20 hectáreas se incendiaron en la Reserva Ecológica Guillermo Enrique Hudson

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20 hectáreas se incendiaron en la Reserva Ecológica Guillermo Enrique Hudson

17 Abril 2015

Por Estefanía Cendón

El incendio deterioró la flora nativa presente en las inmediaciones del Arroyo las Conchitas. El incendio fue provocado el 27 de marzo por parte de un grupo de familias abocadas a la ganadería informal. Este tipo de prácticas son perpetuadas en forma recurrente con el objetivo de obtener pasturas aptas para alimentar el ganado, sin tener en cuenta el deterioro del ecosistema que ocasionan.

Las autoridades del Museo consideran que colocar un alambre perimetral no sería una solución ya que podría generar acciones vandálicas para destruir ese límite. Rubén Ravera, director de la Reserva Ecológica, sostuvo la necesidad de educar a la comunidad con el objetivo de desarrollar usos de los espacios verdes que sean compatibles con la ecología. “El cambio cultural es lento. Esto sucede todos los años, lo que hay que analizar es que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los intereses particulares. En este caso estamos hablando de una actividad económica que sólo beneficia a pequeños grupos familiares”, afirmó Ravera. Para él el ganado no sólo constituye un problema ecológico, también afecta la seguridad de quienes transitan por el museo y, dado que su crianza se concreta en el ámbito informal, puede generar problemas sanitarios imprevisibles.

“Hay que tratar de llegar a una armonía entre lo que podría llegar a ser la convivencia de la parte productiva y la parte conservacionista de la naturaleza”, enfatizó Adrián Arias Mattheuzzi, Técnico Botánico y Ecologista del Museo Hudson. El incendio dañó las especies pertenecientes a la Estepa Pampeana que circundan el Arroyo Las Conchitas. Se perdieron parte de los renovales, primer estadio de una especie, de los árboles Tala, Ombú y Molle, siendo ésta una consecuencia significativa ya que un Tala tarda entre 25 y 30 años en alcanzar una altura de dos a tres metros. El área esteparia del pastizal también se vio deteriorada. Se destacan de esta zona los arbustos bajos y espinosos y las cuatro especies de carqueja nativa, entre ellas la Baccharis articulata que es considerada la más medicinal de su especie y se encuentra en peligro de extinción en todo el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. El fuego también arrasó con las Cortaderas y Paspalum, ambas gramíneas nativas.

Jorge Lucero, encargado de la Biblioteca del Museo Hudson y vecino de la zona, participó de las maniobras para detener el incendio y logró controlar un sector agitando un conjunto de ramas contra el piso, de esta forma se limita el oxígeno que aviva el fuego y se consigue apagarlo. Lucero destacó la efectividad del trabajo de los bomberos y la necesidad de implementar nuevas estrategias de comunicación para que el espacio institucional sea respetado. “Tenemos una falla muy grande en el diálogo con la sociedad porque si la sociedad reclamara por los espacios verdes y su preservación, el tema pasaría a primer plano en la agenda política”, declaró el bibliotecario.

En 1991 se inició la adquisición de los terrenos, unas 50 hectáreas, que conforman actualmente la Reserva Ecológica. Este proceso contó con la donación de tierras pertenecientes a lectores del naturalista Guillermo Enrique Hudson que vivían en Japón. La zona de las inmediaciones al Arroyo Las conchitas fue explotada recurrentemente por ganaderos informarles que practicaban la agricultura extensiva no registrada. Esta actividad encontró un límite a partir de la adquisición de estas tierras por parte del Museo Hudson. Su objetivo principal es la preservación de las especies nativas que, lejos de ser adecuadas para alimentar ganado, constituyen parte de la flora autóctona que con elocuencia supo describir Guillermo Hudson en sus obras.