Del Río (urbanista): "La Dictadura impuso la idea que la ciudad era para el que la merecía"
LA PACO URONDO: Queríamos pensar algunos problemas urbanos serios, como el hacinamiento, y queríamos vincularlo con la Dictadura, para pensar un proceso urbano más amplio.
Juan Pablo del Río: Es un tema complejo, sin dudas. La Dictadura pensó un tipo de ciudad, lo tuvo muy claro en cuanto proceso regresivo. Por aquel tiempo se impuso la idea de que a la Ciudad había que merecerla. Ahí tenés cierta concepción de cómo se pensó la ciudad en aquel momento y tuvo que ver con la expulsión de los sectores populares. Hay una frase emblemática de Cacciatore que tiene que ver con eso. A partir de 1976 y 1977 se toman medidas que producen cambios bastante drásticos, como la política de erradicación de villas.
LA PACO URONDO: Es conocida la erradicación de la villa 31. ¿Es la única?
JPDR: No, no. Se hace un relevamiento de las 21 villas y entre 1976 y 1981 se pasó de 120 mil villeros a 16 mil. La reducción de la población villera fue bastante drástica. Así tiene origen gran parte de los asentamientos en el Conurbano.
LA PACO URONDO: ¿Cómo se da ese proceso, se erradicaba y ya?
JPDR: Había mecanismos de los más variados. No hay que olvidar que parte de la política estratégica urbana estaba marcada por la doctrina de Seguridad Nacional donde controlar territorios supuestamente de alta conflictividad era una de las prioridades. Había métodos desde los más represivos que se te puedan ocurrir, expulsiones hacia los países limítrofes o hacia el GBA, hasta mecanismos más institucionalizados como entregar soluciones habitacionales transitorias. De cualquier modo había una política de desalojo masivo, se subía a la gente a camiones y se los depositaba extramuros. Sea en La Matanza, Quilmes, Lomas de Zamora. Eso dio lugar a villas que hoy son emblemáticas.
LA PACO URONDO: ¿Después la gente vuelve con la apertura democrática?
JPDR: Básicamente ahí aparece con el cambio de Gobierno empieza a recomponerse el tejido de lo que era la urbanización villera. Se dieron esos mecanismos de expulsión como prácticas de resistencia. La pastoral villera tuvo que ver con eso y se empiezan a reconstruir esos tejidos. Parte de la población vuelve a las villas.
LA PACO URONDO: A ver si entiendo bien cuál es el panorama actual. Tenemos que se construyen casas pero la gente no puede acceder a ellas...
JPDR: Eso se explica por las condiciones restrictivas que tiene la Ciudad para acceder al mercado inmobiliario. Hay una máxima que opera y que tiene que ver con la época de la dictadura, que tiene que ver con trabajar sí, pero vivir no. La ciudad de Buenos Aires tiene un efecto de atracción pero a la hora de ingresar a residir las condiciones son otras. Para entender eso hay que entender que la recomposicón que tuvo el mercado laboral, las mejoras generalizadas, no se expresan en términos de un reducción clara en lo que es la brecha urbana.
LA PACO URONDO: En los últimos ocho años se construyen unidades habitacionales y pocas personan tienen acceso. La población total de la Ciudad es la misma, pero en realidad como hay más hacinamiento en las villas, en los sectores “no villa” hay menos gente… Hoy tenes 25 % de viviendas de la Ciudad de Buenos Aires que están desocupadas. ¿No pierde plata el mercado con uno de cada cuatro departamentos desocupados?
JPDR: Ahí a lo que nos vamos, es a tratar de identificar las causas del boom inmobiliario argentino y Ciudad de Buenos Aires en particular en los últimos años. Por qué por un lado, tal vez no en la CABA pero sí en otros lugares, hubo un incremento de la oferta de inmuebles por el accionar del Estado, eso en el conurbano es evidente, en capital por la política macrista no. Por otro, una oferta muy fuerte en el incremento de vivienda por parte del sector privado inmobiliario. Ahora, cómo explicar que haya más inmuebles pero persistan las dificultades de acceso al suelo urbano y a vivienda.
Tiene que ver con el origen de la inversión, ahí se ve que el precio de los inmuebles tuvo un crecimiento muy acelerado en relación al ingreso, eso se explica porque es inversión financiera busca en los ladrillos un refugio de valor. Sobre todo después de la crisis de 2001, y la crisis del sistema bancario, gran parte del la liquidez de los sectores de altos ingresos va al mercado inmobiliario. A mediados de 2005, hay estudios que identifican que el valor de los inmuebles en la CABA en dólares, había alcanzado a los previos del 200 y para el 2009 había quintuplicado a los del 2003. Los ingresos no crecieron al mismo rito, de ahí parte de la explicación del crecimiento de las villas, de los desalojos porque parte de los inmuebles se los quiere destinar a este tipo de uso y un progresivo aumento de la población inquilina, entre 2001 y 2010 se nota claramente.
LA PACO URONDO: En el mediano plazo ¿No tendría que desplomarse el precio? Pienso en el caso de España…
JPDR: En el año 2009 se empezó a ver una desaceleración de ese proceso con la crisis internacional, pero en el caso argentino el desplome aun no ha sucedido.
LA PACO URONDO: ¿Se podría esperar?
JPDR: Hoy, en el caso argentino no se llega a identificar un horizonte de quiebre o burbuja inmobiliaria que puede estallar. Si que se desaceleró el proceso y es esperable que si se reduce la rentabilidad del sector financiero se empiece a destinar por otros canales y tienda a estancarse o disminuir, el precio de los inmuebles. Gran parte de la expansión de la burbuja viene de cierta liquidez de las divisas de las exportaciones y el boom sojero. Gran parte de los ingresos, en términos de excedente, va como refugio de valor a los inmuebles. No hay señales de desplome si de enfriamiento.
LA PACO URONDO: Son conocidos los elogios de Macri a la gestión de Cacciatore, ¿Vos cómo lo ves?
JPDR: Claramente fue una política en el 77, que al aumentar el potencial edificable empieza a encarecer las condiciones de acceso a la Ciudad o suelo urbano. En el contexto de cambio macro de liberalización financiera, empieza a producirse la liberalización de los alquileres que estaban congelados. Eso implicó que esas tres grandes políticas expulsaran a los sectores populares del centro de la ciudad. En este sentido era claro que los criterios tenian que ver con devolver rentabilidad a los sectores propietarios y desplazar a la población que, hasta ese momento, había tenido la posibilidad de residir en Buenos Aires.
LA PACO URONDO: ¿Y si salimos de la Capital vemos la misma política?
JPDR: En ese momento la Comisión Nacional de Desarrollo Económica había impuesto una doctrina de seguridad nacional y apuntaba a cierto control del territorio, tenía una implicación en términos de lógica de planificación urbana con una triple pata de autoritarismo político, liberalización económica, y exclusión de sectores populares de acceso urbano. La ciudad termina siendo solo para el que la merece.
LA PACO URONDO: Va a ser un año de la toma del Indoamericano. ¿Qué escenario ves en cuanto a tomas en el corto plazo?
JPDR: La dinámica en su momento….nosotros en la Universidad Sarmiento hicimos un estudio comparando lo que había sido la década de los 90 y los 80 en relación a la actual, lo que veíamos es que la tasa de crecimiento de asentamientos y de tomas de tierras marcaba una tendencia ascendente. Para entenderla hay que entender los 90, a partir de la configuración urbana a nivel metropolitano. Las villas explican el 1% de superficie urbana donde reside el 10% de la población, mientras que en las urbanizaciones cerradas como los country, los clubes de campo y demás, vive 1% de la población consumiendo un 10% del espacio urbano metropolitano. Eso es un reflejo de cómo se está distribuyendo la ciudad.
Ese escenario está lejos de revertirse. Aparecen en la década actual, ciertas políticas del Estado que empieza a cambiar la matriz y vuelve a ser la cuestión de la vivienda un tema de agenda en el conurbano, que se había ya en el 70 borrado con un criterio de descomprimir el conurbano, entendido como patología urbana, tratando de congelar su proceso de crecimiento y buscando descentralizar.
Hoy se retoma una política que entiende que tiene que haber cierto proceso de radicación de la población en los lugares en los que habita, y empieza a haber un aumento de inversión pública pero está lejos de solucionar problema. El escenario de crecimiento de tomas no alcanza a desacelerarse del todo.