San Martín: denuncian a la Bonaerense por matar a otro trabajador

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San Martín: denuncian a la Bonaerense por matar a otro trabajador

29 Septiembre 2016

Por Santiago Haber Ahumada

El viernes 23 de septiembre Víctor González (37) fue asesinado por un efectivo de la Policía Bonaerense, en La Catanga, un barrio del partido de San Martín. Víctor tenía 37 años, dos hijos y seis hermanos. Trabajaba de obrero en la construcción de un edificio con su padre y su hermano.

En la noche del viernes 23, después de cobrar, Víctor había ido al almacén de una vecina a saldar sus deudas. Cuando salió, se quedó tomando una cerveza con sus primos y amigos. No se movieron de la esquina, hasta que escucharon los disparos.

Pero no corrió: Víctor se arrodilló contra la pared, y le dijo a su primo que no corriera porque no tenían nada que ver. La bala, disparada por un agente de la Policía Bonaerense, entró por su tórax, y se quedó alojada en su cuerpo. Lo mataron así, agachado. Vecinos del lugar aseguran haberlo visto cuando fue al quiosco. Todos tienen referencias horarias: Víctor no se movió de la esquina.

Los policías estaban persiguiendo a unos supuestos delincuentes, y entraron al barrio disparando a mansalva. No solo provocaron la muerte de Víctor, sino también varios heridos y destrozos. Los efectivos aseguraron que Víctor era uno de los ladrones. “Muerte por enfrentamiento”, es la carátula de la causa.

"Los vecinos llamaron de inmediato a emergencias para que llegue una ambulancia, pero la policía dejó que ingrese recién al tercer llamado. Había pasado más de una hora. Víctor ya estaba muerto", dijo Mariano Montenegro, miembro de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional.

La causa está a cargo de la fiscal de la UFI Nº5 de San Martín, Ana Armetta, quien separó a la Policía Bonaerense de la investigación. Además, pidió un peritaje sobre la bala alojada en el cuerpo de Víctor y el informe de todos los efectivos que participaron del operativo ese día.

Los vecinos están consternados y piden que se haga justicia. Su hermano Carlos asegura que Víctor “no estaba en nada. Somos unos giles laburantes que nos rompemos el lomo desde pibes laburando en la construcción con mi viejo para aprender un oficio. Yo quiero que el que le disparó a él y todos los que entraron así tirándole a la gente del barrio queden detenidos. Ellos saben muy bien que lo que hicieron está mal”. El próximo viernes se realizará una marcha para exigir justicia.