Nona Fernández: “La memoria es el gran concepto de trabajo que vengo desarrollando”

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    Nona Fernández
    FOTO: Juli Ortiz
INFORME DE UN DÍA

Nona Fernández: “La memoria es el gran concepto de trabajo que vengo desarrollando”

14 Mayo 2023

AGENCIA PACO URONDO conversó con la escritora chilena Nona Fernández en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, sobre la importancia de la memoria en sus obras, la escritura como espacio de liberación y los procesos políticos chilenos.

Nona Fernández es editada en Argentina por Eterna Cadencia, publicó Mapocho, Space Invaders, Chilean electric, El cielo, Preguntas frecuentes, Avenida 10 de julio, entre otros.

Nona nos recibe en el hotel que aloja su estadía en la Argentina, queda en avenida Santa Fe del microcentro de la capital, una zona bien urbana en la plenitud de la ciudad, como le gusta a ella.

¿Espacio verde o ciudad?─ le pregunta Juli, para la sesión de fotos ─Fondo de ciudad─ le responde ella, y agrega: ─soy de Santiago, muy urbana. 

Cuando Nona bajó de su habitación llevaba en sus manos un libro y los anteojos, estaba leyendo a Alejandra Kamiya; desde ese momento supe a quien estaba por entrevistar e involuntariamente me resonó una frase que me dijo Alejandra: “Los libros son como las personas”.

Nona es luminosa. Sonríe todo el tiempo como asintiendo a las preguntas, después responde con la seriedad necesaria para hablar de la política de su país, de la función de los medios hegemónicos, de la reparación de la dictadura, del discurso del odio que se expande por toda América Latina. 

Nona es comprometida y utiliza la palabra como herramienta de reparación colectiva, construye una constelación que no está planificada, pero que se enlaza, como bien explica, cual “hebras” de un gran collar de perlas.

Nona trabaja con la memoria, es su materia prima y Mapocho, su primera novela, fue la llave. A partir de allí se abrió una caja de Pandora colmada de imágenes y recuerdos. Una usina de historias, personajes y escenarios que volvieron para ser contados.

Nona habla y aclara, abre caminos y puertas y ventanas, igual que cuando escribe.

“Nunca escribimos solas”, dijo en una entrevista y lo cristaliza todo el tiempo, cuando recomienda, cuando habla de escritores y escritoras contemporáneas.

Nona define la escritura como espacio de libertad y eso fluye como un río en sus obras, le gusta lo inclasificable, lo disruptivo, lo que no tiene rútulos como respuesta a un mundo que nos impone ser de una manera o de la otra, que funciona a merced de estereotipos.

Nona recuerda y escribe como si estuviera iluminando la pieza oscura. Nona pregunta igual que Enrique Lihn: “¿Qué será de los niños que fuimos? Alguien se precipitó a encender/la luz, más rápido que el pensamiento de las personas mayores”. Y no sé si encuentra la respuesta pero hace girar la rueda, hace funcionar la maquinaria contra el olvido.

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Nona Fernández
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AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué pensás de la literatura y el compromiso?

Nona Fernández: siempre creo que la escritura, la literatura y la creación en general son una forma de reciclar y asimilar, volver a entregar algo al respecto y creo que con la realidad tan compleja como la que vivimos los seres humanos se hace muy difícil, si es nuestro oficio y estamos observando tenemos que tomar  partido frente a esa realidad y ejercer desde el trabajo literario una especie de trinchera con el compromiso. Yo siempre pienso que la escritura es un espacio de libertad completa, no es un deber de la literatura nada, la literatura es libre puede hacer lo que quiera, pero quienes la ejercemos tenemos ciertos deberes en relación justamente con los materiales con los que trabajamos que son básicamente el real y ese real necesita ir avanzando o girando o movilizándose hacia lugares de mayor democracia, cariño, de mayores oportunidades, un lugar más igualitario.

APU: Tu obra es una especie de reparación en cuanto a esta temática, en ese marco ¿ qué lugar ocupa la memoria en la obra y qué pensás de las políticas reparatorias en Chile?

N.F.: En relación a la memoria en mi trabajo es un eje, te lo puedo decir ahora que ya puedo observar lo que he hecho. Es una inquietud que levantó mi trabajo literario, a veces pienso que si hubiera tenido otro contexto no sé si hubiera sido escritora. Siendo que me encanta la literatura pero también es una plataforma para eso. La memoria es el gran concepto de trabajo que vengo desarrollando.

En cuanto a mi país no quiero ser injusta porque ha habido políticas de reparación y esas políticas se siguen desarrollando, pero no hemos terminado ese ejercicio. Ahora que se cumplen 50 años del golpe y todavía el ¿Dónde están? sigue siendo una gran pregunta y probablemente una pregunta que no tiene respuesta.

El gobierno implementó una nueva ley ahora, no quiero ser tan específica porque no tengo con precisión la ley, para que esa búsqueda se pueda cerrar y tenemos confianza en esta nueva oportunidad, pero falta mucha reparación. Y la reparación no solo tiene que ver con las funciones más puntuales como la justicia que, por supuesto  tiene que ver, pero la reparación también tiene que ver con el lugar que tú le das a lo que ocurrió en el mapa de la sociedad, con el lugar ético que tú le pones a eso y con el nunca más, con lo enfática que puedes ser con eso. En mi sociedad eso no ha ocurrido, tenemos un pinochetismo que está nuevamente resurgiendo, hay discursos de odio que pareciera que nunca hubieran reciclado toda la información que hubo y ahí sin duda algo se hizo muy mal, hemos tenido una política de reconciliación que no puso los límites con el nunca más y eso nos deja con la historia abierta y con la posibilidad de que las cosas se repitan, que circulen discursos tan feroces como los que circularon alguna vez y además con una sociedad que anímicamente no puede cerrar la herida, hay gente que sigue opinando que eso estuvo muy bien, evidentemente hay una herida que no se cierra.

 

“Me gusta esta idea de libros que sean inclasificables, me gusta este caos, estamos tan llenas de límites, ¿no? Yo pienso que la escritura es un espacio de libertad completa”.

APU: ¿Qué rol ocupan en Chile los medios de comunicación?

N.F.: Lo complejo es que en Chile estamos con un problema de medios, como acá también, los medios hegemónicos que lo captan todo y que son los que van generando la realidad y que dan cabida, oportunidad y tribuna a aquellos discursos de estos personajes que deberían estar erradicados de la sociedad, no deberíamos ni mirarlos ni escucharlos y sin embargo los medios hegemónicos les dan tribuna, parte de lo que ocurre ellos tienen mucha responsabilidad, hay que pensar que los medios hegemónicos son de los empresarios y en Chile es parte como del mismo sector, no son muchas personas.

También existe otro circuito de medios pero son más precarios, que no llegan a todas partes pero la televisión sigue siendo una gran plataforma informativa para una gran cantidad de población que no está en el twitter, que no está en la virtualidad y ahí es muy efectiva, esos medios no llegan y nos quedamos con una desinformación, con una tergiversación de la realidad.  Lo que está ocurriendo ahora en Chile es bien complejo porque tenemos un gobierno de izquierda y los medios se han formado en un gran programa en contra.

Lo de la constitución del domingo pasado fue horroso. Cuando hablábamos de las políticas de reparación y yo te decía que no solamente era lo pragmático de la justicia para cada caso específico  hablaba de eso, de cómo una sociedad puede dar espacio a esto nuevamente y eso que vivimos una revuelta social , un proceso constituyente que buscaba cambiar la constitución de Pinochet que fue rechazado y los medios tuvieron mucho que ver con eso y ahora hay un nuevo proceso constituyente más cercado, más vigilado, hay también una población desencantada que no vota que anula, y para ese proceso casi la mitad de los constituyentes que se eligieron es republicano, que para que se den una idea es como que sea el ejército de Milei, ese tipo de derecha. Entonces es una cosa muy ridícula porque la constitución nueva para derrocar la de Pinochet va a ser escrita por los hijos de Pinochet, es una broma, un chiste malo. Yo no sé qué va a pasar, últimamente en Chile todo está muy movido y estamos viviendo una especie de revancha del conservadurismo, está así luego de los tiempos de revuelta social.

APU: En tu obra hay una constelación ¿eso está planificado o va surgiendo según el recuerdo que viene?

N.F.: Nunca hago plan, nunca hay plan, escribí una primera novela que se llama Mapocho y a partir de esa novela es como que he ido siguiendo una hebra y esa hebra me ha ido llevando a una historia y a otra historia que no cabe en ese libro entonces voy a otro libro y ahora con el tiempo sí puedo ver ese mapa y claro funciona como una constelación porque son imágenes  que se van leyendo y van vibrando juntas, el colectivo a veces tiene más fuerza. Pero ha sido donde la escritura, la literatura, la investigación me ha llevado y es un territorio del que no salgo, siempre pienso que el libro que voy a escribir es otro cosa y nada, siempre vuelvo, cuando lo escribo me doy cuenta que estoy en el mismo mapa, entonces creo que no tengo posibilidad de escapar, por lo menos por un rato, no lo sé pero es así, son las obsesiones, los fantasmas, los deseos.

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Nona Fernández
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APU: Tu abuela Blanca está muy presente en tus novelas ¿Cuál es la importancia de esa figura?

N. F.: Es una figura familiar importante pero hay algo importante en ella que yo creo que la literatura me dio la posibilidad de observar y es que mi abuela era una secretaria del ministerio y se dedicaba al registro, tenía una máquina de escribir y claro yo la veía registrando todo lo que pasaba en el ministerio y luego me regaló esa máquina de escribir donde yo partí escribiendo, era dura, era un problema escribir en esa máquina, la tengo hasta el día de hoy, es un legado y para mí, mi abuela es ese espacio de contención de mi infancia y es la que me regaló el don del registro, de observar y registrar, mi escritura tiene mucho que ver con eso, si bien es literatura, no son informes ministeriales persigue la idea de seguir registrando todo y ella en general fue una mujer que en la casa hacía las listas de todo, hasta muy vieja, cuando ella estaba muriendo anotaba las películas que veía , los partidos de fútbol, todo era como registrar, registrar, registrar y hay algo de eso también en mi afán escritural, de hacer el registro de una época, de un momento  y de hacerlo constelar con el pasado.

APU: ¿Qué pensás de los géneros literarios en tu producción?

N. F.: No creo mucho en los géneros, creo que los libros siempre terminan siendo una novela o un ensayo pero en el proceso escritural yo no tengo el género metido en la cabeza es un problema que tienen los libreros o los editores, más del mercado y cada vez se vuelve más una pasión escribir libros híbridos que a lo mejor tienen un género que es un género contenedor pero en general me gusta esta idea de libros que sean inclasificables, me gusta este caos, esta deformación en el momento de establecer un escrito , estamos tan llenas de límites, no? estamos tan estructuradas, estamos peleando por romper todos esos límites en todas las áreas, a nivel racial, social , a nivel de género que ya la literatura como te decía al comienzo sea un espacio de libertad, entonces no nos encasillamos.

APU: Acá el feminismo es muy importante ¿cómo se vive en Chile?

N.F.: Allá ha sido muy importante en la revuelta social,  uno de los grandes responsables fue el feminismo, las hemos observado a ustedes muchísimo, es un gran ejemplo y allá lo que ha pasado con el feminismo, sobre todo en el momento de la revuelta social, todo lo que ocurre fueron grandes demandas que durante décadas estaban saliendo a la calle pero en cada una de esas agrupaciones o movimientos el feminismo comenzó a estar muy presente entonces en algún momento fue el gran contenedor y salimos todas a la calle, habían grupos de mujeres trabajando por la salud, por la educación, por las pensiones, por el mundo ecológico, indigenista,  venimos de un marzo feminista muy grande en Chile. El feminismo ha sido un gran motor. El momento de hoy por esta revancha reaccionaria estamos en un lugar de mucha observancia y viendo qué se hace porque apareció un gobierno que queremos que funcione, hay mucha voluntad de que el gobierno funcione, pero claramente estamos necesitando ayuda, la ciudadanía tiene que movilizarse.

APU: Para ir terminando quería que nos recomiendes escritoras/ escritores referentes…

N.F.: voy a lanzar escritoras contemporáneas,  el trabajo de Alejandra Kamiya me ha gustado mucho, también voy a mencionar escritoras chilenas como Alia Trabucco es una autora joven chilena, publicó Las homicidas y Limpia, que es su última novela, es una gran autora; mi maestra Diamela Eltit tiene una última novela que se llama Sumar que es impactante, muy buena y tiene mucho que ver con lo que Chile ha vivido, incluso fue escrita antes de la revuelta social, Diamela tiene un gran don que es observar  el mapa social y poder escribirlo; también una autora argentina María Sonia Cristoff tiene una novela que se llama Derroche, es una locura es un delirio delicioso, muy recomendable y dos autoras mexicanas que sigo mucho, una es Verónica Gerber tiene un libro que se llama Conjunto vacío, otro que se llama Mudanza, y la Cristina Rivera Garza que es una autoraza, tiene su último libro El invencible verano de Liliana, que es un librazo, toda su obra y todo su ensayo y toda su poesía, hay algo interesante en ella que no solo produce literatura sino que está siempre produciendo formas de pensar cómo producir que estén acordes a la época y al momento contemporáneo.