Alicia en el país del rock: la influencia de Lewis Carroll

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Alicia en el país del rock: la influencia de Lewis Carroll

19 Julio 2020

Por Mariano Nieva* | Ilustración: Gabriela Canteros

 

Cerca del ángulo superior derecho de la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), el disco de The Beatles, realizada por el artista pop británico Peter Blake, se ubica el rostro de Charles Lutwidge Dogson, más conocido como Lewis Carroll, uno de los autores favoritos de John Lennon. A partir de esta tapa, que pertenece a uno de los álbumes más destacados de la música de los últimos 60 años, el escritor británico comenzó a estar presente de diversas maneras en músicxs de todas partes del mundo. Lo que sigue es un breve recorrido por las huellas que Carroll dejó a lo largo de los años en la cultura rock.

El creador de la obra literaria Alicia en el país de las maravillas (1865) motivó el nombre de Alice Cooper con el que todos conocimos a Vincent Damon Furnier, figura del heavy metal estadounidense, el disco Alice (2002) lanzado por Tom Waits y también el nombre de Alice in Chains, el proyecto creado por Jerry Cantrel y Layne Staley en la ciudad de Seatlle (EEUU) en 1987.

Pero hay más, Jefferson Airplane editó en 1967 su segunda placa llamada Surrealistic Pillow en donde incluyó el tema “Whitte rabbit”, en obvia alusión al conejo blanco con ojos rosados de la novela de Carroll. La cantante Grace Slick es la autora de la letra de todo un himno de la generación alcanzada por la psicodelia queen, una de sus partes dice:

“Ve a preguntarle a Alice, cuando tenga tres metros de altura

Y si vas persiguiendo conejos, y sabes que te vas a caer

 Y acabas de tener algún tipo de hongo, y tu mente se está moviendo

 Ve a preguntarle a Alice, creo que ella sabrá (…)”

La canción va a causar un gran escándalo en parte de la sociedad yanqui y las radios van a censurarla acusando a Slick y a la banda californiana de apología de las drogas e incitación al consumo de ácido lisérgico (LSD).

Por su parte, el español Enrique Bunbury, luego de abandonar Héroes del Silencio, editó su primer trabajo solista al que bautizó Radical sonora (1997) en el que incluyó la canción “Alicia (expulsada al país de las maravillas)”, y Steven Tyler compuso “Sunshine”, tema que fue parte del disco de Aerosmith, Just push play (2001), en donde el vocalista menciona a algunos de los personajes de la fantástica historia como La reina roja, La oruga y El conejo blanco. Además, en el video clip se puede ver al propio Tyler vestido como El sombrerero loco.

Ya en 2007, Marilyn Manson lanzó su disco Eat me, drink me, nombre que fue tomado de las frases que venían en los alimentos y bebidas que Alicia consumía para poder cambiar de tamaño. Este álbum, entre sus once tracks, trae “¿Are you the rabbit?”, donde el cantante estadounidense se refiere al conejo blanco que es perseguido por la protagonista del cuento de Carroll, y el tema que le da título y cierra la placa.

Más tarde, el excéntrico cantante intentó, sin éxito, llevar a la pantalla gigante su propia versión de Alicia en el país de las maravillas, pero todo lo que quedó fue un perturbador tráiler que se puede ver en YouTube y que lleva por título Phantasmagoria: The Visions of Lewis Carroll. Manson, queriendo seguir los pasos como director de otro artista de su generación, Rob Zombie, ideó su proyecto originalmente en 2004 con la pretensión de comenzar a filmar dos años más tarde. Pasó el tiempo y por ahora, de la realización de la película no se tiene novedades y continúa siendo un misterio.

Finalmente, nuestro Charly García por caso, escribió en 1980 “Canción de Alicia en el país”, que integró Bicicleta, tercer álbum de Serú Giran editado en medio de la atmósfera sofocante que nuestro país soportaba en tiempos de la última dictadura militar.

Con el correr del tiempo, la composición de García se trasformó en todo un emblema de la resistencia cultural que la música popular, y el rock en particular, emprendió contra el régimen de facto.

Charly, con astucia y lucidez, trazó un paralelo formidable con el cuento de Lewis Carroll para saltar los cercos de la censura y así poder mostrar una realidad atravesada por el horror y la violencia. Ya desde el título el tema marca con fina ironía (omite de las maravillas) el espanto en que lxs argentinxs vivimos entre 1976 y 1983.

* La nota contiene lenguaje inclusivo por decisión del autor.