Álvaro Yunque: Luces malas, cuando la noche es más oscura

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Álvaro Yunque: Luces malas, cuando la noche es más oscura

16 Julio 2017

Por Boris Katunaric

La colección Los fundadores de la editorial Clara Beter rescata dos obras del poeta Álvaro Yunque, Hombre esencial (1945) y Luces malas (1976). Se trata de dos libros inéditos que, sin duda, están enmarcadas en momentos histórico/políticos muy tensos para el país y, por ende, para el autor. Hablamos de dictaduras, cárcel, censura y exilio.

La elección de los libros no es casual ni azarosa, estamos hablando de un escritor sumamente prolífico que dejó alrededor de un centenar de libros en el baúl.

Además de ser un rescate necesario para la poesía tiene un condimento extra que es parte de la labor a la que nos tiene acostumbrado el poeta y editor Gito Minore. Y que siempre es grata, como la compilación Poetas Depuestos, poetas peronistas de la primera hora o el primer libro de Isidoro Blaisten, Sucedió en la Lluvia.

En la presentación realizada en el Centro Cultual de la Cooperación el editor dice: “Nos empezó a copar la idea de hacer un libro que sea éste, Luces malas, que lo escribe durante la última dictadura porque nos parecía, lamentablemente, que el 2016 hacía espejo con 1976. Él lo escribe en el periodo 77/82 donde está manifestada su mirada sobre estos años nefastos”, y agrega “si íbamos a sacar un libro de Álvaro Yunque tenía que poder decir algo hoy”.

Boedo

Álvaro Yunque es uno de los mayores exponentes de la escuela de Boedo, sector literario enfrentado históricamente a la vanguardia de Florida. Ambas escuelas, opuestas en estéticas y lineamiento político, aun hoy son motivo de disputa o polémica, al menos en sentido amplio no es una discusión saldad en la literatura argentina. Vanguardia contra poesía social, hoy en día el mercado editorial elige la primera por la segunda, aun así siguen siendo poetas depuestos u olvidados grandes referentes de la escuela bodeista. No sólo Yunque sino Elías Castelnuevo, César Tiempo, Leónidas Barletta, Roberto Mariani merecen una revisión de su obra.

Los libros

Álvaro Yunque, en 1944, plena dictadura de Farrel, fue encarcelado por dirigir el diario antifascista El Patriota, y tuvo que exiliarse en Uruguay. En esta época escribe Hombre escencial,

“No temo, ¡no!, el peligro de ser hombre. /Desafío a las penas/Y aventuro en la vida de odio y lucha” aventura un joven Yunque en su primera, si se quiere, conflictividad con el Estado, optimista y fuerte ante la avanzada de injusticia de los gobiernos de factos.

Luces malas tiene otro tono, más enojado y decepcionado, siempre con un lenguaje fuerte y directo. Haciendo ver sus posiciones políticas: “¡Que los perdone Dios! Yo no perdono” nos dice, refiriéndose a los militares, un hombre grande que estaba más para los homenajes que para la persecución política.

 

Poemas de Luces malas

Crucifixión

Y de pronto irrumpieron las espadas

y su bestialidad, los militares…

¡Y te crucificaron, Argentina!

No exclamo como el hombre agonizante

sobre el Monte Calvario:

“Perdónalos, Señor, no saben”…

¡Que los perdone Dios! Yo no perdono:

estos saben lo que hacen.

 

Precipicio

Libertad, un precipicio

en donde brinca un torrente

quien no lo pasa volando

desaparece.

 

Desterrado

Mundo de ideas, mundo de ideales

que descubrí en mis años juveniles,

vedme hoy,

¡desterrado en Buenos Aires!

 

¡No!

Aunque me salga el camino

la espada asesina, yo

no he dejado de ser hombre, y

yo sigo diciendo: ¡No!

 

Poemas de Hombre esencial

No temo, ¡No!

...pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo...  Rubén Darío

 

No temo, ¡no!, el peligro de ser hombre.

Desafío a las penas

Y aventuro en la vida de odio y lucha

Mi sensible conciencia.

Deseo ser el hombre vivo,

 el inteligentemente vivo.

No quiero ser la bestia,

Ni ser el árbol bueno, el semilúcido,

Ni ser la sorda piedra.

Deseo ser un hombre, ¡ser el hombre!

Ser el hombre que piensa,

Ser el hombre que ama,

Ser el hombre que sueña, ser el hombre que goza

Con lo que hace y con lo que proyecta:

Los pies en el presente, seguros pedestales

Y las alas sonoras hacia el futuro, abiertas

 

Tus herramientas

Son tus herramientas, hombre:

Trabajar, pensar y soñar.

Las manos, cerebro y espíritu

Que si los sabes manejar

Y si te afanas, denodado

Y seguro de triunfar;

Hombre, tú, el dueño de ti mismo,

Hombre futuro, vencerás.

 

Poeta

¿Quién soy? Soy una tormenta.

El trueno vibra en mi cráneo

Y es mi rayo una blasfemia.

Mi vida me pide tregua.

Estoy hecho de blanduras

Y animado de violencias.

Mi forma que duda, tiembla.

Mi inspiración, invencible,

Combate, no se lamenta.

Por mí la naturaleza

Renace día por día.

Soy la raíz, soy poeta.

 

Conseguílo en:
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La Librería de Ávila – Alsina 500– San Telmo
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El Gato escaldado – Av. Independencia 3548 – Boedo
Agebe – Av Boedo 1016– Boedo
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