Cuidadoras: el acceso a empleo formal como deuda pendiente con la comunidad trans
Cuidadoras es una nueva película argentina dirigida por Martina Matzkin y Gabriela Uassouf. Maia (Maia Antesana), Luciana (Luciana Méndez) y Yenifer (Yenifer Franco Pereira) son tres mujeres trans que ingresan como practicantes a una residencia de adultos mayores. Durante su tiempo como empleadas, viviendo en carne propia lo duro del trabajo que escogieron, deberán decidir si es ese el futuro que quieren para sus vidas.
En el film, que tiene previsto su estreno el jueves 26 de junio en el cine Gaumont, se exploran brevemente diversos tópicos que, aunque debieran, no son abordados de forma regular en el mundo cinematográfico. Uno de ellos, y el más relevante, se vincula con el hecho de que las tres protagonistas son personas trans empleadas en relación de dependencia, en un sitio alejado de la estigmatización y la violencia en donde se las suele ubicar.
Cuidadoras muestra cómo estas mujeres buscan transitar su vida por un camino que dista de ser el que la sociedad les impone a través de la falta de oportunidades laborales que ofrezcan condiciones aptas para suplir sus necesidades básicas. En el asilo encontrarán compañía y aprenderán a ser el sostén de quienes no pueden solos o solas. Para la comunidad trans es vital, en sentido literal, acceder a un empleo formal que les garantice un rédito económico suficiente para vivir en plenitud. Sobrevivir a través del ofrecimiento de sus propios cuerpos como mercancía las y los pone en peligro en reiteradas ocasiones, exponiendo su vulnerabilidad ante todo tipo de riesgos.
Resulta interesante cómo en ciertas escenas se aborda la violencia de género que una de las protagonistas sufre ya que las mujeres trans tampoco están exentas de ser víctimas de agresión y abuso. Por otro lado, la discriminación hacia integrantes de la comunidad suele darse mayormente en contextos educativos, laborales y sanitarios. No es casual que la expectativa de vida de una persona trans se estima entre 35 y 40 años.
En 2021 se promulgó la Ley 27.636 llamada “Diana Sacayán-Lohana Berkins” en honor a las dos activistas pioneras en la lucha por el reconocimiento travesti-trans. Conocida popularmente como la Ley de Cupo Laboral Trans, busca garantizar la promoción del empleo formal a personas transexuales, travestis y transgénero, con un requisito mínimo de un 1% de ocupación en los puestos del Estado. Además, incentiva al sector privado a tomar medidas similares.
Ante el avance de la ultraderecha gobernante, la situación es cada vez más compleja. A cuatro años de su sanción, la Ley 27.636 aún está vigente pero corre un gran peligro. En el marco de los recortes que arrasan con todo lo que se pone en su camino, hasta octubre del 2024 fueron despedidos/as del sector público 150 trabajadores/as travestis, trans y no binaries. A ello se le suma la eliminación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, el desmantelamiento del INADI y múltiples declaraciones de funcionarios públicos atacando a la comunidad LGBTIQ+, lo que produce al día de hoy una situación de vulnerabilidad y desamparo total. Si la violencia proviene desde los ámbitos de poder que se encuentran sobre la pirámide social, ¿qué se puede esperar de los demás sectores?
En síntesis, Cuidadoras es una película necesaria de ver quizás ahora más que nunca. Nos permite continuar pensando en lo urgente del retorno de las políticas públicas que proporcionen a las personas trans y demás miembros del colectivo LGBTIQ+ los derechos que les fueron quitados -y los que faltan-, y los que día tras día penden de un hilo que en cualquier momento puede romperse.