Programa “40 años - Democracia siempre", por Paula Viafora

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Programa “40 años - Democracia siempre", por Paula Viafora

05 Abril 2022

Por Paula Viafora

La historia política argentina nos revela que más y mejor democracia es la herramienta imprescindible en la consolidación de un país justo, federal, soberano, productivo y sustentable, capaz de desplegar todas sus potencialidades.

Mediante la resolución 35/2022 del Ministerio del Interior se publicitó recientemente la creación del programa “40 años - Democracia Siempre”, que tiene por objetivo promover la profundización y el fortalecimiento de la democracia argentina en el marco de su cuadragésimo aniversario de vigencia ininterrumpida, desarrollando acciones federales que propicien la participación ciudadana y la construcción de nuevos consensos democráticos, durante el bienio 2022 – 2023.

A continuación transcribimos los principales fundamentos que enmarcan esta decisión:

La REPÚBLICA ARGENTINA se encuentra próxima a cumplir 40 años de vigencia del sistema democrático de manera ininterrumpida, hecho inédito en la historia política nacional.

Desde la CONSTITUCIÓN NACIONAL de 1853/60, el país adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal, basada en la división, control y equilibrio de los poderes del Estado, con el fin de garantizar el régimen democrático y abogar por el resguardo de las libertades individuales.

Con la reforma constitucional de 1949, se incorporaron al plexo normativo nacional principios, derechos y garantías que receptan el constitucionalismo social. Dicha reforma fue ilegítimamente derogada tras el golpe de Estado de 1955 al gobierno democrático de Juan Domingo PERÓN, constituyendo un retroceso en materia de derechos sociales, civiles y políticos.

El quiebre democrático de 1955 se inscribe en un período de la historia argentina que comenzó en 1930, caracterizado por la insubordinación militar a los gobiernos civiles, el cercenamiento de los derechos políticos y las libertades individuales, la proscripción política, la violencia institucional y la interrupción de las garantías propias del Estado de Derecho. Este período de retrocesos e inestabilidad democrática tuvo como corolario el golpe cívico-militar perpetrado el 24 de marzo de 1976 que dio lugar a la dictadura más cruenta de nuestra historia. Durante esos años se cancelaron las garantías constitucionales, se implantó un modelo económico neoliberal que destruyó gran parte del aparato productivo nacional y se produjeron graves violaciones a los derechos humanos en el marco de la implantación del Terrorismo de Estado, lo que arrojó un trágico saldo de TREINTA MIL (30.000) personas detenidas desaparecidas.

La organización social de Madres, Abuelas y familiares de las víctimas, ex presos y presas por razones políticas, movimientos de defensa de los derechos humanos, sindicatos, partidos y organizaciones políticas propiciaron con su lucha el retorno democrático y la convocatoria a elecciones. En ese marco, el Doctor Raúl Ricardo Alfonsín asumió como Presidente de la Nación el 10 de diciembre de 1983, y durante su presidencia se lograron importantes avances en materia de fortalecimiento de las instituciones democráticas, como la creación de la CONADEP y el impulso del Juicio a la Juntas Militares.

Sin embargo, la joven democracia argentina sufrió duros embates signados por los infructuosos alzamientos militares, las crisis financieras y los condicionamientos a la economía nacional impuestos por los organismos multilaterales de crédito a raíz del enorme peso de la deuda externa heredada de la dictadura. Aún ante las circunstancias más desfavorables, el pueblo argentino ha defendido y elegido de una vez y para siempre al sistema democrático como régimen político predilecto y como la única forma de gobierno capaz de garantizar los derechos fundamentales.

En ese sentido la reforma constitucional de 1994 amplió considerablemente la recepción de derechos civiles y políticos, entre los que cabe destacar la introducción de normas para la defensa de la democracia con alusión expresa al “sistema democrático”; el sufragio universal y el régimen de los partidos políticos; y la habilitación de mecanismos de democracia semidirecta A  su vez la incorporación con rango constitucional de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos enumerados en el artículo 75 inciso 22 brinda una protección aún más amplia a estos derechos fundamentales.

Este avance se profundizó durante las presidencias de Néstor Carlos Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, quienes adoptaron como política de Estado el respeto a la democracia y los derechos humanos, promovieron la ampliación de derechos sociales, civiles y políticos e impulsaron la lucha contra la impunidad por los delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura a través de políticas activas de memoria, reparación y reapertura de los juicios a los responsables de estos aberrantes hechos.

Las actividades que se proponen de modo enunciativo:

- Realización de Foros por la Democracia en todo el país, con el propósito de promover diálogos federales que integren a representantes, referentes, trabajadores y trabajadoras del ámbito de la gestión pública, partidos políticos, organizaciones sociales, comunidad científica, comunidad artística, sector productivo e industrial, universidades, y otros.

- Celebración de cumbres y congresos regionales e internacionales para la consolidación y el fortalecimiento de las instituciones democráticas.

- Desarrollo de actividades culturales y educativas en todo el país y producción de contenidos comunicacionales para la difusión del 40 aniversario democrático argentino y la promoción de los derechos ciudadanos.

- Producción de eventos públicos, abiertos a toda la ciudadanía, en articulación con organismos nacionales y provinciales.