“Hay que recordarlos con alegría”
Luego de muchos años de lucha y militancia por parte del grupo de Familiares y Compañeros de Detenidos/Desaparecidos de Tres de Febrero, esta mañana se inauguró un espacio donde descansarán los restos de los compañeros desaparecidos del partido en el cementerio municipal, ubicado en Pablo Podestá. Allí hablamos con María del Carmen Luppo, una de las impulsoras del proyecto y quien diseñó el espacio. A partir de hoy descansan allí los restos de Urbano López Fernández, su compañero de vida y militancia, desaparecido el 16 de diciembre de 1976, y recuperado en 2011 (ver nota).
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Por Juan Ciucci
APU: Queríamos que nos comentes un poco de la idea de éste espacio.
María del Carmen Luppo: Queríamos que fuera un espacio abierto, que permita un recorrido. Lo habíamos pensado un poco más allá, donde se unen los dos caminos. Pero ellos lo adelantaron, a un lugar mucho más visible. Eso fue mejor, aunque no pudiera cruzarse hacia otro sector del cementerio, pero que tiene otras connotaciones. Creo que lo más importante es el reconocimiento de la sociedad. Porque si a mí había algo que me resultaba tristísimo era ponerlo en un cementerio donde fuera una tumba más. Yo tengo una experiencia muy triste, porque soy hija única, y mis padres, por no estar encima, terminaron en un osario común, como quien no se ocupa, ¿no? Y me dije “no puedo estar buscando una persona 35 años para que en un par de años termine en un osario común”. Entonces luchamos por eso, por un espacio donde más allá de nosotros, que si no venimos, siempre va a venir alguien y va a poner una flor. Por uno, por los que están y por los que no están, por todos. Y ojala que aparezcan más.
Hoy yo tenía la idea de decir que es un lugar de recuerdo, y me decía Rodolfo (su hijo) que la palabra recuerdo era como volver a pasar por el corazón. Entonces eso era lo que queríamos: que cada vez que uno viene, pase por el corazón de todos y cada uno.
Después, obviamente el agradecimiento a todos los que me ayudaron a llegar hasta acá. El compartir con Urbano esos poquitos años, pero que fueron muy intensos, y que cambiaron sustancialmente la vida. De una vida un poco gris que una tenía como adolescente medio sin rumbo, a tomar el compromiso. Y luego con la desaparición, el salir a flote como se pueda. Y tuve mucha ayuda, de amigos fundamentalmente, a los cuales estoy eternamente agradecida. De los que están y de los que no están. La gran mayoría de los que están acá, que vinieron por parte de la vieja JP de Villa Bosch. Y Víctor y Luis, que ya no están con nosotros, pero están en el recuerdo.
APU: También que él desaparece acá, y fue muy difícil seguir…
MCL: No, Urbano no desaparece en Tres de Febrero. Él desaparece en Ituzaingó. Pero nosotros vivimos toda la vida en Tres de Febrero, por eso se tomó como criterio ponerlo en la lista. También estaba en la lista del viejo partido de Morón. Pero nosotros tuvimos una vida muy corta en el oeste.
Porque casi el 80% de nuestra vida la vivimos en Tres de Febrero, y militamos acá. El período de Morón fueron 6 meses, de junio a diciembre del ´76, cuando se lo llevaron. Una historia bastante dura.
Nosotros nos enteramos de la identificación en 2011, y ahí conocimos el itinerario que hizo. Estuvo secuestrado en el circuito Sheraton-Vesubio, Sheraton le llamaban a la comisaría de Villa Insuperable, en Isidro Casanova. Y que estuvo ahí, que lo matan a los 15 días, un 31 de diciembre. Y que lo entierran como NN, porque justamente, había que taparlo rápido para que no llamara la atención. Eran 5 los que ametrallaron en una esquina de La Tablada, y los enterraron así. Cuando Alfonsín hace el Juicio a las Juntas, los levantan como testigos para los juicios. Resulta que no hay forma de identificarlos, después de 9 años en tierra los levantan, los llevan a la morgue judicial de La Plata, y no hay forma de identificarlos. Los tienen ahí 25 años… Luego, con la política que comienza en 2003 con Néstor Kirchner, y la posibilidad del ADN, nuestros hijos dieron sangre en el 2005, y en el 2011 lo identifican. Te imaginas que fue como un balde de agua fría, porque yo siempre sentí la culpa de no poder empezar nunca las denuncias, no podía porque no sabía por dónde empezar. ¿Quién había sido?, ¿cómo fue y dónde estuvo? No lo sabía, porque nadie lo vio. Era una nebulosa total. Nunca hubiera imaginado que había hecho ese periplo. Pensé en la Base aérea de Morón, pensé en Palomar, por la cercanía, por la distribución de los centros clandestinos…
Pero todo eso trajo que estuviera cuidado. Y yo siempre le voy a agradecer mucho a la gente del Equipo Argentino de Antropología Forense, porque los cuidaron con mucho cariño. Tienen la capacidad de contener a todos los que van. Soportarles los tiempos de identificación, de comprensión. De aceptarlos, de que se los lleven, porque la gente va y los deja un tiempo. Yo desde el 2011 que lo tengo, pero no tenía espacio, no sabía dónde ponerlo. No quería cremarlo, les decía que no busqué a una persona 35 años para cremarlo, de la nada a la nada, no…
APU: Y así surgió éste espacio.
MCL: Y así surgió éste espacio. Peleando, peleando. Y después pensarlo: algo que fuera lindo, liviano, que no fuera triste, que tuviera flores, que tuviera alegría. Porque así pienso que hay que recordarlos. Y que estén juntos es muy importante, porque es como sentir que están juntos ellos, codo a codo, como cuando militaban. Así, juntos, eso está muy bueno.
Así que bueno, está muy lindo, muy agradecida con todos, por los que vinieron, por las autoridades que se hicieron eco. Y porque toda la gente pueda pasar, y darse cuenta de quienes eran, y que no eran monstruos, ni terroristas, como les decían. La mayoría de ellos eran militantes de barrio, y luchaban por las cosas cotidianas de todos los barrios en que estaban. Creo que este lugar se lo merecen, porque es el reconocimiento por todo eso que hicieron. Y para las futuras generaciones, que creo que merecen saber cómo fueron, qué hicieron, cómo lo hicieron y cómo terminaron. Y este reconocimiento oficial, del gobierno municipal en este caso, es como una caricia para el alma, y para el recuerdo de ellos.