Inflación: los alimentos siguen imparables

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Inflación: los alimentos siguen imparables

16 Marzo 2021

El Observatorio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó el "Monitor de precios" de febrero de 2021, un informe con las variaciones sufridas en los precios de la carne, las verduras y las frutas, con el fin de ver cómo incidieron en la canasta de consumo los alimentos más representativos de los argentinos. Otra vez, los aumentos en los alimentos estuvieron por encima del promedio general, que sigue muy alto. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación de febrero fue de 3,6%, mientras que la interanual, en comparación con el mismo mes de 2020 fue del 40%. La entidad expresó que “la división Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,8%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones a raíz de los aumentos observados en Frutas; Verduras, tubérculos y legumbres; Aceites, grasas y manteca; e infusiones. Estas alzas estuvieron parcialmente compensadas por la Leche, productos lácteos y huevos y las Carnes y derivados, que mostraron subas por debajo del promedio de la división”.

Según el informe del CEPA, si se toma en cuenta el IPC publicado por el INDEC se puede observar que “el peso de la carne oscila entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) sobre el índice de precios. En el caso de las frutas y verduras, van de representar 3,5% (GBA) hasta 5,1% (noreste y noroeste)”.

Si se analiza la evolución de precios de la carne durante 2020 y comienzos de este año, el documento detalla que se observa un notorio incremento del 7,6% para el mes de enero, un 5,6% para marzo, 9,2% en abril, 7,2% para noviembre, 20,2 en diciembre y 6,3% para enero de 2021.

Dado que no todos los cortes de carne evolucionaron en la misma medida, para ofrecer una información más detallada el Observatorio utilizó como fuente los precios promedio mensuales relevados por el Instituto de la Carne Vacuna y categorizó los cortes en “caros, intermedios y económicos”, de acuerdo con los gustos del consumidor.

De este modo, se observa que los cortes que más aumentaron fueron los económicos, que lo hicieron en un 3,7%, lo que se refleja en la carne picada común con un 6,5%, tortuguita con 4,2%, rosat beef con 3,7%, falda en un 3,6% y el osobuco en 1,4%.

Por otro lado, los cortes intermedios aumentaron un 0,3%, y se registraron en la tapa de asado con un 2,6% y en la picada especial y paleta con 2,2% en cada caso. Sin embargo, se terminó comnpensando por las reducciones de precios del bife angosto en un -6,6% y del asado de tira en 1,7%.

Igualmente, los cortes caros sufrieron un incremento del 0,5% que se vieron reflejados en el vacío con 2,1% y nalga en 2,2%, aunque también, tuvieron una compensación por la reducción de precios en el matambre en -2,9%, el peceto con -0,6 y la colita de cuadril con una reducción del -0,9%.

En el documento se expone, además, el análisis de los términos interanuales, que tienen relación con febrero de 2020, por lo tanto, sobre esta base “la variación de precios nominales de la carne (+72,4%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+40% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales”.

Cabe mencionar que en el estudio se incluyó el pollo, que fue relevado por ser un bien sustituto de la carne y registró un incremento de 5,7%. El informe del CECAP expone que en la investigación sobre la evolución de precios del pollo fresco entero en comparación con el corte “asado”, que es el más consumido, “lo que se observa es una reducción de la brecha entre los precios del asado y el pollo entero, que se había incrementado sensiblemente en los últimos meses. Es decir, si en enero de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,7 kilos de pollo, en febrero de 2021, 1 kilo de asado equivale a 3,4 kilos de pollo”. Esto significó un encarecimiento del pollo en un 22% interanual para 2021, que se originó en una baja del precio del asado del 1,7%, durante el mes de febrero, con respecto al pollo que subió un 5,7% por el alza en el precio del maíz.

Con respecto a las frutas y verduras, el relevamiento tomó en cuenta los precios mayoristas de los principales productos del Mercado Central de Buenos Aires, así, “se advierte una gran volatilidad vinculada a estacionalidades de los productos, en conjunto con dificultades puntuales en la producción y/o cosecha que pueden demorar la entrada en gran volumen en el mercado y, por lo tanto, restringe la oferta afectando el nivel de precios”, según se expresa en el informe.

En este contexto, una de las frutas que más variaciones tuvo fue el tomate que en enero de 2020 costaba 20 pesos el kilo y en junio trepó los 70 pesos, para alcanzar en octubre un valor máximo de 108 pesos. A pesar de estos incrementos, luego el precio se desplomó y en diciembre llegó a costar 12 pesos el kilo en el mercado mayorista.

Por otra parte, en febrero de este año la variación del tomate llegó a 74, 6%, la mandarina a 62,9%, la naranja a 24,4%, la manzana a 1,2% y la lechuga a 20,9%. Es importante destacar que, a su vez, se registraron caídas en el zapallo en un -27,2%, el limón en -26,3%, la batata en un 15,8%, la papa con un 13% y la banana con un 14%.

Según señala el Observatorio del CECAP, en cuanto a la evolución interanual con respecto al mes de febrero de 2020, se dieron los siguientes valores: en la naranja 432%, el limón 243%, la batata 210%, la cebolla 204%, la manzana 106%, el zapallo 95% y la pera un 76%. “En el caso del tomate redondo, la lechuga y la banana los incrementos fueron sustancialmente menores (49, 48 y 41% respectivamente), aunque por encima de la inflación del período” y agregan que “resalta la baja interanual del precio promedio de la zanahoria (-30%), y el caso de la papa que, si bien tuvo un incremento del 33%, resulta por debajo de la inflación del período, resultando en una leve reducción de precio en términos reales”.

En definitiva, la variación de precios se hizo sentir en los bolsillos de los consumidores, ya que, si el kilo de asado en febrero de 2020 tenía un costo de 322,44 pesos, en febrero de este año pasó a costar 594,06 pesos y si en septiembre de 2020 una persona compraba un kilo de limones por 27,99 pesos y lechuga por 31,73 pesos, en febrero de 2021 debió pagar 96,31 y 79,41 pesos respectivamente, de acuerdo con el análisis del CEPA según el IPC del INDEC y el Mercado Central de Buenos Aires.

Mientras, el Gobierno, que continúa trabajando en conjunto con todo el país para evitar la suba sostenida de los precios, se propuso como principal objetivo para este año conseguir una reducción del 5% en la inflación con relación al 2020, según expresó el ministro de Economía Martín Guzmán, en un encuentro con empresarios en la provincia de Tucumán.