Julián Axat: “La poesía no viene del pasado, viene del futuro”

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Julián Axat: “La poesía no viene del pasado, viene del futuro”

28 Julio 2019

Por Boris Katunaric

APU: Desde el título arrancás con una cita de Ernesto Cardenal y tiene una palabra que no usamos mucho en Argentina que es "gasolineras". Lo que me pasó, pensando solamente el título, y que lo constaté al leer el libro que es cierta resonancia, una estética muy sutil con lo posapocalíptico y con la ciencia ficción.

Julián Axat: el libro está pensado desde una estética Philip Dick en la poesía. Lo que quise escribir en gran parte son poemas de ciencia ficción; Blade Runner y el monólogo de unos de los replicantes, el  de las lágrimas sobre la lluvia, el de Rutger Hauer[1]. En ese sentido el ambiente es estilo Mad Max o En la Carretera de McCarthy, jugar con esa idea posapocalíptica. Los poemas hablan de lo que es el arrasamiento y la destrucción. La cita de Cardenal es del primer texto de los Epigrama,  me pareció que Cuando las gasolineras sean ruinas románticas era una proyección o un deseo de lo que quede de esa destrucción. Las estaciones de servicio, traducidas al castellano, quedan mal, es una palabra demasiado larga y compuesta. La palabra "gasolinera", como se usa en Mexico y en el Caribe, es más sintética. Es también Beatnik, la ruta 66 donde Kerouak, Sam Shepard, William Burroughs, descansan a escribir algunos textos en esas gasolineras, que son también artefactos en el camino donde además de comerse un hot dog y tomarse una cerveza, se toman un tiempo para trazar un borrador de un texto. Es un no lugar pero un lugar romántico. Más cuando la gasolinera está abandonada y es una ruina.

Lo que yo hice fue salir a buscar estaciones de servicio por el país, que hoy son ruinas, consecuencia de esta política de gobierno neoliberal, que las concentra en una firma sola que, extrañamente, va comprando estaciones de servicio y le pone el mismo nombre a todas o porque la judicializa, criminaliza, y se las da a la mafia amiga del poder.  También las estaciones de servicio están abandonadas a la vera de los caminos porque los dueños, inversores independientes, se las van vendiendo a las grandes firmas y también porque se las va quedando el mismo oligopolio de siempre. Constanza, mi pareja, fue sacando fotos en las rutas de estas ruinas abandonadas que parecen naves espaciales, oxidadas, con los surtidores caídos, entonces va recorriendo esa romántica de las ruinas perdidas.

APU: Muy cyberpunk.

JA: Muy cyberpunk con un tono romántico de búsqueda y recuperación de las ruinas.

APU: Sin embargo Emiliano Bustos en el prólogo hace una asociación con Eneas que sostiene al padre y al hijo al mismo tiempo y también se proyecta un futuro en eso. Pensar el pasado y el futuro siendo que la ruina hoy no es el futuro sino el presente.

JA: El poema sobre Anquises de Horacio Castillo, poeta platense, es un poema con el cual yo arranco el libro de él, Gotas de crítica común, en el prólogo analizo cuál es la relación entre un padre y un hijo poeta. Cuando hablo del padre hablo de Miguel Ángel Bustos. En ese poema de Horacio Castillo dice que Eneas lleva a Anquises sobre sus hombros y en un momento del camino, el padre ya viejo, debe dejar a Anquises sobre el suelo, ya ha cumplido su fin. En algún momento Anquises tiene que llevar al padre sobre sus hombros, al revés, el hijo carga al padre. Este es el juego de la metáfora con la antología Si Hamlet duda le daremos muerte. Ahí trabajamos con muchos compañeros de HIJOS que escriben poesía, no sólo Emiliano sino Juan Aiub, Alejandra Szir, compañeros de poesía con los que trabajamos juntos la figara del hijo y del padre, de los legados, de las influencias. Sobre todo para pensar la estética durante los 90 y los 2000, luego del 2001 (el libro se publicó en 2010) en relación a nuestros padres que escribían en la década del 60 y 70 y de los cuales también son nuestras referencias; Paco Urondo, Juan Gelman, Bustos, Joaquín Giannuzi. Poetas inevitables a los cuales nosotros también nos enfrentamos e intentamos reescribir. En ese sentido Cuando las gasolineras sean ruinas románticas sigue en la búsqueda de ese legado, sobre todo tras la muerte de Juan Gelman.

APU: El poema que escribís a Gelman es brutal, ahí hablás de la muerte de la estatalidad y con una ironía muy marcada, ahí decís que los únicos invitados al banquete de su cadáver fueron los viejos nuevos poetas de los 90.

Resultado de imagen para cuando las gasolineras sean ruinas romanticasJA: El kirchnerismo no tuvo poetas. No trabajó la cultura de la poesía. Fomentó más la narrativa, la iniciativas culturales giraron en torno a la Feria de Frankfurt, esa gran política que la embajada o cancillería le interesó incidir. En ese gran encuentro de Frankfurt  se llevó más narrativa que otro género, lo cual está muy bien porque la narrativa… los chilenos exportan poetas y los argentinos narradores, decía Bolaño y no sé si es tan así porque hay muchos poetas escondidos, hay una potencia de producción poética en Argentina bastante oculta.  El problema es lo unitaria que es esa concentración, siempre se visibilizan grupos o grupúsculos de la CABA. Ahora empieza a haber un trabajo sobre la aparición de los poetas del interior, el trabajo que hizo el Centro Cultural de la Cooperación, etc. 

Juan Gelman es la gran voz. Hay una relación entre el acceso al premio Cervantes y su lucha por los derechos humanos, la histórica búsqueda de su nieta, es decir, Gelman estuvo siempre presente como poeta en ese apoyo de la política cultural, es un referente inevitable. Cuando muere en 2014 los primeros que salen a hablar son los poetas de los 90, y muchos de ellos, en algunos diarios, dicen que en realidad Gelman fue importante en su estética pero que muchos lo negaron durante los 90. Algunos de manera explícita y otros lo ningunearon y otros reconocen que por negación fue importante en su estética. No importa quienes eran, lo cierto es que aparece una reacción que lo pone a Gelman, ya muerto, en un lugar donde muchos no lo respetaron, no lo vieron. Por ese entonces escribí una nota en Página 12 quejándome de esta situación, hablando de la importancia que había tenido Gelman en la escritura de los que nacieron en los 60 o 70 y escribieron y fueron canonizados en los 90.  Me pareció que esa negación había sido muy injusta. El poema es una discusión sobre esa discusión. La relación entre Gelman y Cardenal está todo el tiempo en el libro, porque Cardenal sí decide ser un ministro de Cultura con la revolución nicaragüense. Él, que venía de traducir a los beatniks, venía de ser un monje trapense, seguidor de Thomas Merton, que venía de buscar los legados de la poesía latinoamericana en los pieles rojas… él sí decide hacer un salto al poder estatal y es la primera vez que un poeta asume de ese modo. Gelman no hizo eso, sin embargo la talla de Gelman y Cardenal son similares. Por eso está también cómo se reparte el cuerpo de Gelman en ese encuentro del CCK en 2015. Ahí fueron invitados algunos de los poetas de los 90, paradójicamente, y algunos de los que veníamos de esa línea que poníamos en duda lo que quedaba de esa estética.

En esa lectura, donde estábamos todos juntos, para mí se produjo un click que era lo que iba a pasar en la poesía que venía. Estaba todo mezclado y quedó expuesto que aquellos que organizaron ese encuentro les dio lo mismo que estén unos y que estén otros. Y a mí me parece que eso no es ingenuo, no debería haber sido así. No que debería haber habido exclusiones, sino que debería haber habido más reflexividad. Muchos de los que estuvieron ahí hablaron pestes de Néstor y Cristina, tiene libros y tapas dedicados a defenestrar la política y la estética kirchnerista. Me parecía que faltó una discusión de cuál era el legado de la poesía.

APU: ¿E incluirlos en esa discusión?

JA: Que se haya dado esa discusión. Pero como nos estábamos yendo y era uno de los últimos eventos en los que una política cultural se despide…

APU: Hay una figura, un poeta,que mencionás en el libro, que le dedicás un poema que habla sobre una gasolinera encontrada en el cometa 67/P que es Alberto Szpunberg.

JA: Este libro dialoga con cuatro poetas, Gelman, Cardenal, Bustos y, principalmente, con Alberto Szpunberg. El libro que publicó en Lamás Médula, La habitante del cometa 67/P , ese libro es la influencia de Cuando las gasolineras… porque es un libro posapocalítico también, que trabaja la ciencia ficción desde la poesía, es una genialidad de Alberto donde Rosa Luxemburgo viaja en un asteroide y cuenta y canta a su poesía o a su figura epigonal. Alberto está todo el tiempo en el libro, con los astros, con las estrellas, con los planetas, Alberto es insignia. Alberto tiene la lucidez de ser un escritor que se reinventa en cada libro. Es un poeta que tiene esa herencia de René Char que siempre lo que lo atraviesa son los rayos y centellas, siempre está iluminado por ese aura de la poesía que no lo deja. Es también su misticismo, ahí está la cábala, esa búsqueda de lo desconocido, la revolución en él es estelar, una revolución de los profetas, de las estrellas, juega todo el tiempo con el viaje astral. Ahí hay un trabajo de diálogo con el futuro, ese futurismo es algo que mi generación podría buscar, sigue una línea generacional que en los 90 no se venía siguiendo, la profecía en la poesía, la búsqueda de una revolución imposible, las estrellas digo. Lo astronómico en la poesía.

APU: Lo astronómico y un poquito de astrológico.

JA: Claro, la eternidad, el infinito. En ese último trabajo de Alberto está, pero no quiere decir que en los demás no esté. Está en El Che amor, en La academia de Piatok, en esos textos hay una búsqueda mística por un universo posible y ese universo es una profecía iluminada y revolucionaria. Y principalmente revolucionaria. Para mí sigue siendo el gran poeta vivo.

Cuando las gasolineras… es un diálogo con esos cuatro poetas. Y en términos de hermandad es un diálogo con Emiliano. Muchos de los poemas son reescrituras de sus poemas, sobre todo con Poemas hijos de Rosaura.

APU: Una de las metáforas más logradas que tiene el libro está en el poema “En qué estrella viven mis abuelos, papá”

JA: Esto que te voy a contar a mí me conmocionó mucho.  Ana Diego fue desaparecida en 1976. Ella fue una estudiante de astronomía de la Universidad Nacional de La Plata y su cuerpo fue recuperado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Estaba enterrada en un cementerio de Avellaneda. En 2012 la universidad de La Plata hizo un homenaje a ella denominando a un asteroide con su nombre. Que existan cuerpos celestes que lleven el nombre de nuestros padres me pareció un proyecto genial. Eso me obsesionó, pensaba si a la astronomía mundial le interesaría poner nombres a los cuerpos celestes de las personas que están desaparecidas producto del terrorismo de Estado. Eso es lo que me llevó a pensar en ese poema, más allá de lo que nos contaban cuando éramos chicos. Lo cual es una idea romántica, un poco infantil, pero nosotros fuimos criados con ese relato por nuestros abuelos para darnos alguna esperanza de que los vamos a encontrar ahí. Hay una película que se llama Contacto, donde la protagonista viaja por un agujero de gusano y se encuentra con su padre en una estrella, esa idea que es impresionante me voló la cabeza y me hizo pensar que los desaparecidos están y que pueden llegar a ser el nombre de los planetas o de los cuerpos celestes en el futuro.

APU: Yo lo pensé más con la idea de esos soles que mueren pero su luz sigue proyectándose por el tiempo, la cantidad de años luz que tardan en llegar.

JA: También. Pero, con lo del asteroide Ana Diego, si eso ocurrió una vez por qué no es posible hacer lo mismo e ir denominando con un nombre a cada uno. Proyectarlos en el cielo como cuerpos, me parecía una idea poética genial.

APU: ¿Y las ruinas?

JA: Otra de las ideas que están en el libro son, no las ruinas del pasado, sino las ruinas del futuro. Viste que el deconstructivismo derrideano cree que hay que sacarle las capas semánticas a los objetos culturales para encontrar en el fondo la ruina o el objeto que subyace. Un jeroglífico que habla de un pasado remoto donde alguna vez se dejó un signo, esa semilla original en donde está todo el pasado. Bueno, en mi libro está pensado al revés. Esa semilla original por la cual uno debería deconstruir la simbología de la realidad no fue puesta por el pasado, fue puesta por el futuro. Fue algo que vino del futuro y lo colocó. En todo caso lo que uno devela lo que está escondido detrás de esa realidad, no está develando a los ancestros sino el porvenir. Esa sí es una idea de Walter Benjamin, porque para él, buscando en los pasajes de París, no estaba sólo la revolución francesa sino que estaba, no el viaje de los ancestros sino el de los herederos de la revolución…

APU: ¿El Mayo francés?

La imagen puede contener: 1 persona, sentadoJA: El Mayo francés era la semilla de lo que tenía que descubrir para la próxima revolución. Pero la tenía que encontrar en ese pasado. En la revolución francesa iba a encontrar el Mayo francés. Pero era el futuro, no el pasado. Cuando la Gasolineras… gira todo el tiempo sobre esa idea. Las ruinas no están hablando de lo que pasó, del apocalipsis, el apocalipsis habla del pasado, de lo que va dejando ese artefacto, pero habla de todo lo que puede llegar a venir, de todo lo que se puede llegar a construir, de la necesidad de reinventarse. Esto de volver a encontrar el futuro en las tertulias de los bares, en las plazas, en los barrios, en los lugares marginales, en las conversaciones con los oprimidos, la potencia del pasado viene en el futuro. La poesía no viene del pasado, viene del futuro, viene del legado de los hijos que vamos a tener, de los poetas que vamos a ser o de los que va a aparecer. Eso es muy benjaminiano, pero ojo que Marx habla del mesianismo del pasado. No, también hay un mesianismo del futuro.

APU: Siempre veo en tu poesía una relación con Bolaño, en este caso el poema “Estrella cercana”. Es un poema completamente terrenal y habla sobre Miguel Ángel Estrella. Emiliano también dice que vos tenés una forma de apropiarte de lo coyuntural pero, a mi criterio, nunca me sonó al poema militante.  Y este poema condensa mucho esa perspectiva política.

JA: El título que eligió Bolaño para su poesía es La universidad desconocida, eso es una ruina romántica. Que eso, es la búsqueda de un lugar donde están los poetas aprendiendo. Bolaño está presente en mi poesía por su obsesión con el mal, 2666 y Los detectives salvajes son la búsqueda de un agujero negro  en la palabra, que se traga, a través del genocidio, del asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, el terrorismo que sufrieron los países latinoamericanos, la búsqueda de lo que quedó en el tejido, es una obsesión por el mal. Estrella distante  es el libro donde más muestra ese costado donde es posible que un poeta sea, no un maldito, sino un asesino sistemático de personas. Ahí reconozco que en la poesía no está solo la palabra del bien. No lo digo por el malditismo de Rimbaud, maldito no es lo mismo que malo.

APU: El poeta maldito suena más a loco excluido, incomprendido en su tiempo. Más romántico si se quiere. El malo es el malo de la película.

JA: Slavoj Žižek, dice que los genocidios tienen que estar pergeñados por un poeta.

APU: O por el hijo de un poeta… acá tenemos el caso.

JA: Leopoldo Lugones. Žižek dice, es tan difícil de explicar el holocausto, el mal, que a veces es necesario trabajarlo desde la poesía. O sólo la poesía podría explicar, como en Adorno,  lo que ocurre tras un holocausto. Entonces, si sólo la poesía puede explicarlo, porque sólo el poeta tiene la capacidad decir hasta donde llegó la hondura del mal quizás detrás de ese mal también haya un poeta que lo haya construido. Ese poema, “Estrella cercana” juega con esa idea y está basada en una anécdota concreta y real que le pasó a Miguel Ángel en la cárcel de Chimbas. El día que él fue a conversar con los presos de la cárcel y entre ellos estaba inmiscuido el genocida Jorge Olivera. Estaba perdido entre la gente, se hizo pasar por un preso común, le pidió prestado el piano a Miguel Ángel, que es un caballero, y tocó la Cumparsita, y Estrella ni se da cuenta. Cuando le agradece por el piano le dice quién es.  Y al final le dice “yo soy un preso político”. Aparecen muchísimas cosas, también es lo que está pasando hoy, de enfrentársele a la víctima, sólo en este contexto político es posible lo que cuento en ese poema. Ese avasallamiento, donde el perpetrador le hace eso a la víctima es impresionante. La prepotencia que sienten, aún presos, hoy en día los milicos, de rebajar. Eso es todo lo que está pasando en este momento y esa es la estrella cercana, no distante.


[1] Al día siguiente de esta entrevista se conoció la muerte del actor Rutger Hauer, quien interpretó al replicante en la película Blade Runner. Según los cálculos del entrevistado (en un diálogo por facebook), el actor murió en una hora cercana en la que hablábamos de él, sino la misma.