Chaco: convocan a la marcha "Ni una menos"

Chaco: convocan a la marcha "Ni una menos"

31 Mayo 2016

Documento impulsado desde el colectivo Ni una menos de Resistencia, Chaco:

El feminicidio es el más grave y condenable acto de violencia contra las mujeres, que no sólo implica un acto de barbarie, sino uno de los síntomas más claros de una sociedad históricamente desigual.

Una de las posibles explicaciones señala que el feminicidio no se circunscribe únicamente al acto homicida, sino a un contexto más complejo que incluye la trama social, política, cultural y económica que lo propicia, apuntando a las relaciones de poder de una sociedad masculinizada, que mediante estructura, propaganda, ritos, tradiciones y acciones cotidianas, confirma el sometimiento de las mujeres y de todo lo que se relacione con características consideradas como parte del género femenino.

La afirmación de la virilidad mediante la sexualidad vinculada al poder, al control, la dominación y el sometimiento, da pie también al castigo y la humillación. Los actos como matar, violar o torturar, el deseo de dominar, explotar y oprimir se vinculan directamente al temor viril de excluirse del mundo de los hombres llamados fuertes o duros, incólumes ante el propio sufrimiento o el sufrimiento ajeno. “En el marco de la supremacía patriarcal de género de los hombres [...] como un mecanismo de control, sujeción, opresión, castigo y agresión dañina que a su vez genera poder para los hombres y sus instituciones formales e informales. La persistencia patriarcal no puede sostenerse sin la violencia que hoy denominamos de género”.

Entendemos que el machismo está instalado en nuestra sociedad y en esta tarea somos todas y todos responsables. Pero los gobiernos, Nacional, Provincial y Municipal, a través de sus tres poderes, judicial, legislativo y ejecutivo, son los que tienen las herramientas para construir este cambio social.

Lohana Berkins, sobre el 3 de junio pasado, mencionó: “La marcha Ni una Menos permitió debatir que el patriarcado y su aliado, el capitalismo, generan un sentido que es la subordinación; una estructura que se legitima a través de este sentido común y naturaliza que las mujeres no sirven para determinadas tareas, no tienen raciocinio. Acá hubo un claro desafío a este sentido común, un desafío de las oprimidas, de las víctimas, y una clara denuncia de la desigualdad de todas: grandes, niñas, de distintos sectores sociales, distintas religiones, todas poniendo el cuerpo a decir ‘no somos parte de ese sentido común violento’”.

Este año, de cara a un nuevo escenario político que nos enfrenta a políticas de ajuste, neoliberales, que terminan siempre cayendo sobre los cuerpos de las mujeres, elegimos unificar estos pedidos y exigir las respuestas que ya no son posibles postergar.

Nos convoca el cumplimiento efectivo de la ley Nº 26485, y de implementación del plan nacional de protección integral para todas las niñas, adolescentes y mujeres adultas. La aplicación efectiva de todas y cada una de estas normas en todo el territorio de la provincia. No debe quedar una sola mujer ni su familia sin protección cuando denuncia que es víctima de violencia.

Para esto, pedimos:

  • La jerarquización de las áreas que atienden a la mujer, como la Línea 137 y divisiones policiales de la mujer en toda la provincia. El adecuado funcionamiento del botón antipático.
  • Que las leyes se sancionen con presupuestos específicos y bien definidos para ser destinados a la atención de la mujer y que no se distraigan para otros fines.
  • Que se ejecute y optimice el funcionamiento de los programas y áreas existentes que abordan la temática de acuerdo a las demandas de las víctimas de violencia, teniendo en cuenta los recursos económicos y humanos necesarios, que deben estar contenidos y cuidados en capacitación constante para que funcionen adecuadamente y den una respuesta real y concreta.
  • Capacitación y formación con perspectiva de género en todos los niveles del Estado, funcionarias y funcionarios en especial en las áreas de: salud, educación, fuerzas policiales, etcétera. Incluido especialmente el Poder Judicial, que hoy en día no respeta la ley, dudando del testimonio de de las personas en situación de violencia, culpabilizándolas, no tomando las denuncias y en el “mejor” de los casos, si las toman, no hacen un seguimiento de las denuncias, revictimizándolas y dejándolas desprotegidas.
  • Que se destine un cupo de viviendas para las mujeres en situación de violencia y sus hijxs, ya que muchas veces conviven con el agresor.
  • Visibilizar la situación de la mujer originaria: que se incorpore como personal policial a mujeres bilingües en las comisarías de las zonas con esta población y efectivicen los equipos interdisciplinarios bilingües para garantizar un real acceso a la Justicia por parte de las mujeres de las comunidades originarias.
  • Los medios periodísticos que reciben pauta publicitaria deben capacitarse en derechos humanos y hacer un tratamiento de las noticias desde una perspectiva de género, con respeto hacia la mujer, evitando la cosificación y la culpabilización de las personas en situación de violencia.
  • Que se sancione a los funcionarios, funcionarias y agentes policiales que no cumplan con las Que se sancione a todo funcionario del Estado acusado de violencia de género, ya que no podemos permitir que desde el Estado se apañe a los victimarios.
  • Que se cree un registro nacional de personas violentas, donde se especifique el tipo de violencia que se cometió.
  • Que la educación sexual sea integral y laica, libre de prejuicios o creencias religiosas. Que no se limite a lo biológico, ya que esta perspectiva reduce la sexualidad a información sobre los aparatos genitales femenino y masculino, prevención de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual. La guía ESI debería abarcar también a otras ciencias, como la económica, política, psicológica, jurídica, ética y social, incorporando los saberes culturales de los pueblos originarios y otras comunidades. La inclusión de la identidad trans en los manuales de ESI de educación inicial, ya que existen testimonios de personas trans que manifiestan haberse identificado con el género opuesto al que se les fue asignado ya en preescolar o jardín de infantes. Además, existe un caso en nuestro país de una niña trans que se identificó así desde sus dos años. Teniendo en cuenta esto, consideramos que es importante que la educación sexual en la primera infancia abarque todos los cuerpos.
  • Continuidad del programa Ellas Hacen.
  • Garantizar posibilidades de salida laboral para las mujeres en situación de violencia de género, para que no tengan que, como sucede en muchos casos, depender económicamente de su agresor.
  • Justicia por Melisa Bogarin y Yolanda meza, quienes pagaron con sus vidas el precio de un ajuste brutal.
  • Acompañamiento psicoterapéutico legal y gratuito para las personas en situación de violencia y abuso, como también para el grupo familiar.
  • Las obras sociales deben incluir en sus prestaciones las necesidades de las mujeres en situación de violencia.
  • Desmantelamiento de las redes de trata. Separar del cargo a lxs funcionarixs cómplices.
  • Pedimos la libertad inmediata e incondicional de Belén. Ni ella ni ninguna otra mujer o niña deber sometida a un proceso criminal por haber sufrido un aborto espontáneo o cualquier otra complicación obstétrica.
  • De la misma manera, pedimos por la liberación de Milagro Sala, quien continúa detenida en condiciones deplorables. Teniendo en cuenta que no es legal que se la mantenga detenida por ninguno de los delitos que se le imputan, es inevitable llegar a la conclusión de que permanece allí en calidad de presa política, siendo discriminada por ser mujer, luchadora social y de origen indígena.
  • Que se respete cabalmente nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
  • Diferenciar a los femicidios, travesticidios y lesbicidios de los homicidios, ya que el término homicidio nos resulta muy neutral, porque diferenciarlos permite ubicar a estos asesinatos dentro de las relaciones sociales de género desiguales que hacen que los mismos sean posibles y donde además, los crímenes son la forma visible que adquieren múltiples violencias cotidianas. Necesitamos crear nuevos nombres para hablar de formas extremas de violencia que pueden producir muertes y tienen su causa en entramados culturales misóginos, de rechazo y odio hacia cualquier identidad sexual, expresión o identidad de género que se aparte del sistema normativo heterosexual patriarcal y binario que pretende perpetuar su control y dominio sobre nuestros cuerpos y que se expresa con saña, crueldad, violaciones, abandono.
  • Crear conciencia de que los femicidios no se deben a hechos aislados o excepcionales, realizados por “un loco”, “por emoción violenta”, no son “crimen pasional” o “arrebato de locura”, como si se tratara de algo “irrefrenable” o “instintivo”.
  • Exigimos que los discursos médicos, psiquiátricos, psicológicos, juristas y también de los medios de comunicación, dejen de desresponsabilizar a los asesinos, al Estado y a la sociedad. Patologizando al asesino y culpando a la víctima.

Tenemos muchos reclamos  y  propuestas concretas que nos gustaría debatir con las personas responsables.

 COLECTIVO “NI UNA MENOS-RESISTENCIA”  

*Foto: Paula Sovilhe