"La falta de recursos condiciona el lugar y quién realiza el aborto"

Por José Cornejo

AGENCIA PACO URONDO: A partir de un caso muy resonante de la semana pasada que fue el tema del aborto, vuelve a ponerse en la agenda esta situación problemática del aborto. Queremos saber cuáles son los avances, sabemos que ustedes trabajan con una relación muy estrecha con el Ministerio de Salud ¿Cómo se está trabajando en términos generales con el aborto en Argentina?

María Elena Chieno: El tema del aborto creo que es una deuda pendiente que tenemos no sólo los legisladores y los políticos para con las mujeres argentinas, sino también desde el punto de vista de los médicos, de la comunidad médica argentina. El aborto es una realidad que golpea fuerte en las mujeres, entre un cuarto y un tercio de las muertes maternas que se produce en un año, 100 mujeres por año mueren en argentina, a causa de complicaciones pos aborto. Esto ocurre porque esos abortos son realizados de manera poco segura o sin la mediación de un profesional.

APU: ¿En general las víctimas son de extracción más baja?

MEC: Sí, es real, porque la falta de recursos económicos condiciona el lugar y en manos de quién queda a cargo la realización específicamente de la técnica del aborto, si se está utilizando una técnica invasiva como puede ser el legrado o si se está utilizando metodologías químicas como pueden ser las pastillas, los medicamentos. Lamentablemente las personas con menos posibilidades económicas quedan sujetas a una asistencia de menor calidad. Quería insistir con un tema, más allá de la deuda que tenemos pendiente con la despenalización, a fin de lograr disminuir estas asimetrías que las personas que por alguna causa decidan interrumpir el embarazo, puedan hacerlo en las mismas condiciones que hoy lo hacen las personas que tienen recursos económicos. Que sin mediar ningún tipo de intervención judicial pueden ir a cualquier clínica privada que hay y que son muchas en todo el país e interrumpen su embarazo, incluso, sin que nadie se entere. La mujer con pocos recursos se ve sometida a todo este manoseo, a toda esta invasión de su privacidad y a poner en riesgo su nombre, su futuro y su vida.

APU: ¿Con el gremio de los médicos hay desinteligencias?

MEC: Hay una gran hipocresía –digámoslo con todas las letras-. Soy médica hace 35 años, he trabajado en diferentes lugares del país. Trabajé en La Patagonia en mis comienzos cuando era muy jovencita, trabajaba en zonas rurales donde había personas de pueblos originarios, he trabajado en Buenos Aires muchos años y he trabajado en la Provincia de Corrientes donde llevo viviendo más de 25 años. En todos estos lugares he visto la misma hipocresía. Así como negamos en un hospital público la posibilidad de asistencia a una persona cuando viene a solicitar una interrupción de embarazo, con la misma facilidad hay clínicas y sanatorios donde esas prácticas se llevan a cabo en la menor privacidad y con la mejor técnica quirúrgica y sin que la persona corra mayores riesgos. El mismo médico que hace esto en privado se niega a hacerlo en el hospital público porque dice que hoy en día es ilegal y además el miedo que le genera que esta mujer o la familia le haga una denuncia pero con las personas que le pagan no tiene miedo a que le hagan una denuncia.

Por otro lado, quien corre riesgo es la mujer pobre que no puede pagar. ¿Usted conoce algún médico que esté preso por hacer abortos? Yo no, y conozco muchos médicos que hacen abortos. ¿Usted conoce alguna mujer que haya pagado un aborto y que esté presa? No pero todos conocemos que se rajan las vestiduras en nombre de no sé que cuestión ética y moral impidiendo la interrupción de un embarazo de una mujer que ha sido violada, que ha sido sometida a la trata de personas. A esa mujer le decimos no, quédese con ese embarazo producto no sólo de un delito grave, sino de un avasallamiento de su moral, de su identidad y de toda su entereza como persona. A esa persona la obligamos a seguir adelante con el embarazo.

Es una hipocresía absoluta por parte de los grupos fundamentalistas religiosos, por parte de los médicos que muchas veces judicializan hechos que no deben ser judicializados, que deben ser resueltos porque ya la justicia se expidió al respecto, entonces, no necesita de la intervención judicial. Tiene que ser resuelto directamente por los profesionales en los centros de salud. Está todo tan judicializado, es tanto el miedo a la denuncia que, al final, terminamos perjudicando al más vulnerable.

Les quiero aclarar una cosa, no soy una persona que promueva el aborto, al contrario todo esto se lo digo porque si nosotros despenalizamos el aborto vamos a poder evitar muchos abortos. Porque vamos a poder instalar consultorios de disminución de riesgo y de daño, vamos a poder trabajar directamente y en forma, como hizo Uruguay. ¿Cuánto hace que Uruguay está trabajando con consultorios de disminución de riesgo y daño? Algunas provincias nuestras ya lo están comenzando a hacer, como la provincia de Jujuy que tiene un Ministro sumamente inteligente, que lleva adelante los procesos de prevención en forma real y sin hipocresía y se asiste, se trata de ayudar a la mujer que está cursando un embarazo no deseado, no planificado o para que lo continúe y siga adelante con ese embarazo en las mejores condiciones y con la mejor orientación médica. Tenemos que trabajar en forma directa y concreta con las personas que están corriendo riesgo de decidir un aborto.

APU: Históricamente el aborto ha sido difícil de tratar en ambas Cámaras porque suele ser algo que divide a todos los bloques políticos. ¿Cómo están posicionados los partidos con respecto a las diferentes propuestas de ley que hay?

MEC: Es un tema. Como vos bien decís, no es específicamente por bloques políticos, aunque hay algunos bloques que son más reacios y es más difícil que vayan a votar una ley de despenalización o la modificación del Código Penal para despenalizar el aborto, como puede ser el PRO. El PRO no votó la ley de fertilización asistida por ejemplo, pero el resto de los bloques de los partidos mayoritarios argentinos están divididos, depende muchas veces de una mala interpretación de la despenalización del aborto, de la influencia de la iglesia católica que en Argentina sigue siendo muy fuerte.

APU: Sobre todo en el interior.

MEC: Acabamos de estar en mi provincia, Corrientes, hace dos semanas, hablando de las modificaciones del Código Civil. De las 49 exposiciones públicas que se hicieron, por lo menos 35 estaba en contra de la incorporación de derechos en el Código Civil de la mano de la iglesia católica que con el señor obispo, que me merece todo el respeto por su trabajo dentro de la iglesia pero que creo que no tiene que inmiscuirse en algo laico como es el Código Civil Argentino. Teníamos 35 oradores que con la presencia del señor obispo hacían las referencias y pretendían eliminar, con la modificación de este Código Civil, todas las leyes de inclusión de derechos que venimos sancionando en los últimos 7 u 8 años.

APU: Son situaciones que golpean muy fuerte a los sectores populares...

MEC: Esto es algo que castiga muy fuerte realmente. Con la despenalización del aborto no vamos a provocar el aborto. El aborto ya está provocado, se hace en la Argentina, en cualquier maternidad, y yo les ruego a ustedes que vayan a cualquier hospital público del Gran Buenos Aires y de Capital Federal y pregunten cuántos legrados se hacen por día en abortos que llegan provocados o iniciados fuera del hospital. Díganme si nosotros estamos por provocar el aborto o si con esta ley podríamos disminuir el número que les aseguro es muy alto.