar: “Pero la imagen de Milei entregando la política económica a Trump es tristemente verdadera”.

La oportunidad y la unidad

En su alocución, Kicillof remarcó que “Estamos transitando una decadencia de una hegemonía económica, monetaria, geopolítica e ideológica de un mundo unipolar, pero también hay una enorme oportunidad. Por eso el mejor homenaje que le podemos hacer a Pepe Mujica es aprovechar esa transformación en favor de las mayorías populares”. Políticamente, el planteo es uno de los más sencillos y claros de cuántos se han escuchado por estos días. La coyuntura internacional por la que atravesamos los argentinos, es en el marco de un fin de época, la decadencia que subrayó el gobernador, y la debilidad conjunta del poder que ostentan las principales potencias del mundo occidental, en tanto se circula hacia un horizonte multipolar. Esa es la oportunidad argentina. La que reconocen los presidentes que protagonizaron la contracumbre que no son líderes que compartan la totalidad de las ideas que presenta cada uno. Allí existe una unidad respecto del mundo que avistan en común, las diferencias así, entran el campo de la unidad. Si no hay diferencias no existiría jamás la unidad porque ésta, es producto de asimilar las mismas a un proyecto común. Y ese concepto de unidad, es el que tiene en sus manos Axel como una diferencia incluso en el plano de la política nacional. Pocos dirigentes como él, presentan ese rasgo. Lo tienen algunos gobernadores que pregonan el alistarse en un rumbo común a partir de gestiones propias de enorme esfuerzo y valía. Citemos a Gildo Insfrán, Ricardo Quintela, el propio Nacho Torres en Chubut, Llaryora en Cordoba o Medela en Tierra del Fuego y Sergio Ziliotto en La Pampa, que luchan frente al desgobierno y la entrega de Karina, Toto y su hermano.

Esa distinción, que lleva a compartir un camino reduciendo el efecto de las disidencias, es básico cuando se pretende construir políticas para acabar, como sucede en el presente argentino, no solo con políticas gubernamentales de entrega y destrucción como las que realiza el gobierno actuando incluso, fuera de la ley y Constitución. Kicillof entonces, aparece como la oportunidad, el cambio y la transformación a encarar. 

Líbranos del hombre de la libra

Caputo Toto junta dólares para la fuga porque prepara la huida. En mayo, varios medios sostenían que el 90 por ciento de sus bienes, ya estaban en el exterior, y hoy algunos aventuran que su familia habría partido. Más allá de la certeza de estos hechos, no es menos cierto que el hombre del JP Morgan, fuga en rumbo incierto. Cuándo se caía la opción Trump, que en abril pasado rehusó reunirse con Milei, Karina y Toto en Mar-a-Lago, Miami, las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, cuando Kicillof acentuó su visión política al desdoblar el comicio y ganar no solo en votos, sino en acentuar su percepción para la acción política. El gobierno profundizaba el saqueo al pueblo pero iba de derrota en derrota porque también el Parlamento, le asestó golpes decisivos. Los días felices de la entrega se veían obstaculizados por una reacción política que presentaba un alto grado de movilización popular en las calles. El gobierno en tanto, saqueaba para los poderosos y escondía la inflación. Keynes decía que “Con un proceso continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar, secreta e inadvertidamente, una parte importante de la riqueza de sus conciudadanos”.

Hay un aspecto de lo sucedido con la “ayuda” de los gringos, a considerar. Scott Bessent tenía 29 años el 16 de septiembre de 1992, cuando hundió, de la mano de George Soros, al Banco de Inglaterra apostando contra la libra esterlina. Los timberos, los estafadores y los usureros, embolsaron US$1.000 millones en lo que fue una de las movidas más audaces de las finanzas globales luego del Muro de Berlín. “Pusimos al banco (de Inglaterra) contra la pared” revelaría luego Bessent. Por estos días, Bessent sería el secretario del TeSoros de Donald Trump. Se trata del espacio más importante en el mundo financiero, en el mismo nivel que el de su par de la Reserva Federal. Su nombramiento, fue una puesta en escena de un jugador enemistado con las políticas de Trump. Por eso, Bessent aparece cuando la estrategia Trump se caía en las opciones Karina-Toto (el hermanito se entera muchas veces por los diarios de lo que sucede). Bessent no le dio al dúo del peligro “una ayuda”, les exigió una muestra de sometimiento al poder. Y en eso consistió la eliminación de las retenciones “por un ratito” para que las financieras de los comodities hicieran su “negocio chino” con el cual, embolsaban dólares en cantidades, y perjudicaban las políticas de Trump (los farmers republicanos estallaron) que pedía aislar a China de las operaciones en el continente. Bessent fue claro frente a la hermana y Caputo, habrá ayuda pero, primero, ganá las elecciones, campeón. El poder financiero solo cree en las operaciones en presente, no aventuran aunque lo pretendan así, que los neoliberales ganen el 26 de octubre. Solo hacen aquello que produzca caja, ya. Y el dúo hermana-Toto, hizo el negocio (ellos van a las comisiones que pueden estar en el cinco, dos más que el tres), detuvo un poco al mercado, pero hizo estallar a las organizaciones de productores, la Rural a la cabeza, porque el negocio lo hicieron las corporaciones del agro, no ellos. La famosa “ayuda” así, es la zanahoria para el burro y alineó a Kristalina FMI con Scott: “Damos la bienvenida a los EEUU ayudando a argentina, al banco mundial, al BID viniendo con apoyo”, exclamó y cerró, “Sus intereses (la deuda) y los nuestros están alineados”. Kris y Scott, quede claro, no la van con Trump.

De ahí que, en una crisis que parece no tener vuelta atrás, el país se acerca a un quiebre de época. Un liderazgo de nuevo tipo, como el que encara Kicillof, se acerca a expresar una diferencia clave porque expresa una mirada necesaria, una renovación generacional para la transformación, y hasta un equilibrio entre la gestión pública del Estado y su proyección en el trazado de una propuesta que, a nivel nacional, se inscriba en la realidad mundial vigente. La claridad de sus expresiones, y la construcción de un centro en que sitúa la unidad nacional en un contexto regional, son sus apuestas más claras.