Cormillot: entre estereotipos, imposición social y prejuicios

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Cormillot: entre estereotipos, imposición social y prejuicios

27 Agosto 2022

Alberto Cormillot es conocido por sus apariciones televisivas en infinidad de programas donde comparte con la audiencia consejos para adelgazar a base de dietas y restricciones alimentarias. Pero, sin dudas, Cuestión de peso fue el programa que lo catapultó definitivamente a la fama. Un reality show donde los participantes debían enfrentarse a distintos desafíos y cumplir con los objetivos de los regímenes ideados por el equipo de profesionales liderados por el doctor. 

Para muchos, un punto de inflexión para insertar en los medios a la obesidad como un problema de salud pública y conseguir la sanción de la Ley de trastornos alimentarios en 2008, que incorporó a la obesidad al Plan Médico Obligatorio que deben prestar todas las prepagas y obras sociales del país. Para otros, Cuestión de peso también es una mirada y una forma de retratar televisivamente el sobrepeso cargada de prejuicios y discriminación.

Cormillot no fue noticia en los últimos días por su participación en ese reality sino en otro programa, donde sostuvo que “si sos una chica que pesa 120 o 130 kilos en la oficina, muy posiblemente tus amigos, si te ponen la mano encima, lo hacen como buenos compañeros. Si vos bajás 30 o 40 kilos, ya dejan de ponerte la mano encima como buenos compañeros y empiezan a hacerlo con otra intención”. El repudio a sus declaraciones no tardó en llegar y Cormillot salió a dar explicaciones a través de un video que publicó en sus redes sociales.

De manera rápida, se empezó a hablar de discursos misóginos, gordoodio y de naturalizar el acoso sexual. Pero mucho de lo que hablamos hoy ya estaba presente en el reality que se estrenó en el año 2006 en Canal 13. Retos públicos por no bajar de peso, desafíos físicos y permitidos abundantes que iban contra sus dietas con el objetivo de tentarlos. Un reality que en nombre de la salud aplicaba las mismas reglas televisivas que Gran Hermano. En este aspecto, el programa fortaleció estigmas y preconceptos relacionados a la obesidad respondiendo a los estereotipos que recaían sobre los cuerpos de la época. Falta de voluntad o vagancia eran algunos de los términos que se utilizaban para referirse al progreso de los participantes. Bueno, por suerte, hoy la realidad es otra.

Los dichos de Cormillot deben ser leídos al calor de su expertise televisiva. Nadie dice que la sanción de la Ley N°26.396 no haya marcado un importante avance en nuestro sistema de salud o que el programa no haya hecho posible que participantes que no contaban con los recursos económicos necesarios recibieran atención especializada. Todo eso no quita que la narrativa principal estuviera dirigida a fortalecer creencias y prejuicios en torno al sobrepeso, enalteciendo modelos de cuerpos hegemónicos y naturalizando situaciones de violencia

“Puede parecer una discriminación, pero es así” sostuvo Cormillot en el mismo programa donde utilizó el término “gordita” de la oficina para ejemplificar acerca del impacto que tiene en la vida de las personas bajar de peso. Eso que parece discriminación, es. Existen y deseamos otros cuerpos y es hora de que la televisión también lo muestre.