Educación porteña: el macrismo cierra cursos; gremios y estudiantes resisten

Con fecha 29 de febrero el director general de Educación de Gestión Estatal, Maximiliano Gullmanelli firmó en la cartera educativa la disposición que permite el cierre de 221 cursos y grados de nivel primario, medio y escuelas técnicas en la ciudad de Buenos Aires.

Desde esa fecha en adelante el movimiento educativo se ha organizado para resistir esta medida. Los actores sociales, integrados por los gremios docentes, los padres y los estudiantes organizados en la Federación de Estudiantes Secundarios han dado pasos en contra de esta movida de gobierno.

La medida se basa en un decreto firmado por el ex jefe de gobierno porteño Fernando de la Rua de 1997 que dicta que deben cerrarse aquellos cursos que posean menos de 20 alumnos.

El actual ministro de educación porteño Esteban Bullrich declaró que “la integración propiciada contempla una nueva reasignación del espacio físico, que posibilitará la apertura de 52 salas de educación inicial, que beneficiarán a aproximadamente 1500 niños”. Es decir que el objetivo del macrismo es intentar resolver la falta de establecimientos escolares, juntando aquellos cursos que posean “pocos alumnos”.

Como bien declaró Eduardo Lopez, secretario general de la Unión Trabajadores por la Educación: “Macri se encargó de firmar el decreto que amontona pibes pero nunca sacó aquel que divide cursos de más de veinte alumnos”.

Tanto él como otros gremialistas señalan que el problema no son los chicos sino la falta de maestros y escuelas. Ambos puntos están relacionados con la gestión macrista en la ciudad.
Podemos observar como para diciembre del año pasado el gobierno de la ciudad debía entregar 31 escuelas de las cuales solo comenzó la obra en seis y terminó una. La conclusión de éstas hubiera ayudado muchísimo más al déficit de matrícula que la actual cierre de cursos y grados.

Por otro lado la falta de maestros se relaciona con las pocas políticas que se dan desde el Gobierno de Macri a favor de la educación terciaria o universitaria en esta área.

Desde el Gremio UTE se organizaron distintas actividades para denunciar al macrismo y su intención de cerrar estos cursos. La más importante fue la instalación de la carpa blanca, símbolo de lucha de los docentes, frente a la jefatura de gobierno durante dos semanas y media.

Por su parte la Federacion de Estudiantes Secundarios acompañó las marchas docentes y trató a partir de clases públicas y charlas esta problemática, dando fe de que afecta en su totalidad a la comunidad educativa.

El pasado 30 de marzo, el juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario Ricardo Zuleta dispuso como “medida precautelar” impedir el cierre que marca el decreto firmado por Gulmanelli así como convoca a una audiencia con miembros del gremio UTE como parte actora y al mismísimo Gulmanelli como parte demandada en la causa “UNIÓN DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN CON CGBA S AMPARO”

Tomó como punto de partida cómo esta medida podría afectar al colectivo de alumnos que acude a las escuelas porteñas.

Además destaca “la preocupación por la matrícula saturada en la zona sur, donde se encuentran las personas de mayor vulnerabilidad social, e incluso la necesidad de dar respuesta a la ausencia de vacantes para la educación inicial.”

En las escuelas de educación primaria, no se podrán cerrar clases “cuando todos los cursos a integrar cuenten con 15 o más alumnos” o cuando “como resultado de la integración resulten asignados a un mismo curso más de 35 alumnos”. En cuanto a las escuelas de educacion media y técnica, el gobierno estará impedido de clausurar cursos “cuando todas las divisiones a integrar cuenten con 20 o más alumnos” o cuando “como resultado de la integración resulten asignados a una misma división de más de 40 alumnos”.

Por otro lado se llegará a un máximo de 27 alumnos en lugar de 30 como inicialmente preveía la medida.

En este contexto el día lunes 9 de abril el ministro de Educación porteño anunció que dispondrá la fusión de 96 grados de escuelas públicas que tienen menos de 15 alumnos, fuera de los distritos considerados vulnerables, y la apertura de 228 nuevas secciones y cursos en establecimientos de la zona sur de la Ciudad.

A partir de esto, el gremio docente ADEMYS dispuso de una medida de fuerza con cese de actividades para el día martes 10 con una convocatoria en Av de Mayo y Chacabuco hacia la legislatura.

Por su parte, UTE entregó el pasado jueves 12 un petitorio con 50.000 firmas que juntaron en contra del cierre de cursos y grados.