El macrismo derogó decreto de Alfonsín para otorgar más poder a las fuerzas armadas

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El macrismo derogó decreto de Alfonsín para otorgar más poder a las fuerzas armadas

01 Junio 2016

 

Por Nicolás Adet Larcher

Mediante el decreto 721/2016, el gobierno nacional delegó atribuciones del Poder Ejecutivo hacia las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa. Según lo establecido en el boletín oficial, a través de la firma del presidente Mauricio Macri y el Ministro de Defensa de la Nación, Julio Martínez, se deroga el decreto 436/1984 del ex presidente Raúl Alfonsín y se establece un nuevo escenario donde se otorga una mayor cuota de poder a las Fuerzas Armadas para tomar decisiones.

En enero de 1984, Alfonsín había tomado la decisión de quitar poder a las Fuerzas Armadas luego del retorno de la democracia y estableció los ejes del modelo de transición democrática junto al rol del Ejército en esta nueva etapa. Para esto, conformó un nuevo esquema donde el poder civil del presidente estaba por encima de las Fuerzas Armadas, estableciendo pautas de “normalidad” institucional para modificar el patrón de golpes militares regulares que habían tenido lugar en la historia de nuestro país desde 1930.

A través del manejo de su personal en forma autónoma, las Fuerzas Armadas construyeron una estructura de poder político que derivó en una situación de conflictividad con los gobernantes de turno en determinados momentos. La eliminación de atribuciones de parte de Alfonsín mediante el decreto 436 permitió – en el marco también de la reforma que incluyó la ley 23023 – concentrar funciones de Comandantes en Jefe de las fuerzas en la figura del Presidente de la Nación. A partir de esa acción, los antiguos Comandantes en Jefe pasaron a Jefes de Estado Mayor General y a la vez otorgó facultades para tomar decisiones al Ministerio de Defensa. Esto posibilitó disponer de cambios de personal, nombramientos, retiros, bajas y facultades disciplinarias en ejercicio como cita el informe “Repensando modelos de control civil para las democracias latinoamericanas”, elaborado por el propio ministerio.

A partir del decreto de Macri, las Fuerzas Armadas recuperan atribuciones para poder tomar decisiones sobre traslados, designaciones, premios, ascensos, incorporación de docencia en espacios de formación, etc, sin el control civil que se mantenía desde Alfonsín. Desde el gobierno, argumentaron que la decisión busca “establecer procedimientos ágiles que permitan atender las cuestiones relacionadas con la gestión del personal de las Fuerzas Armadas” a la vez que menciona que resulta oportuno “ordenar y actualizar el régimen de delegación de facultades”. Mediante esta reforma, las atribuciones a las Fuerzas Armadas se incrementan y se suman a una decisión política del gobierno nacional de reestablecer su carácter de actores políticos que se había perdido en los últimos años.

En un texto referido al tema, Rut Diamint, profesora de Seguridad Internacional en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICECT), mencionaba lo siguiente: “El control civil de las Fuerzas Armadas es, desde los inicios de la constitución del Estado-Nación, un requisito esencial para neutralizar el uso impropio de los militares. Una institución que detenta el monopolio de la fuerza pública, sin los debidos controles, puede utilizar ese poderío en contra de sus propios ciudadanos”.

Esta decisión se suma a una semana de medidas sobre las Fuerzas Armadas. El presidente encabezó un acto por el día del ejército el lunes y el martes, a través del decreto 716/2016 había oficializado aumentos de sueldos en gendarmería y prefectura. En su discurso, Macri se refirió al rol de las Fuerzas Armadas y dijo que “vienen de años en los cuales el Estado las ignoró y las abandonó, y eso trajo problemas de presupuesto, problemas de equipamiento, de infraestructura”.