Huellas: voces y trazos de nuestra memoria

  • Imagen

Huellas: voces y trazos de nuestra memoria

13 Mayo 2017

Por Analía Ávila
 

Cada paso anterior deja una huella
que lejos de borrarse se incorpora
a tu saco tan lleno de recuerdos
que cuando menos se imagina afloran.                 

Pablo Milanés                                                                    

El epígrafe del libro, fragmento del tema “El tiempo, el implacable, el que pasó” del cantautor cubano Pablo Milanés, marca el tono nostálgico e intimista y abre los relatos de Huellas: voces y trazos de nuestra memoria que fue publicado este año por Gráfica & Editorial El Zócalo. Con relatos de Eugenia Azurmendi, Esteban Lorenzano, Martín Elías, Felipe Fernández, Paula Silva Testa e ilustraciones de María Giuffra, todos ellos hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar. El libro se presentó el 30 de marzo en el bar de FM La Tribu con la presencia de Nora Cortiñas, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Además hubo otra presentación el 27 de abril como homenaje a los 40 años de la primera ronda de las Madres, en la filial Villa Crespo del Banco Credicoop, con la participación de Delia Giovanola, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. 

Manuel Azurmendi, editor y miembro de la Cooperativa El Zócalo, que además es hermano de Eugenia, autora de uno de los relatos, explica que el libro surgió en la coincidencia de intereses y una identidad que algunos encontraron en H.I.J.O.S; el Zócalo con el proyecto de editar y María Giuffra en la búsqueda de ilustrar las historias de vida. Convocaron a cinco hijos de desaparecidos para que escribieran sus historias y empezaron con el trabajo de realización que duró un año. Manuel destaca que los autores nunca habían participado con sus testimonios en publicaciones, así que fue todo un desafío: “Cada uno de ellos se enfrentó con su propio pasado de manera diferente. Algunos reconocen que comenzaron recientemente con un camino de entendimiento con su pasado, otros que definen sus búsquedas en el reconocimiento por los caídos, y otros buscaron el recurso de la carta para contar a sus hijos su propia historia, como es el caso de Carta a Francisca (el relato de Paula)”.

El hilo conductor de todos los relatos es la infancia, la ausencia de los padres y el recuerdo de los autores de esos bebés y niños que fueron, construido por su propia memoria y por las voces de quienes los acompañaron en su crecimiento. Sin golpes bajos los cinco autores dan un entrañable testimonio. “Se llevaron a los cuatro. Nos dejaron a los tres chicos en el departamento. Gustavo Rojas, el hijo de Mirta, tenía cinco años y esperaba una hermana. Yo, dos y medio. Mi hermano Manuel, casi nueve meses. ¿Dónde se queda un bebé que se despierta de noche sin su mamá ni ningún brazo que lo acune? Eso no lo sé. Eso no me lo contaron”, relata Eugenia en su vivencia plagada de silencios y preguntas. Por su parte Esteban cuenta una historia de exilio y ausencia de su madre; además durante la realización del libro recibió con emoción la noticia del encuentro del nieto 121, Maximiliano (Gustavo Menna) que es su primo hermano. En su relato Martín Elías habla del camino de la resignificación de su historia y repite “es imposible escapar de nuestro pasado” Por su parte Felipe subraya el amor y cuidado que le dieron sus abuelos. Las bellas ilustraciones de María acompañan cada relato con dibujos en lápiz que son distintos y especiales para cada texto, y gracias al formato cuadrado del libro recuerdan a los libros infantiles.              

Con respecto al trabajo de la Cooperativa, Manuel señala que El Zócalo nació como gráfica y se creó en 2001, y que sin ser una empresa recuperada generaron el trabajo con la gestión democrática de los trabajadores. Ese camino no fue fácil porque la mayor parte del resultado del esfuerzo diario no queda en la Cooperativa: “Compramos el papel a los monopolios de la industria, los equipos cuestan cientos de miles de pesos que hay que comprar a las compañías. De todas formas, con mucho trabajo y gracias a las redes de apoyo a cooperativas pudimos mantenernos e inclusive crecer: en cantidad de compañeros, de propuestas y en la calidad de los productos que ofrecemos. Estas redes, a veces como políticas de estado de algún gobierno que tuvo algunas iniciativas para el sector, otras veces de organizaciones no gubernamentales, inclusive organizaciones que nos juntamos para fortalecernos, como Red Gráfica y La Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), a las cuales pertenecemos, nos ayudaron a transitar este camino de quince años. Pasamos de ser cuatro a quince compañeros, de sacar fotocopias con equipos usados a realizar libros con equipos digitales de última generación, y a publicar Huellas con nuestro propio sello editorial”.

Consultado sobre la política del Gobierno sobre la memoria y los derechos humanos, Manuel manifiesta: “Que el entonces Ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, haya puesto en duda el número de 30.000 desaparecidos, no es un hecho aislado; que el Ministro de Justicia Germán Garavano se reúna con Cecilia Pando, no es un hecho aislado; que se desarticularan  los organismos de asistencia judicial que colaboraban con la extracción de muestras de ADN para la identificación de nietos y nietas, no es un hecho aislado; que Macri intentara trasladar el feriado del 24 de Marzo, no es un hecho aislado; los fallos que concedieron prisión domiciliaria a represores, no son hechos aislados; que los intratables y concentrados medios de comunicación volvieran con la “teoría de los dos demonios” no es un hecho aislado. Este fue el trasfondo político mientras hacíamos el libro, y en esta realidad el libro se volvió urgente e imprescindible” Y concluye: “Creemos que el fallo de la Corte Suprema de Justicia del 2x1 para los genocidas fue una consecuencia directa de la política del Gobierno sobre los derechos humanos”.

La distribución del libro la realiza la-periferica.com.ar y se puede comprar en algunas librerías del interior del país y de Buenos Aires. Librería del Conti, Av. Libertador 8151; Librería Adán Buenosayres, Av. Corrientes 1671 y en los locales de la Cooperativa: Rio de Janeiro 668 (Parque Centenario) y Santiago del Estero 995 (Constitución). La próxima presentación de Huellas será el 7 de junio en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, donde también está a la venta en Antígona Libros.