Pública y del Conurbano: crece la Carrera de Producción de Videojuegos

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Pública y del Conurbano: crece la Carrera de Producción de Videojuegos

08 Febrero 2017

Por Jorge Giordano

APU: ¿Cómo surgió la carrera?

José Guerra Prado: Nace en base a la demanda que había, relacionada al auge de las industrias culturales que venía del Ministerio de Cultura de la Nación. Todo lo que viene del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA) y las nuevas tendencias que se mostraban ahí. Se hizo una propuesta de tecnicaturas de industrias culturales, es decir carreras que estén más ligadas al diseño y a la práctica cultural. Dentro de eso surgieron cuatro propuestas: videojuegos, medios audiovisuales, diseño editorial y multimedia y cine documental. De esas ideas, según el interés de los estudiantes, quedaron las dos primeras. Empieza puntualmente en el segundo cuatrimestre del 2015, hay un curso de ingreso que se hizo en el primer cuatrimestre, y la carrera en el segundo.

APU: ¿Cómo pensaron la currícula?

JGP: Fue un desafío porque no existe una carrera enfocada a la producción de videojuegos en universidades públicas. Hemos mirado carreras y planes de estudio de universidades privadas, pero ahí hacen un poco de diseño, otro de programación, otro de ilustración, pero no se centran en una rama. Nosotros buscamos enfocarnos en una rama del diseño y la producción. Si nos enfocábamos en programación, creábamos una carrera que competía con la carrera de Programación que ya existe. Así que la idea fue complementarnos.

APU: ¿En qué rama de la producción se concentraron?

JGP: En la parte lúdica y la parte creativa, es decir el desarrollo de mecánicas, de estéticas y dinámicas, todo por fuera de la programación. Está pensando para que la persona sea un "game designer", una persona que pueda manejar un equipo de trabajo que entienda cuáles son las áreas que conlleva el desarrollo, especializado en la parte creativa.

APU: En muchas de las universidades del conurbano predominan los estudiantes que pertenecer a la primera generación que accede a este nivel educativo. ¿Cómo es el caso de la carrera, y con qué expectativas llegan?

JGP: Hay de todo, es un popurrí. Hay chicos que recién salieron del secundario, otros que les gustan los videojuegos y tienen muchas ideas y quieren crear, dos alumnos que tienen más de treinta años. Hay un muchacho que hace changas de albañil, hizo el secundario en Paraguay y siempre quiso estudiar. Es uno de los mejores estudiantes.

Este cuatrimestre hubo varias materias distintas, como la carrera es nueva algunas todavía no se dieron. En este cuatrimestre por suerte no hubo deserción. Empezamos con 26 inscriptos en el 2015, y ahora tenemos 87 preinscriptos, se triplicó la cantidad.

APU: La industria del software viene creciendo de manera sostenida en la Argentina, ¿cómo estamos en cuanto al desarrollo de videojuegos?

JGP: Estamos muy bien, Argentina es una industria emergente en videojuegos, según los datos que se dieron el año pasado en la Exposición de Videojuegos que organiza la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina. Muchas empresas subcontratan empresas nacionales para que hagan productos. Disney, por ejemplo, está trabajando con una empresa de Santa Fe que le hace los juegos para sus plataformas. Hay empresas de capitales estadounidenses y franceses que están trabajando acá.

APU: ¿Existen emprendimientos argentinos que desarrollen videojuegos a gran escala?

JGP: Todavía grandes no, pero están en vías de hacerlo. Algunas están desarrollando juegos al nivel del Halo o el Call of Duty, pero llevan mucho tiempo de desarrollo y mucho presupuesto, y es difícil encontrar quién lo financie. Muchos representantes de estudios van a viajar al Game Development Conference para ver si consiguen fondos. A dos estudios les fue muy bien el año pasado y estaban en tratativas, uno de los interesados en financiar era Electronic Arts.

A nivel indie sí, la comunidad de desarrollo independiente argentina crece a pasos agigantados. Hace poco se hizo un evento que es una maratón en que se programa durante 48 horas, en Argentina hubo sedes en muchas provincias. Hace cinco años, en esas jornadas se habían hecho 15 juegos, este año se hicieron más de 100 juegos. La industria crece constantemente. En la zona en donde está la universidad no hay una comunidad de desarrolladores independientes. Esa es una propuesta, que exista una comunidad así centrada en la UNPAZ. El año pasado nuestros alumnos participaron de eventos y crearon seis o siete prototipos de videojuegos, que pudieron terminar de armar durante la cursada. Tenemos el apoyo de la universidad para poder armar esta comunidad.

APU: ¿Qué tipo de juegos apuntan a desarrollar desde la carrera?

JGP: Tratamos de ser realistas. Pude dar muchas clases a niños, y lo primero que te dicen es que quieren hacer un Mortal Kombat o un God of War. Pero hay que pensar qué recursos tenemos y con qué contamos. No hay que matarles el proyecto sino bajar a la realidad lo que se puede hacer, dimensionar lo que vale hacer un juego de esas características y las cientos de personas que deben trabajar.

Para dar un ejemplo, una materia de la carrera consiste en saber qué motor conviene para qué juego. Trabajamos un poco con retrogaming, o sea géneros que no son tan comunes hoy en día. Las aventuras gráficas como el Monkey Island hoy están resurgiendo, así que fuimos por ahí. Explicamos de dónde viene, en un momento se dio al género por muerto y ahora volvió.

APU: ¿Qué materias resultan más llamativas?

JGP: Hay una materia en tercer año que se llama "Ludificación, educación y entretenimiento", se trata de armar entornos ludificados. Nos referimos a lo que son videojuegos dentro del aula. Los videojuegos educativos no tienen que ser aburridos, muchas veces algunos tienen demasiado concepto pero no son divertidos.

Por ejemplo, en un secundario le propuse a una profesora trabajar con un "simulador documental de un recorte del Renacimiento". Así que usé el Assasin's Creed y di una clase de Renacimiento. Los chicos se ponían locos, al principio querían ponerse a jugar y a matar gente pero les propuse ir contrastando lo que se veía con lo que tenían en los textos. En el juego podés recorrer ese universo, ver si las vestimentas estaban bien representadas, hacer análisis arquitectónicos, ver los estilos de vida de las diferentes clases de la época.

Hay otra materia que se llama "Salud, publicidad y videojuegos", está orientada al tema de incorporar videojuegos y estudiar casos reales de juegos incorporados para rehabilitación y evaluar posibles proyectos.

APU: La industria de videojuegos rivaliza con la del cine en términos económicos, algo que también sucede en términos culturales. Los videojuegos se apoyan en una historia contada en general desde los países centrales. ¿Desde la carrera se piensa en incorporar temáticas nacionales o latinoamericanas?

JGP: La idea es esa. Trabajar con cuestiones propias, por eso les damos importancia al concepto de industrias culturales. Por ejemplo, este año se cumple el Bicentenario del Cruce de los Andes, así que tenemos definido armar algo en base a San Martín cruzando los Andes. Queremos armar un juego pseudo educativo que tenga que ver con eso, con la misma concepción lúdica de la que hablaba antes.