¿Sirven las legislativas bonaerenses para prever las presidenciales?
Por José Cornejo
El coloso bonaerense tiene un padrón de 11,4 millones de electores, que representan 37,3% del total nacional. La “provincia” tiene un peso electoral equivalente a 17 provincias. Esto sin entrar en consideraciones de peso económico, histórico e incluso cultural. Si se toma en consideración los comicios realizados desde 1983, pueden constatarse que existe una relación muy directa entre presente y futuro electoral. Sin embargo, también puede encontrarse que el kirchnerismo representa una anomalía histórica. Los datos.
1987-1989
La votación de 1987 presenta una singularidad. Las legislativas quedan subordinadas a la elección de gobernador. Desde el regreso de la democracia, es la única vez que una elección de medio término coindice con la decisión del Ejecutivo bonaerense. El justicialista renovador Antonio Cafiero se impone. En las presidenciales de 1989 se repite el resultado, con la particularidad que el ganador no será Cafiero sino Carlos Menem.
1993-1995
Las elecciones de 1993 para diputados nacionales bonaerenses se insertan en la seguidilla de victorias del menemismo: presidenciales de 1989, legislativas de 1991, legislativas de 1993, constitucional de 1994 y reelección presidencial de 1995. Consecuentemente, también se verifica una relación directa entre los resultados legislativos y las presidenciales siguientes.
1997-1999
Si bien se toma a 1998 como el último año de bonanza del modelo neoliberal, la crisis social y los niveles de lucha habían comenzado desde el inicio de las privatizaciones. Resquebrajado el menemismo, perderá las legislativas de 1997 y las presidenciales posteriores a manos de la Alianza. Hay que decir que el justicialismo se encontraba fuertemente dividido por las diferencias personales y de proyecto económico entre Menem (neoliberal) y Eduardo Duhalde (devaluación concentradora).
2001-2003
Las legislativas de 2001 estuvieron determinadas por las primeras elecciones a senadores nacionales y por la víspera del estruendoso crack del modelo neoliberal. El oficialismo aliancista fue pulverizado y con ello sus chances presidenciales futuras. En 2003 el radicalismo sacará el peor resultado de su centenaria historia: 2,3%.
2005-2007
Luego de dos ciclos derrota-derrota de los oficialismos, las elecciones a senadoras de 2005 inauguran un nuevo periodo victoria-victoria. Cristina Kirchner vencerá a la esposa de Eduardo Duhalde y consolidará sus posibilidades presidenciales de 2007.
2009-2011
Luego de cinco presidenciales que pudieron ser anticipadas por sus resultados bonaerenses, las legislativas de 2009 presentan el único caso donde no se confirma los resultados dos años después. La victoria de Francisco De Narváez de aquel año no impidió que el oficialismo renueve el mandato presidencial en 2011. Hay múltiples causas para explicar esta anomalía, se destacan dos: la masiva despedida del líder Néstor Kirchner y la mayor ofensiva contra el capital (rural, exportador, de pensiones) desde el regreso de la democracia.
A modo de conclusión
Hasta la llegada del kirchnerismo, todo indicaba que la elección bonaerense determinaba las presidenciales posteriores. Sin embargo, el kirchnerismo se ha mostrado ajeno a esta lógica electoral argentina. Máxime cuando lo que se aproxima es un resultado por demás ajustado.