Muerte al 2020: el falso documental de Netflix para despedir el año

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Muerte al 2020: el falso documental de Netflix para despedir el año

02 Enero 2021

Por Diego Moneta

Cada vez que se cumple o se cierra un ciclo anual, suelen hacerse repasos o reflexiones. Y Netflix lo hizo a través de la recopilación de algunos de los hitos que marcaron el 2020. 

El 27 de diciembre se estrenó Muerte al 2020, producida por Broke and Bones, que fue fundada por Charlie Brooker y Annabel Jones tras dejar la compañía creadora de la serie Black Mirror. Brooker y Jones tienen un acuerdo de producciones exclusivas con la plataforma de streaming y esta es su carta de presentación. La obra está dirigida por Al Campbell y Alice Mathias y la narración está a cargo de Laurence Fishburne. 

El especial fue escrito durante cuatro meses y fue filmado a finales de noviembre durante diez días en Londres y Los Ángeles. Debido a restricciones por la pandemia, se implementaron burbujas de producción y cada integrante del elenco participó en una jornada distinta. La tarea finalizó poco tiempo antes de que la ciudad estadounidense reforzara el confinamiento.

De entrada, una aclaración pertinente: no es una continuación ni una adaptación al contexto de ciencia ficción distópico de Black Mirror. Brooker decidió que las tramas en ese sentido no eran lo que la audiencia necesitaba en un año así. En lugar de continuar el espiral descendente de la humanidad, la realidad del 2020 fue deprimente hasta para Black Mirror. Por esa razón, Muerte al 2020 presenta una serie de personajes ficticios que discuten eventos de dicho intervalo temporal, en especial relacionados a Estados Unidos y Reino Unido, mezclando información y sátira.   

La principal carta de presentación es su gran elenco. De esa manera, nos encontraremos con los siguientes papeles: Dash Bracket (Samuel Jackson), reportero del New Yorkerly (sic) Times; Tennyson Foss (Hugh Grant), profesor de historia; la reina Isabel II (Tracey Ullman); Jeanetta Grace Susan (Lisa Kudrow), portavoz conservadora; Maggie Gravel (Leslie Jones), psicóloga; Duke Goolis (Joe Keery), millennial multitasking; Bark Multiverse (Kumail Nanjiani), director ejecutivo de una empresa de tecnología; Pyrex Flask (Samson Kayo), científico; y Gemma Nerrick (Diane Morgan) y Kathy Flowers (Cristin Milioti), dos ciudadanas promedio estereotipadas.

Durante la primera parte, se incluyen los incendios forestales en Australia, iniciados el año anterior, y el discurso de Greta Thunberg en la Cumbre de Davos del Foro Económico Mundial. Lo siguiente fue el proceso de juicio político contra Donald Trump, acusado de presionar a Ucrania para que investigue a Hunter Biden, hijo de quien en ese entonces asomaba como su rival demócrata más desafiante. También en ese mes se dio el asesinato de Qasem Soleimani, líder de las fuerzas iraníes, por parte de Estados Unidos. Era recién enero y ya varios medios de comunicación especulaban con una tercera guerra mundial. 

Más adelante comenzaron las preocupaciones por el coronavirus en Wuhan (el documental habla de encubrimiento), desestimadas en Occidente, lo que funcionaría como un anticipo de la actitud de ciertos gobernantes ante la pandemia, demostrada en sus discursos y acciones y sumada a la desinformación y a los movimientos anticuarentena. También hay lugar para criticar la falta de diversidad en los premios Oscar, que cerraron su entrega con la victoria de Parasite, y para mencionar algunas series de Netflix, como Rey Tigre o The crown.

En mayo, llegaría el asesinato de Gerorge Floyd para poner en escena nuevamente la violencia policial contra afrodescendientes en Estados Unidos, a partir de la cuál se generarían protestas alrededor del mundo, con la destrucción  de estatuas de colonizadores y racistas de por medio. Las elecciones en Estados Unidos son uno de los tópicos más abordados, incluyendo el sabotaje a través de Tik Tok al acto de campaña de Trump, el proceso eleccionario y su resultado. También se menciona la disputa alrededor de las vacunas para el coronavirus

Más allá de su contenido, el tono es claramente satírico. Le cabe al espectador definir si la tarea llega a buen puerto a partir de la actitud del elenco o si el humor es bastante predecible, para no decir familiarmente cansador. Tal vez el principal problema de Muerte al 2020 sea que no logra que funcione permanentemente. El especial se cierra con los personajes haciendo predicciones en broma sobre los posibles sucesos del año que viene. 

Es probable que las críticas a Muerte al 2020 nazcan a partir de las altas expectativas que genera una obra a cargo de Brooker y Jones, luego del éxito de Black Mirror. Sin embargo, a medida que pasen los meses y la pandemia finalice, seguramente será observado desde otra óptica.

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