Escandaloso remate del Zoológico del PRO

Por Leandro Fernández I Luego de la sesión, el Zoológico porteño seguirá en manos de la misma concesionaria que lo administra actualmente, que fuera acusada de vaciamiento, de incumplir los pliegos del contrato de concesión y de no respetar las condiciones mínimas de bienestar animal necesarias para la actividad. De las 525 páginas del nuevo pliego sólo 7 hacen referencia a los animales. Y se estipula que el 85% de las inversiones se destinarán a refacciones de infraestructura y edilicias.  Prácticamente no se considera ninguna de las inversiones necesarias para lograr el mejoramiento de las condiciones de los animales, que fueron rematados como si fueran menos que cosas.

El contrato actual fue otorgado en 1991 por el intendente Carlos Grosso y había vencido en febrero del año pasado. Según un informe de la auditoría general, entre 1990 y 2008 se perdieron 31 especies de mamíferos y 72 de aves, que corresponden al 23% y el 55%, respectivamente del total que posee el establecimiento.

El legislador Andrian Camps, del Socialismo Auténtico, que había presentado un amparo judicial contra la subasta la consideró como "un verdadero bochorno, que se hizo sin tener en cuenta cuál es la mejor propuesta del zoológico para el futuro, ni la mejor propuesta científica sobre el bienestar animal. Debemos discutir qué zoológico queremos y no rematarlo al mejor postor”.

La medida que otorgó durante esta mañana la concesión por 20 años, se realizó en un claro contexto de rechazo de los diversos sectores sociales interesados, con críticas de la oposición y también de algunos legisladores del PRO, en el marco de un amparo judicial vigente y sin pasar previamente por la legislatura.