"En Argentina convivimos con patologías prevalentes que son muy preocupantes y hacemos como si no existieran"

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"En Argentina convivimos con patologías prevalentes que son muy preocupantes y hacemos como si no existieran"

13 Marzo 2020

Por Enrique de la Calle

APU: ¿Cuán grave es la situación del dengue en Argentina?

R: La situación del dengue es bastante grave, principalmente porque estamos teniendo circulación de cuatro serotipos de virus y eso está asociado con situaciones de progresión a formas más graves de la enfermedad.

Históricamente, los serotipos que circulaban en Argentina eran el uno y el dos y ya tenemos circulando los cuatro. La transmisión ocurre de manera exponencial. En el último parte que yo tenía, que estaba circulando desde el día 8, había 600 casos ya confirmados, y a esta altura debe haber más de mil casos.

De todas maneras la situación del dengue ha sido crítica en toda Latinoamérica, no solo en Argentina; la situación de brote viene registrándose desde centroamérica. En Honduras hubo una tasa bastante alta de mortalidad, y en Brasil están notificando más de 50 mil casos mensuales de dengue. Esta situación atraviesa toda la región. Es un virus transmitido por un mosquito, y ese mosquito posee tanto más actividad como una capacidad para multiplicarse mucho mayor, mucho más rápida, cuando aumentan las temperaturas, y por eso son enfermedades tropicales, asociadas con las altas temperaturas.

APU. Toda la atención pública parece puesta en el coronavirus. ¿Qué diría de la respuesta estatal en relación al dengue u otras enfermedades como enfermedad o zika?:

R: Te voy a dar mi opinión personal. Esta situación tiene que ver con el estado crítico en el que se encuentra el sistema sanitario en mi provincia (Chaco). La situación que atraviesa el sistema sanitario tanto nacional como provincial nos deja en una situación de indefensión para tener cualquier posibilidad de emergencia sanitaria, llámese dengue, coronavirus o cualquier otra enfermedad que genere otra situación de criticidad en la salud de las personas y que tenga un incremento de casos en forma aguda.

Nosotros hemos normalizado la existencia de un montón de patologías crónicas y que son prevalentes en nuestro país y convivimos con ellas como si no existieran, las hemos normalizado. El dengue y el coronavirus tienen dos particularidades: primero, que el grupo afectado no es el golpeado por todas las enfermedades infecciosas, es decir, los grupos vulnerables, la gente mas humilde. Son enfermedades que no discriminan las condiciones económicas. Aparece el pánico en una sociedad que tiene mayor capacidad de demanda, y también es la que compra todo lo que los medios transmiten; por eso creo que son patologías que tienen más marketing que otras.

APU: ¿Cuáles son las patologías que son prevalentes en el país?

R: Nosotros tenemos un montón de patologías prevalentes que son bastante preocupantes. Te puedo hablar de chagas: en Argentina tenemos más de un millón y medio de personas afectadas con chagas, el 30 por ciento mueren entre los 40 y 50 años por daño cardíaco, o sea, 400 mil personas. El mismo número de personas afectadas en Italia por coronavirus.

Otro caso: tenemos una emergencia de enfermedades olvidadas, como la sífilis. Esta situación es un marcador del sistema de salud. Tenemos muchísima tuberculosis, que tampoco está disociada a la realidad socioeconómica. La tuberculosis además de estar asociada al hacinamiento tiene que ver con el estado inmunológico de las personas. Las personas que somos inmunocompetentes, aunque estemos expuestas a la bacteria, es muy poco probable que nos infectemos porque nuestra competencia inmunológica hace que podamos controlarlo sin que nos infectemos. En esta situación en la que el hambre reina en todo el territorio nacional hay todas estas enfermedades sociales asociadas con la crisis socioeconómica. 

APU: Ahora además volvió el sarampión...

R: En relación con el sarampión se combinan varios factores. Es una enfermedad inmunoprevenible, es decir, se puede prevenir con una vacuna. El resurgimiento asociado con las infecciones en personas pertenecientes a grupos anti vacunas, realmente es un factor influyente. Por otro lado, la discontinuidad del Ministerio de Salud en la provisión regular de vacunas, y la propia crisis del sistema de salud, que ha perdido la capacidad de realizar atención primaria y captar situaciones de vulnerabilidad en la población. Si hay niños que no están vacunados es muy probable que en algunos lugares a donde el sistema de salud no está llegando, esos niños no estén identificados. De todas maneras, aquí en el Chaco la salud materno infantil es una de las más cuidadas. 

Uno de los espacios altamente golpeados por el macrismo fue, por ejemplo, la Dirección de control de vectores, el espacio que se encarga de hacer fumigaciones y controles focales para el control del mosquito que transmite el dengue. En el año 2016, el macrismo lo desjerarquizó, le sacó el rango de Dirección Nacional y lo pasó a una coordinación. Durante el macrismo se fue quitando competencia a esa institución, quedó absolutamente disfuncionalizada. Dejaron toda la Dirección carente de insumos como para enfrentar un brote de dengue, estamos con poco personal. Durante los últimos meses de la gestión de Rubinstein, los técnicos salieron a hacer control sin los equipamientos, están sin máscaras para poder hacer las fumigaciones