Manto de Carne

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Manto de Carne

29 Abril 2018

Por Leonardo Olivera

 

APU: ¿Cómo nace la banda?

Tomas Cipolla: El gérmen de Manto de Carne aparece por primera vez cuando Facundo (Saied) y yo teníamos 16 años y tocábamos con piano y guitarra, en la muestra de fin de año del instituto al que íbamos. A los veintiuno o veintidós años nos volvimos a juntar, esta vez conmigo en la batería. Hicimos algunos temas que yo había compuesto que eran bastante intrincados. Al mismo tiempo conseguimos un permiso para tocar en la estación Constitución del subte C, esta vez en trío, de donde nos rajaron a la segunda tocada ¡porque los boleteros no entendían lo que les pedían los usuarios! Éramos muy jóvenes y yo tenía una ambición muy grande, por lo que ese primer intento de formar una banda fue arduo, con desencuentros y frustraciones. Hace tres años Facu me escribió para que hagamos su música. Grabamos junto a Diego Soldi en contrabajo un disco hermoso titulado Grillo. Esta formación se llamó El espejo que tiembla (https://elespejoquetiembla.bandcamp.com/).A Juan lo conocí en unos encuentros de improvisación. Fue una etapa que duró tres años y culminó con la grabación de un disco, llamado En Globo (https://englobo.bandcamp.com/), al igual que el grupo. Finalmente llegó Santi, recomendado por Facu y a fines de 2016 se completó lo que hoy conocemos como Manto de Carne. Yo admiro profundamente a estos tres artistas y me siento muy afortunado de que se hayan sumado al proyecto.

APU : ¿Cuáles son sus influencias?

TC: Estéticamente la banda está influida en gran medida por dos bandas de fines de los 60s y principios de los 70s que son Tony Williams Lifetime y Mahavishnu Orchestra. En esa época se desató una tormenta eléctrico-creativa en Nueva York, liderada por el gran Miles Davis, junto a los mejores músicos del mundo del jazz de esa época y de los siguientes diez o veinte años. La llegada del guitarrista inglés John McLaughlin fue decisiva para el movimiento y el que lo descubrió fue el mismo Tony Williams por un cassette de una jam en Inglaterra que le llegó, si mal no recuerdo, a través de Jack DeJohnette. Entonces Tony lo mandó a llamar y lo invitó a tocar en Lifetime. Al día siguiente de su llegada a EEUU, John McLaughlin ya estaba grabando con Miles.
Posteriormente todas estas bestias formaron sus propias bandas: Weather Report, Return to Forever y la ya mencionada Mahavishnu Orchestra.

APU:¿Cómo es el proceso de composición de la banda?

TC: Para este grupo traté de llevar los arreglos a la forma más definida posible antes de encarar los ensayos. Casi veinte años tocando con amigos me enseñaron que a veces el proceso creativo llevado al ensayo se extiende hasta un punto que le quita tiempo y energía a la experiencia más bella, para mí, que es tocar, sonar bien, improvisar.Compositivamente, Juventud e Impulso Nervioso, por ejemplo, son de 2012. En ese momento ya estaba interesado en tocar todas las métricas rítmica posibles. El compás de cinco tiempos se convirtió en "el nuevo cuatro cuartos". Primero combinaba los compases para luego tocarlos en la batería hasta encontrar fluidez y groove. Finalmente iba al piano y le buscaba la melodía. Siempre me guié por un principio de la filosofía Zen, que apunta a disciplinar al cuerpo para alcanzar la espontaneidad. Este concepto aplicado a la composición significa que lo que va a quedar plasmado es el resultado de un gesto, algo involuntario, casi inconsciente. Como decía Borges, después de la imaginación viene la razón a moldear esa forma que generamos y a la cual le pueden sobrar notas por todos lados.

APU: ¿Cómo entra la improvisación a la hora de tocar en vivo?

Facundo Saied: La improvisación entra tomando como punto de partida la estructura que tiene la composición y como parte del desarrollo de la canción. Es un momento en el que se generan diálogos espontáneos entre el que solea melódicamente y el que está sosteniendo eso rítmicamente.

APU: ¿Cómo fue grabar el primer LP?

TC: Para la grabación del LP ocurrió algo inédito y crucial: la pre-producción. Básicamente grabamos todos los ensayos durante los tres o cuatro meses previos a la grabación del LP. Luego los escuchaba día tras días, una y otra vez, bajo los efectos de la marihuana. Fue una experiencia reveladora. Los ensayos eran cada vez mejores y yo sentía que tenía veinte años. Cabe aclarar que la única vez que quise trasladar la experiencia psicotrópica al ensayo, fue bueno, sólo para los dos primeros temas. Después ya no quería saber nada con los cambios de compás y el rigor formal de la música. Hay un momento para cada cosa. Las sesiones de grabación y mezcla fueron realizadas en el estudio de Martín Telechanski, con quien tengo la suerte de trabajar desde 2011. Martín es, además de un profesional sobresaliente, un artista y alguien que aprecio mucho.

APU: ¿Cómo ven el ambiente del jazz y la jazz-fusión hoy en Argentina?

TC: El ambiente del jazz-fusión en Argentina, y para el caso en el mundo entero, es por lo menos escueto. Para mí el referente nacional más evidente es Javier Malosetti. Sin embargo, si vos lo comparás con las dos bandas que mencioné como influencias, Lifetime y Mahavishnu, no es lo mismo. Las diferencias no son técnicas ni tampoco de inspiración, porque Javier compone unos temas hermosos y su banda se suena todo. Pero hay una cierta prolijidad, te encontrás con unos grooves que son una aplanadora pero que también están clavados. La sensación que me da es de que falta interacción. En ese sentido yo soy muy radical y la improvisación la tomo como una experiencia absoluta. Me refiero a que hay que arriesgarlo todo, lo que sabés y lo que no; desnudarse, mostrarse vulnerable; asumir la soledad al tiempo que la trasciendo. Con esto lo que quiero decir es que hay una veta del jazz-rock que en mi opinión no está siendo transitada especialmente por otros grupos de la escena. Con Manto estamos tirando de esa cuerda, cuidando de que no se rompa porque del otro lado está el público, está la música como lenguaje, está la cultura. Y así vamos, con la neurosis de un lado y la música del otro. Y la vida, siempre adelante.

APU: El jueves presentaron su LP "Manto de carne" en Velvet Club, ¿qué nos pueden contar del show?

FS: El recital lo disfrutamos mucho, para nosotros tocar en vivo siempre es un momento muy especial. Velvet es un lugar hermoso, con buen sonido y ambiente. Musicalmente yo creo que estamos en un muy buen momento, que sonamos potentes, pero no en cuanto al volumen, sino en cuanto a densidad, hay como una espesura en la música.

 

Manto de carne: Facundo Saied y Juan Saidón en guitarras, Santiago Zárate en bajo y Tomás Cipolla en batería y composición.

Facebook: facebook.com/mantodecarne

Spotify: Manto de Carne