Wesley Macheso: “La ‘africanidad’ ha sido hondamente tergiversada en las culturas occidentales y se necesita rescribir esas narrativas”

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EL OTRO MAPA

Wesley Macheso: “La ‘africanidad’ ha sido hondamente tergiversada en las culturas occidentales y se necesita rescribir esas narrativas”

28 Enero 2024

Con esta entrevista al escritor africano Wesley Macheso, AGENCIA PACO URONDO comienza una larga serie de reportajes a autores de países como Nigeria, Fiji, Polonia, Pakistán, entre otros, que no han sido traducidos al español, pero cuentan con una obra valiosa de destacar para nuestro continente. Algo que se consigue gracias a los reportajes en inglés y la posterior traducción realizados por Marina Porcelli.

Nacido en 1989, en Blantyre, Malawi, Wesley Macheso ha publicado numerosos cuentos cortos y trabajos de prosa, además de un volumen de versos, Una mascarada de espíritus (A masquerade of Spirits, 2020); y de Akuzike y los dioses (Akuzike and the Gods, 2017), un road movie de literatura infantil por el que obtuvo el Premio literario Peer Gynt 2015. Integró dos veces el short-list de la Beca de Escritura Creativa Miles Morland, y en 2023 fue seleccionado para participar del Programa Internacional de Escritura de Iowa, Estados Unidos.

Agencia Paco Urondo: Hablemos un poco de tu recorrido ¿Cómo te convertiste en escritor, cuáles fueron tus primeros libros, qué fue lo primero que escribiste y publicaste?

Wesley Macheso: Empecé escribiendo cuando estaba en la secundaria, pero lo hacía principalmente para mí mismo y nunca se lo mostraba a nadie. De hecho, mi primer poema, “Buenos días, aldea global” se publicó en 2014 en la revista digital African Writers. A partir de ahí, empecé a publicar muchísimo en forma online: cuentos, sobre todo. En 2015, gané el Premio Peer Gynt para literatura infantil, por el manuscrito Akuzike y los dioses, libro que terminó editándose en 2017. También publiqué un volumen de poesía, Una mascarada de espíritus, en 2020.

APU: Una mascarada de espíritus trabaja con fuerza cuestiones de identidad, la palabra “África” aparece muchas veces y cobra una dimensión política, más aún cuando desde la academia escribiste sobre comunidades africanas trans ¿Cómo operan estos temas en tu escritura?

W.M.: Antes que nada me pienso como un escritor que pertenece a un continente con una historia muy conflictiva. La mirada social (el compromiso social) es central en el trabajo de la mayoría de los autores africanos, por muchas razones. Yo creo que África y la africanidad han sido hondamente tergiversadas en las filosofías y culturas occidentales, se necesita rescribir esas narrativas. Lo mismo hago en mi propuesta académica.

La dimensión política es central en mi escritura desde el momento en que nuestra historia está ligada a la violencia sociopolítica y a sus falseamientos. Por ejemplo, pienso en la representación que Joseph Conrad hace de África en El corazón de las tinieblas. Ahí, Conrad trabaja la yuxtaposición de la luz con la oscuridad para armar un contraste entre Europa y África. En la novela, los europeos “son” la mente (lo racional, digo) y África “es” el cuerpo.

APU: Tu segundo libro de prosa, Akuzike y los dioses, es un título de literatura infantil ¿Podrías hablar sobre qué particularidades tiene para vos escribir ese tipo de literatura, a diferencia del trabajo de otras narraciones?

W.M.: Pienso que escribir literatura infantil es todo un desafío. Demanda una forma distinta de imaginación. Uno tiene que reimaginar cómo es ser joven, o un chico, o cómo podría haber sido, y eso necesariamente desafía la escritura. Pero la alegría aparece de verdad cuando el libro aterriza en las manos de algún chico, en algún lado, y eso lo hace feliz.

“La dimensión política es central en mi escritura”.

APU: Una vez dijiste que uno de los motores de tu escritura radicaba en la hablar de la injusticia. Muchos de tus cuentos son historias de personajes, gente de la calle, cercanos a la oralidad, escenas cotidianas ¿Es esta una de las propuestas más fuertes de tu escritura?

W.M.: Cierto. Volvemos al asunto de la mirada, del compromiso social. La mayor parte del arte popular en Malawi incluyendo a la música, presentan a la mujer, al hombre común. como sujetos centrales de las historias. Nuestra escritura trata mayormente sobre la vida cotidiana y sobre las voces de la gente que no suele tener espacio en nuestra sociedad. En lo personal, no pienso que la escritura sea un lujo o una actividad ociosa. La pienso como una obligación, como una responsabilidad. Mi escritura tiene que decir algo, es decir, responder de alguna manera a los discursos de poder, dar voz a los “sin voz”, hablar de estas cosas. Eso es lo fundamental para mí.

APU: Escribís en inglés, pero el chichewua es tu lengua materna. ¿Cómo opera este cruce de lenguas y cómo influyen en tu escritura?

W.M.: Siempre es difícil escribir con un trasfondo bilingüe. Y para mí, es todavía más difícil porque nosotros hablamos chichewa en casa y también en la escuela primaria, donde es la lengua escolar hasta cuarto grado. Pero a partir de quinto empiezan los problemas cuando los estudiantes deben cambiar su lengua al inglés. Como escritor, muchas veces me encontré pensando en chichewa y escribiendo en inglés y eso, automáticamente, afecta el modo de expresarme. Implica un esfuerzo enorme incorporar la lengua colonizadora y usarla de manera efectiva para hablar de nuestras realidades, pero creo que ese es nuestro destino en la poscolonialidad.

APU: Sobre la tradición literaria en Malawi ¿Qué autores reivindicas y por qué? Lo digo pensando en el período de independencia de este país y cómo los autores del panafricanismo de todo el continente tuvieron mucho impacto en América Latina.

W.M.: De 1960 a 1990 fue un período prolífico de escritores en Malawi. ¿Viste que dicen que la crisis estimula la creatividad? Después del proceso colonial, Malawi desembocó en el gobierno del dictador Hastings Kamuzu Banda. Y durante los 30 años de su mandato fue realmente difícil ser un escritor o un intelectual crítico en el país. De hecho, muchos autores fueron detenidos, asesinados, exiliados, o desaparecidos. Muchos tuvieron que ser realmente hábiles para evadir la censura. Para hacerlo, echaron mano a la tradición oral (mitos, leyendas, folclore) y lograron contar historias en contra del régimen sin resultar demasiado obvios. Admiro el trabajo de muchos de esos artistas, y en cuanto a los nombres quiero mencionar los de Jack Mapanje, Steve Chimombo, Anthony Nazombe, and Frank Chipasula. Escritores brillantes.

APU: Pienso en los versos del poeta keniano Albert Ojuka, “Peatón mientras pasa un hombre en Mercedes” a quien te referiste alguna vez.

W.M.: Los escritores que mencioné arriba trabajaron en la misma línea que poetas como Ojuka, o Ayi Kwei Arma, Chinua Achebe, Ngugi wa Thiong’o y tantos similares. Pero estos autores enfrentaron un nuevo opresor: la élite africana que tomó el poder de los colonizadores después de la independencia; la desilusión y la condena por el fracaso independentista aparecen claramente en sus escritos. Luchamos juntos por la independencia, pero de golpe [lo que sigue es cita del poema de Ojuka] “un hombre aparece en su Mercedes Benz, te salpica agua sucia de un charco en la calle para seguir su camino por las calles sucias"…

“Implica un esfuerzo enorme incorporar la lengua colonizadora y usarla de manera efectiva para hablar de nuestras realidades”.

APU: ¿Qué libros de la literatura universal te interesan y por qué?

W.M.: Cuando era estudiante leí muchos libros de la “literatura universal”, tanto en ficción como en no ficción, y admiré la escritura de muchos lugares. Pero ahora quiero mencionar solo algunos libros. Me gustan los escritores que se esfuerzan por insertar el humor para construir una literatura seria sin trivializar nada. Pienso en Foreign Gods Inc. del nigeriano Okey Ndibe, y en Angela’s Ashes the Irish, de Frank McCourt. La literatura del Caribe me resulta bastante ingeniosa, todos deberíamos leer Small Island, de Andrea Levy, y los poemas de Linton Kwesi Johnson. También admiro la literatura anclada en propuestas filosóficas/ existenciales. Pienso en Haruki Murakami. Me gusta el trabajo de Junot Díaz y de Gabriel García Márquez, amo a Toni Morrison y a los todos los poetas afroamericanos del Renacimiento de Harlem. Hay también muchísimos autores africanos nuevos y brillantes que merecen atención. Entre otros autores norteamericanos, puedo nombrar a Scott Fitzgerald, Tayari Jones, James Baldwin, todos me interesan. Me encanta su relación con el contexto inmediato.

APU: ¿En qué estás trabajando ahora?

W.M.: Actualmente estoy trabajando en mi primera novela, un libro de aliento largo. Tengo un manuscrito terminado y ahora debo sumergirme en las aguas turbulentas de la búsqueda de un editor,o de un agente. Así que no queda más que desearme suerte.

 

Del libro A masquerade of spirits

Vuelta a casa

No quiero volver a casa

a la llanura elísea de miel y de leche.

no tengo el gusto por los bailarines con máscaras

no deseo vírgenes de carnes tentadoras.

No vengo de cuna noble

y lo salvaje no reside en mi pecho.

Quiero volver a mi casa real:

al sol creciente que suplanta el rocío

al sol enemigo del polvo.

Casa de la televisión, de la moda, del glamour.

A la vida nocturna y a los quehaceres diurnos.

A la corrupción, al hambre, a la guerra, y al VIH.

Vuelvo a casa, a África.

 

Pelo crespo

Este, mi pelo crespo,

es mi identidad oscura llena de luz.

Estos brotes de espirales resistieron la prueba del tiempo

y la de los hombres también.

Las raíces fuertes de este afro natural

proclaman mis raíces fuertes africanas

la unión de legiones de la raza

esparcida voluntaria e involuntariamente

sobre la cara de la madre tierra.

Este pelo grenchudo ha conocido soles,

soles de brillar furioso

más sofocantes que los infiernos terroríficos

del averno cristiano.

Mi pelo atestiguó invasiones.

Vio al invasor

invadir la tierra, invadir el alma.

Y mi espíritu casi estalla

bajo el peso del imperialismo.

Pero yo me mantengo firme

sobre las raíces fuertes de mi cultura.

No quemaré mi cabeza

para impresionar al capitalista tirano.

Peines calientes, planchas planas, pelo con permanente

no son para mí.

Químicos que descalcifican los huesos

no son para mí.

Usaré mi pelo negro

tan descuidado como natural.

Porque yo soy mi pelo crespo

yo lo soy.