La industria en crisis: síntomas, causas y medidas urgentes

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La industria en crisis: síntomas, causas y medidas urgentes

01 Agosto 2025

Mi última publicación trató sobre cómo y con qué salir del infierno anarco liberal que estamos viviendo. Ahora, en modo conciso y sustentado en información verificable, trataré de poner en blanco y negro los 4 principales síntomas que ponen en evidencia la crisis industrial que estamos viviendo y las 3 principales causas que la originan, para luego proponer algunas medidas urgentes que permitan detenerla y comenzar a salir de ella a la mayor brevedad posible.

Los principales síntomas de la crisis industrial

Caída del valor agregado manufacturero

En las Tablas 1 y 2 (disponibles clickeando el link) se muestran la evolución del valor agregado bruto entre 2004 y el primer trimestre de 2025 para cada presidencia, en moneda constante de 2004 y cómo porcentaje del total, según datos del INDEC.

Como se puede observar, en 2024 tanto el porcentaje del total del VAB de los sectores productivos (37,24%), como el porcentaje de la industria manufacturera (19,24%) son los inferiores de toda la serie. En el primer trimestre de 2025 la situación se agrava con la profundización de las caídas del VAB hasta porcentajes del 17,06% y 35,42%, respectivamente.

Para poner en mejor relieve el significado de estas diferencias, cabe mencionar que la diferencia entre el VAB manufacturero de 2024 respecto del promedio interanual 2004 a 2023 es esquivale a una pérdida de US$ 2.713 millones, mientras que similar diferencia respecto del VAB correspondiente al primer trimestre de 2025 asciende a los US$ 5.100 millones.

Estos valores promedio del conjunto de los sectores manufactureros no muestran la realidad de los sectores más afectados, que como indican las series históricas del Índice de Producción Industrial publicado por INDEC corresponden a las sectores intensivos en mano de obra, como textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, las industrias metálicas básicas y muebles y colchones.

Baja del consumo

En las Tablas 3 y 4 se muestran, en base a datos del INDEC, la evolución de la oferta y la demanda global entre 2004 y el primer trimestre de 2025 para cada presidencia, tanto en moneda constante de 2004 y cómo porcentaje del total. En el caso de la demanda se incluyen las aperturas correspondientes al consumo privado y público, las exportaciones y las inversiones en activos fijos, tales como maquinaria, edificios y equipo utilizados en la producción de bienes y servicios. 

Como se puede observar y para poner en mejor relieve el significado de las diferencias entre los valores correspondientes al año 2024 respecto del 2023, el consumo privado sufrió una caída equivalente a US$ 5.167 millones, el consumo público cayó el equivalente a US$ 1.294 millones, las exportaciones aumentaron US$ 9.117 millones mientras que las inversiones cayeron el equivalente a US$ 8.725 millones.

Los promedios ocultan realidades muy diversas como en este caso el aumento del consumo de bienes suntuarios y de turismo de una minoría en simultáneo con una reducción del consumo de bienes de primera necesidad de la gran mayoría de los sectores populares y de la clase media, tal como analizaré al evaluar las causas.

Cierre de empresas

Otro síntoma de la crisis industrial es la cantidad de industrias que dejaron de operar desde el comienzo de la actual gestión.

Según recientes declaraciones del Secretario de PyMEs, Emprendedores y Economía del Conocimiento, Marcos Ayerra, el Ministerio de Economía de Argentina está próximo a publicar un informe que mostrará que durante 2024 se perdieron aproximadamente 13.000 unidades productivas, de las cuales unas 5.200 correspondieron a PyMEs industriales. Este reporte, centrado en la natalidad y mortalidad de pequeñas y medianas empresas, también detalla que en el mismo año se crearon 53.000 nuevas firmas mientras que cerraron cerca de 66.000.

Además de las PyMEs se destaca la salida de más de 20 empresas multinacionales que venían operando en Argentina. La lista incluye empresas que vendieron su operación a inversores locales, como es el caso de Telefónica, comprada por Telecom; Mercedes-Benz por el grupo financiero GST; HSBC comprada por Galicia, Exxon Mobil por Pluspetrol; Procter & Gamble por Newsan y Xerox por Datco.

Otras multinacionales directamente dejaron de operar en nuestro país, incluyendo a Unilever, Ayudín, Pumpers, OLX Autos, la aerolínea Norwegian, Zara, las autopartistas Axalta y PPG, las farmacéuticas Hepatalgina, Gerresheimer y Eli Lilly, las, las energéticas Sinopec, Petrobras y Raizen, las marcas deportivas Nike y Under Armour y el fabricante de juguetes Hasbro

Desocupación

La Tabla 5 muestra la evolución de los indicadores de empleo entre el cuarto trimestre de 2016 a igual período de 2024 y el primer trimestre de 2025; la Tabla 6 muestra la cantidad de personas físicas que corresponden a cada categoría en el primer trimestre de 2025, datos que en ambos casos según fueron relevados por la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC para 31 conglomerados urbanos.

Según se puede observar el porcentaje de desocupados del primer trimestre de 2015 sólo es superado por el nivel de desocupación correspondiente al último trimestre del gobierno de Macri y el correspondiente al de la pandemia iniciada en 2020.

Los porcentajes no permiten apreciar la significación real de la cantidad de personas ocupadas, desocupadas y subocupadas tal como se muestran en la Tabla 6 para el primer trimestre de 2025 para el total nacional y para cada región del país.

Respecto del grado de formalidad según el informe de la EPH en el 4º trimestre de 2024 los empleados se dividen en un 56,4% de empleados formales en el sector formal, un 1,4% de empleos formales en hogares, 11,8% de empleo informal en el sector formal, 21,8% de empleos informales en el sector informal 4,8% de empleos informales en hogares

Según el mismo informe el nivel de empleo es superior en los varones (53,8%) que en las mujeres (46,2) y resulta inferior en las edades de hasta 29años (16,8% de los varones y 13,9% de las mujeres).

Según un reciente informe de CEPA, elaborado sobre la base del Sistema Integrado Previsional Argentino, el corolario de estos indicadores resulta, en lo que va de la gestión Milei, en una pérdida de 115.353 puestos de trabajo formales en el sector privado a los que hay que agregar otros 58.210 puestos de trabajo perdidos en el sector público. En total suman 157.203 puestos de trabajo perdidos.

Las principales causas de la crisis industrial

Preminencia de las finanzas por sobre la producción

El actual gobierno nos conduce a un nuevo viejo fracaso al replicar a rajatabla los modelos económicos imperantes entre 1976 y 2000 durante los gobiernos de la dictadura cívico militar, de Alfonsín (en contra de su voluntad), Menem y De la Rúa, y entre 2015 y 2019 con el gobierno de Macri; modelos fallidos que ya demostraron sus resultados en materia de falta de desarrollo, aumento de la desigualdad y de la pobreza.

El informe del INDEC sobre el nivel de actividad del primer trimestre de 2025 muestra una mejora del Valor Agregado Bruto del 4,8% frente a una caída del total de 2024 de -1,4%; interesan los desagregados de esos valores: mientras las mejoras del primer trimestre del 5,8% para las manufacturas y del 6,5% para la construcción nos superan las caídas respectivas de -8,8% y de
-17,5%; el comercio, con una mejora del 7,3% equilibra la caída del 7,2% en 2024; por su parte la intermediación financiera muestra ser el sector más favorecido de la economía cuando logra una mejora en el primer trimestre del 27,2% que compensa sobradamente la caída del 4,7% de 2024.

Cuando las finanzas permiten ganar dinero invirtiendo dinero sin necesidad de agregar valor las actividades productivas sufren, en especial las que requieren mayor cantidad de mano de obra, como son la industria, la construcción y el transporte.

Es necesario resaltar que los beneficios obtenidos en la timba financiera tienen a la fuga de capitales como destino casi exclusivo, restando recursos al sector público y a las inversiones productivas del sector privado.

Modelo dogmático de ajuste

Si bien el modelo de ajuste aplicado por Milei es similar al usado en las anteriores etapas regidas por el neoliberalismo, su nivel de dogmatismo las supera con amplitud.

La actual gestión hace eje en el superávit financiero como herramienta exclusiva para doblegar la inflación, con el agregado que persigue ese superávit mediante un interminable ajuste de los gastos del estado, incluyendo los correspondientes a la salud pública, la educación, las jubilaciones y la obra pública, mientras se beneficia en modo regulatorio e impositivo a los sectores más concentrados. La reciente reducción de las retenciones agrícolas es muestra suficiente.

Milei no sólo desconoce que el superávit también puede lograrse con un mayor nivel de actividad económica e incrementando los impuestos a los sectores más favorecidos, sino que agrava el cuadro de situación de estos últimos mientras favorece a estos últimos, reduciendo su carga impositiva al costo de un mayor ajuste a los más relegados.

El dogmatismo también pretende ocultar que el actual modelo de superávit es incompatible con prestaciones públicas razonables que aseguren el mantenimiento de la paz social.

Las recientes gestiones de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, que seguramente serán perfectibles, demuestran claramente la posibilidad de lograr superávits gemelos con un elevado crecimiento económico, mejor distribución de la riqueza y niveles de inflación similares a los que hoy tenemos a costa del enorme e inútil sacrificio a que nos vemos sometidos.

Pérdida de capacidad adquisitiva

La capacidad adquisitiva de la población no depende exclusivamente del nivel del índice de costo de vida, sino que también está relacionado con el nivel de sus ingresos.

Al analizar la caída del consumo como síntoma de la crisis vimos que el sector privado sufrió una caída equivalente a US$ 5.167 millones. La magia de los grandes números oculta que la inmensa mayoría de la población redujo consumos básicos, mientras una pequeña minoría aumentó su consumo de bienes suntuarios y turismo.

El análisis del poder de compra del salario mínimo vital y móvil permite constatar que en 2017 se podían comprar 1,72 canastas básicas alimentarias o 1,16 canastas básicas totales. En el primer trimestre de 2025, el SMVM permitía comprar sólo 0,83 canastas alimentarias o 0,60 canastas totales. En ese período el poder de compra del SMVM cayó un 51,7% para la canasta alimentaria y un 55,9% para la canasta básica total. Más grave es la evolución del poder de compra de la jubilación mínima, con caídas del poder de compra de las canastas alimentarias o de las totales desde 1,14 o 1,36 en enero de 2023 hasta 0,98 o 0,70 en marzo de 2025. En sólo esos 15meses las caídas alcanzaron al 14,0% para la canasta alimentaria o al 15,7% para la canasta total.

Las caídas en la ventas de productos de primer necesidad entre 2023 y 2024, como la carne vacuna alcanza al -15,9% interanual, de 53,3 a 44,8 kg anuales por habitante, en consumo de leche cayó -10,2% interanual, el de medicamentos (-6,8% interanual, desde 756,4 hasta 705,3 millones de unidades anuales). Otros productos resultaron mucho más afectados que los productos de primera necesidad a lo largo de 2024, como es el caso de las vestimentas (-21%) y las bebidas alcohólicas (-19,2%).

No todo fueron caídas del consumo, también simultáneamente aumentaron otros consumos, como el patentamiento de automóviles entre marzo de 2024 y de 2025 (+135,7% desde 17.289 a 37.762 unidades); la cantidad de turistas argentinos al exterior (+108,8%, de 1,13 millones mensuales en 2024 a 2,36 millones en el primer trimestre de 2025); el mercado inmobiliario en Buenos Aires (+ 73,1%, desde 4593 a 7952 compraventas entre febrero 2025 y 2024).

El conjunto de estos indicadores indica que en nuestro país hay dos mercados uno en retroceso para pobre y otro en ascenso para ricos.

Medidas urgentes

Los síntomas y causas antes mencionadas indican la extrema gravedad de la presente crisis de nuestra industria. Revertirla resulta impostergable.

El Foro de Economía y Trabajo, en sus propuestas para un programa federal de industrialización, propone medidas urgentes, tales como:

  • Recomponer en términos reales los ingresos de los trabajadores –con o sin empleo formal- y los jubilados, pues son necesarios para para mejorar las condiciones de vida e incentivar la demanda interna.

  • Administrar los precios de los bienes y servicios básicos para vivir y de los insumos para producir.

  • Seguimiento de los costos de producción y comercialización de los mismos que debe ser público, publicitado y auditado por el Congreso de la Nación.

  • Regulación del precio de los alimentos y de la energía, factores estratégicos determinantes para la producción; los precios deben basarse exclusivamente en comprobados costos reales de producción y distribución.

  • Regular el comercio exterior, administrando las exportaciones e importaciones, para administrar estrictamente el flujo de divisas. En ese sentido hay teoría y práctica histórica de tipos de cambio múltiples, la utilización de instrumentos como los impuestos directos, los derechos aduaneros a las exportaciones, y los aranceles a las importaciones. Sin esta base no será posible planificar en el corto, mediano y largo plazo.

  • Regular los movimientos de la cuenta de capital de la balanza de pagos.


 

En base a estas medidas se propone declarar una emergencia industrial con un año de duración, prorrogable por igual período, que contemple:

  • Reponer y elevar los aranceles a la importación para los productos producidos;

  • Eliminar los aranceles a la importación de insumos industriales no producidos;

  • Reducir las retenciones a la exportación de productos industriales en igual medida en que se redujeron las retenciones agropecuarias;

  • Establecer precios máximos que contemplen costos de producción y un margen razonable de ganancia a los bienes esenciales de la canasta básica total, la energía y a los insumos difundidos, tanto industriales como agroindustriales, así como a los alimentos de la canasta básica alimentaria;

  • Desacoplar los precios domésticos de los internacionales, tomando a estos como referencia, previa deducción del valor de las retenciones a la exportación y costo de fletes;

  • Establecer créditos a productores industriales a tasas preferenciales con condiciones y seguimiento estricto por parte de la Banca Pública que actúen como aliciente al desacople de los precios internacionales.

Estas medidas que responden a la emergencia, son a su vez la base sobre la que se debe asentar la transformación definitiva de la matriz productiva y la reconversión industrial que nuestro país necesita.