"El trabajo no registrado afecta en gran medida a jóvenes y mujeres"
Por Nicolás Bondarovsky
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál es su opinión sobre el proyecto del Gobierno para reducir el trabajo informal?
Luis Campos: El proyecto de ley entró hoy (por el martes) al Senado. Hay varios niveles de análisis. El proyecto avanza sobre algunos aspectos del trabajo no registrado. La problemática del trabajo informal es un fenómeno mucho más amplio. Es uno de los temas donde menos se avanzó en este tiempo. Si bien se redujo al 33%, sigue estando muy alto en términos históricos. El proyecto tiene dos grandes partes: uno es el registro de empleadores, donde irían a parar todas las empresas que se multen por violaciones a la normativa laboral. De ese modo quedarían afuera de la posibilidad de recibir subsidios o ser contratistas de obra pública. El otro aspecto es una reducción de las cargas patronales que contraten o regularicen trabajadores. Somos prudentes por no decir críticos de esa propuesta. Esos beneficios no suelen dar resultados positivos.
APU: Según lo planteado en el proyecto, la mayor parte del trabajo no registrado se encuentra en las empresas con menos de 10 empleados. ¿Coincide con ese diagnóstico?
LC: Más que por tamaño de empresa, pensaría en sectores de la economía. Si uno mira dónde está el trabajo privado no registrado se ven tres sectores: doméstico, construcción y el agro. Y no tiene que ver con el tamaño. En el caso del servicio doméstico ha habido avances en los últimos años. En la construcción hay trabajo en negro porque las empresas facturan en negro. En el agro, tenés complicidad sindical y una debilidad muy importante del Estado para controlar. Esto es en el sector privado. El proyecto no dice nada del sector público, que es el principal empleador de trabajo no registrado.
APU: Decía que no está muy entusiasmado con las propuestas. ¿Qué le falta al proyecto?
LC: Cualquier avance es bienvenido y lo saludamos. Tenemos prevenciones sobre su éxito. Nos parece que hay que fortalecer la capacidad de control del Estado. Una propuesta que llevaron adelante las centrales sindicales tiene que ver con dotar de poder de policía a los delegados sindicales que podría desarrollarse como auxiliares del Ministerio de Trabajo. Hay una negativa tajante de los empleadores. Por ahí hay un terreno para avanzar.
APU: Se refirió al trabajo en el Estado: ¿eso es empleo no registrado o flexibilizado? En muchos casos, esos trabajadores hacen aportes y tienen obra social.
LC: Son distintas formas de precarización laboral. Si un estado municipal en vez de encarar la limpieza de la plaza con trabajadores de planta, lo hace mediante una cooperativa, formalmente no es trabajo no registrado. Ahora, si esto lo hiciera una empresa privada sin dudas tendríamos una situación de fraude laboral y empleo no registrado. El Estado tiene una normativa específica que lo autoriza a hacer eso. Son prácticas más significativas en los estados provinciales y municipales. Entre otras cuestiones, esos trabajadores no están incluidos en las actualizaciones del salario mínimo, vital y móvil.
APU: ¿Cuál es el despliegue territorial del trabajo informal?
LC: Históricamente, se daba en las provincias del norte, en el Gran Buenos Aires y en el Gran Rosario. En las provincias de la Patagonia hay un nivel bajo. Depende del tipo de actividad económica de cada provincia.
APU: ¿Y en relación a la franja etaria?
LC: El trabajo no registrado afecta en gran medida a jóvenes y mujeres. Eso es bastante consistente a nivel nacional y provincial.