Femicidio de Anahí Benítez: denuncian causa armada contra el detenido Marcos Bazán

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Femicidio de Anahí Benítez: denuncian causa armada contra el detenido Marcos Bazán

02 Agosto 2019

Por la Comisión por la libertad de Marcos Bazán

A dos años del femicidio de Anahí Benítez y del injusto encarcelamiento de Marcos volvemos a los Tribunales de Lomas de Zamora para exigir al Tribunal Oral en lo Criminal N°7 que sea excarcelado. Una vez más, volvemos a reafirmar que Marcos es inocente y que nada tiene que ver con este terrible crimen. Al mismo tiempo, queremos a alertar al conjunto de la sociedad que gracias a la ineptitud y la complicidad de la UFI N°2 de estos Tribunales existe una alta probabilidad de que este femicidio quede impune.

Desde que el cuerpo sin vida de la joven estudiante apareció en la Reserva Santa Catalina el 4 de agosto de 2017, la UFI 2 de Lomas de Zamora junto con la policía bonaerense –que poco habían hecho a lo largo de la semana en que la adolescente estuvo desaparecida- comenzaron una desesperada búsqueda por encontrar un culpable a como diera lugar. De hecho, la misma Comisaría de Parque Barón encargada de la investigación sería desplazada a los pocos meses por varias denuncias de trata de personas y otros negocios ilegales.

De este modo, se empezó a sospechar infundadamente de docentes, estudiantes y amigos de la víctima. Luego se detuvo a un profesor de matemáticas y a Marcos, nuestro amigo. De manera descarada, las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey (a quienes se sumaría Viviana Postiglione) quisieron presentar una serie de supuestos indicios como si fueran pruebas irrefutables, anticipando la culpabilidad de los detenidos por los medios de comunicación. Pero rápidamente el profesor fue liberado por falta de pruebas y la causa pasó a concentrarse de manera casi exclusiva en Marcos, a quien buscaron condenar públicamente para luego obtener una veloz sentencia judicial.

A Marcos se lo detuvo por el rastrillaje con un perro de la policía bonaerense, cuyo instructor se llama Diego Tula –un oficial bastante mediático que suele afirmar que su perro tiene capacidades increíbles-. El instructor del perro sostuvo que la chica estuvo secuestrada y que fue asesinada en la casa de Marcos. A partir de allí la fiscalía comenzó a recolectar una serie de ridículos indicios para sostener su acusación contra nuestro amigo. De este modo, construyeron sin ningún prueba clara un relato dirigido y arbitrario para presentar un culpable y tranquilizar a la sociedad. El amarillismo y la irresponsabilidad con que muchos medios de comunicación trataron el caso, tergiversando y mintiendo abiertamente, fue funcional a una estrategia judicial y policial que buscaba más embarrar la cancha que descubrir los hechos.

Sin embargo, a pesar de los cinco allanamientos, no se encontró ni una sola prueba de que Anahí haya estado cautiva en su casa. Ni ropa, ni pelos, ni sangre, ni huellas, ni nada. Tampoco hay testigos en contra de Marcos. Gracias al trabajo de la defensa –compuesta por renombrados luchadores sociales como Rosario Fernández y Eduardo “el Negro” Soares- los supuestos indicios han sido desmontados, e incluso peritos especializados en rastrillaje con perros sostuvieron que el trabajo realizado por el policía Diego Tula está plagado de errores y que es imposible llegar a las conclusiones de este oficial.

Por su parte, al ser detenido, Marcos colaboró inmediatamente con la investigación. Declaró en varias ocasiones, se sometió de manera voluntaria a pruebas de ADN, otorgó la clave de su celular y demostró su rutina cotidiana de manera fehaciente. Lo mismo hicieron su mamá, su novia y los amigos que estuvieron en la casa de Marcos a lo largo de la semana en que la chica estuvo desaparecida.

Cuando se detuvo al otro imputado -Marcelo Villalba, quien claramente está relacionado con el crimen porque se encontró su ADN en el cuerpo de Anahí, además de poseer el celular de la joven- la fiscalía se esforzó denodadamente por encontrar alguna vinculación con Marcos, afirmando que el nexo entre ellos estaba dado por el tráfico de drogas. Sin embargo, jamás pudieron vincular a nuestro amigo con el entorno y los negocios de Villalba por una razón muy simple y sencilla: nunca estuvieron en contacto. Incluso, la aparición de un testigo brindó datos más fiables sobre lo que posiblemente haya sucedido con la joven, y su versión desvinculó totalmente a Marcos (sobre esto se publicó una malintencionada nota en el diario Clarín que tergiversa totalmente el relato de ese testigo).

A pesar de todo, el juez de garantías y la cámara de apelaciones se han negado a otorgarle la excarcelación, argumentando que el delito por el cual se lo imputa y la potencialidad de la pena que le cabría son razón suficiente para mantenerlo preso. A esto se suma un clima social en donde el punitivismo está a la orden del día y donde es socialmente inaceptable liberar a una persona acusada de semejante acto.

El juicio por esta causa comenzará el 18 de febrero de 2020. Tenemos la certeza de que no existen pruebas en contra de Marcos y que debe ser declarado inocente. Sin embargo, sabemos que, así como la justicia libera a culpables, también puede sentenciar a inocentes. No sería la primera ni la última vez. Por eso, desde hace 2 años, comenzamos una campaña por la libertad y la inocencia de Marcos.

No queremos que la vida de un muchacho inocente sirva de excusa para tapar la ineficiencia y complicidad de las fuerzas judiciales y policiales y que, en los hechos, los verdaderos culpables queden libres. Queremos justicia por Anahí, queremos que haya sentencia para sus femicidas, pero no queremos punición a cualquier precio, no queremos que pague un perejil para tranquilizar un poco a la sociedad.

Reclamamos al TOC N°7 que falle favorablemente ante el pedido de excarcelación que la defensa presentará el día de hoy e invitamos al conjunto de la sociedad y de la comunidad de Lomas de Zamora a que nos acompañen durante el juicio para reclamar.