"No es una causa armada, es una chantada"

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"No es una causa armada, es una chantada"

18 Noviembre 2014

Por Enrique de la Calle

"No es nada personal", le dijo insólitamente el fiscal Marcelo Varona Quinternosian a Luz Gómez una vez que terminó la audiencia. Un rato antes había pedido la reclusión perpetua para ella y su pareja, Diego Romero. La acusación se basó exclusivamente en dos ruedas de reconocimiento que para la defensa fueron irregulares. Entre los aspectos cuestionados, sobresale que a Diego le hicieron cortar el pelo antes de exponerlo a los testigos, que se habían referido a un joven con el "pelo rapado". A Luz, por su parte, la colocaron junto a su madre y a su tía, que tienen 20 años más que ella.

En su alegato, Eduardo Soares, abogado de los imputados, cuestionó duramente la investigación de la fiscalía. Para él quedó demostrado que los jóvenes no estuvieron en la escena del crimen: así lo indican una llamada registrada en ese mismo momento desde el teléfono móvil de Luz (muy lejos de la zona) y muestras de sangre que se encontraron en la casa de la víctima y que no pertenecen a los acusados. "Sólo espero la absolución", dijo al concluir su exposición. El fallo se conocerá el próximo miércoles. Después de la audiencia, Soares charló con AGENCIA PACO URONDO.

APU: Hoy fue el turno de los alegatos de la fiscalía y de la defensa. ¿Qué impresión le quedó?

Eduardo Suárez: El fiscal fue muy bueno, considerando que no tenía absolutamente. Hizo un esfuerzo enorme. Debió haber reconocido con sinceridad las irregularidades que hubo durante la instrucción y no acusar. Además, pidió una pena de reclusión perpetua. Es un despropósito. Por nuestra parte planteamos una batería de pruebas que surgieron en el debate y que son incontrastables. Es muy difícil que el tribunal pueda fallar en otra cosa que no sea la absolución.

APU: En su exposición dijo que no se trataba de una causa armada, pero que sí había muchas irregularidades.

ES: Dije que era un “chanterío” (sic). Se investigó mal, se hicieron chantadas. Tanto la policía científica como la fiscalía, que es la jefa de la policía científica. Contamos cómo se manipularon pruebas: un testigo contó que tomó el arma con la que se cometió el delito sin ningún cuidado que evitara que dejara sus huellas en el arma. Después intentaron acomodar la investigación, que fue muy trucha, con algunas medidas procesales que nos perjudicaron, como por ejemplo dividir la causa. Hemos aportado muchas pruebas, en ese sentido estamos muy satisfechos.

APU: Usted habló de irregularidades por parte de la fiscalía y también del Defensor Público, que permitieron por ejemplo que se hicieran ruedas de reconocimiento que para ustedes fueron muy irregulares.

ES: Hay una actitud corporativa. Acá estamos luchando contra el Estado. La fiscalía y el Defensor Público son partes del Estado. Las irregularidades que se cometieron son graves. La fiscalía dice que no son tal porque tuvieron la aprobación de la Defensa Pública. Para nosotros eso es un agravante. Es más grave todavía que el Defensor Público aceptara esas irregularidades. No dejan de existir porque el Defensor las haya convalidado.