El refugio de los conservadores

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El refugio de los conservadores

14 Diciembre 2012

Por Nahuel Placanica I El fallo en la causa que investigaba la desaparición de Marita Verón, en la que la totalidad de los imputados fueron absueltos, abrió la discusión sobre la necesidad de democratizar efectivamente el Poder Judicial.

Esta esfera de la república, ha sabido ser poco permeable frente a los avances en materia de ampliación de derechos que se dieron tras el retorno de la democracia en distintos ámbitos de la sociedad. De esta manera, los tribunales argentinos han sabido convertirse en burbujas reaccionarias y conservadoras.

Aborto

Si bien se han registrado algunos avances en la materia, como el fallo de la Corte Suprema de Justicia, queda pendiente la aprobación de una ley que aborda en forma integral la cuestión. Desde el Poder Judicial, distintos jueces han impedido que mujeres de todo el país lleven adelante procedimientos abortivos basándose muchas veces en interpretaciones del artículo 86 del Código Penal.

Como caso reciente y emblemático, podemos mencionar la polémica suscitada en la Ciudad de Buenos Aires. Este año la jueza Myriam Rustan de Estrada, a cargo del Juzgado Nacional en lo Civil N°106, suspendió un aborto no punible que se le iba a practicar a una mujer victima de una violación, a partir de la presentación de un recurso de amparo hecha por la Asociación Pro Familia. La jueza se alejó de la causa tras la decisión de la Cámara Civil de designar al juez Miguel Ricardo Güiraldes en el caso. Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia dispuso que el gobierno porteño  practique el aborto no punible, suspendiendo así, la medida cautelar presentada por la ONG.

Cupo Femenino

En lo que respecta a la participación femenina, el Poder Judicial evidencia cierto retraso en relación a la vida social. La Corte Suprema de Justicia de la Nación está conformada por siete autoridades, de las cuales 2 son mujeres. Su presidencia es ejercida por Ricardo Luis Lorenzetti, acompañado en la vicepresidencia por Elena I. Highton de Nolasco. De los otros cinco ministros que componen la corte, hay una sola mujer: Carmen María Argibay.

En relación con los países de sudamericanos, la representatividad femenina en la Corte Suprema de Justicia Argentina promedia el 29 %. En los extremos encontramos a El Salvador con un 45,40% y a Ecuador donde la representatividad es femenina es nula en el máximo tribunal.

Según un informe (2010) elaborado por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justica, del total del personal del máximo tribunal, el 48% son mujeres (Total: 2437, Mujeres: 1029, Hombres: 1408). El siguiente gráfico muestra la distribución por cargo y sexo:

Una perspectiva más federal, arroja que de los tribunales supremos de Justicia de las 24 jurisdicciones argentinas (23 provincias y la Ciudad Autónomas de Buenos Aires), el 20% de las autoridades de mayor rango son mujeres: 125 total de autoridades; 25 mujeres; 100 hombres.

Matrimonio Igualitario

En el marco de la discusión previa a la aprobación del matrimonio igualitario en el Congreso Nacional, se llevó a cabo una audiencia pública organizada por la Comisión de Legislación General del Senado. Del lado conservador, expusieron organizaciones católicas, abogados y jueces, entre ellos, la doctora Martha Gómez Alsina, del Juzgado Nacional en lo Civil con competencia exclusiva en materia de familia, quien argumentó: “cuando los tratados internacionales hablan de otros derechos mencionan personas, en el caso del matrimonio dicen hombre y mujer”.

Durante las mismas jornadas, el juez de la Cámara Civil Mauricio Mizrahi, consideró que la crianza de niños en el seno de una pareja homosexual, "genera la procreación de niños mutilados en la mitad de su ascendencia, un niño criado en un matrimonio homosexual no va a tener madre o no va a tener padre".

Tras la aprobación en el Congreso, la jueza de Paz de General Pico, Marta Covella, rechazó el matrimonio igualitario, adelantando que no haría los casamientos de personas homosexuales. "Yo no los voy a casar. La Biblia me enseña que primero tengo que obedecer la ley de Dios, y después la ley de los hombres", argumentó.

La presencia de sectores ultra conservadores en el Poder Judicial, ha obstaculizado con mayor o menor grado de éxito las iniciativas amplificadoras de derechos impulsadas desde la sociedad. Es hora de que una democratización efectiva, desplace a las esferas más retrogradas del sistema.