El proyecto y sus partes

  • Imagen

El proyecto y sus partes

24 Junio 2016

No va a faltar el que diga que cuando Ciucci se refirió a los que se van como ratas por tirante, alguno haya leido que nos referimos a compañeros de una parte de la fuerza que compone el proyecto nacional y popular, que decidió ponerse al frente dentro de la representación kirchnerista. Nadie le puede negar peronismo ni kirchnerismo al Movimiento Evita, aunque algunos repitan la falta de respeto y se les ocurra poner cerca la palabra traidor y el apellido Taiana. Formamos parte de una fuerza nacional y popular que nos excede, que sobrepasa con creces a los ciento y no se cuántas decenas de miles de militantes que podemos ser, frente a la multitud que despidió a Cristina Fernández. Quizá la distancia (escribo esto desde Florianópolis) me permite ver las cosas de una forma que la presión y el roce cotidiano no me permitiría, pero nadie anda discutiendo el liderazgo de Cristina, se trata de una disputa entre los sectores organizados que disputan lugares de poder dentro de las diferentes estructuras, desde donde pueden acceder a recursos, indispensables para la lucha política.

Dijo que lo hacen por recursos, salta uno indignado. La política es la continuación de la guerra por otros medios y si en la guerra se trata de municiones, en la política de recursos. Sin recursos no se pinta una escuela, no se asfalta una calle, no se financia una unidad productiva cooperativa, no se puede llevar a las criaturas a conocer el mar, no se sostienen los comedores escolares, no se sostienen las iglesias, no se sostienen los clubes de barrios, entonces hablemos en serio de como son las cosas. La discusión está en cómo cada uno se hace de esos recursos y ahí se empiezan a complicar el asunto.

Trabajé en el sector privado, en una PyME, después a través de una consultora pasé por diferentes empresas grandes, multinacionales, y en todas el gerente de compras obtenía recursos por encima de su salario de parte de aquellos que le vendían a la empresa para la que trabajaba. Escuché en pleno 2001 decir a Alfredo Coto a sus compradores que si no la cortaban los iba a echar a todos a la mierda, que les bajaran  aún más el precio a los proveedores,  y los acusó de que no lo hacían por los regalos que recibían. Sé lo que es una licitación arreglada, lo que no sabe la mayoría de la población es que las licitaciones parten de un mínimo arreglo.

Cuando el Estado tiene que hacer una compra, tiene que establecer las condiciones de lo que necesita, sin poner marca ninguna, pero como sabemos, hay productos que sólo una marca los hace y que la calidad de los mismos es superior al de productos que son más baratos. Con una compra en la que el Estado no optó por el más barato, los periodistas podemos decir que es claro que hubo un arreglo, cuando los empleados estatales deben elaborar un informe en el que justifican por qué eligen otro, muchas veces es por la calidad del trabajo finalizado. Cualquiera sabe que depende cuánto se pague la mano de obra será el estado final de lo producido.

Los José López abundan en la empresa privada a la que lleguen. Me dirán, pero es distinto, eso es una cuestión privada y lo otro lo hace con los recursos públicos, y les diré que es cierto, efectivamente, es un delito. Pero una conducta y otra existen y se repiten independientemente de quién esté en el gobierno. Porque no es que los que cometean en el sector privado llegan al público y dicen, no, no lo hago más, tengo conciencia pública. Precisamente es al revés. Llegan y se ponen a arreglar todas las compras para beneficiarse directamente, como lo prueba el ministro de energía.

Que no bancaran a De Vido fue una canallada. ¿Qué es lo que tienen para decir de Julio De Vido? Lamentablemente el velo que hay sobre las tareas de inteligencia, parece afectar la inteligencia de algunos.

El orden de los faroles altera el alumbrado

La decisión del Movimiento Evita de salir del bloque legislativo del Frente para la Victoria (FPV), con la construcción del bloque Peronismo para la Victoria (PV), lejos de signifcar un rompimiento, expresa un intento de ordenamiento dentro de la fuerza nacional y popular, movimientos internos dentro del mismo proyecto. La jerarquía estatal obligaba a que las organizaciones sociales se reunieran con quien la Presidenta designara como funcionario público, jerarquía que se desvanece con la salida de la administración pública. Es demasiado pedirle a hombres que ya pasaron por la resistencia, que sean conducidos por jóvenes que no tienen la misma experiencia.

Hay que reconocer que hubo avisos. De todos lados. Hasta Cristina les dijo: no se enojen, hagan docencia. La Cámpora genera resistencias, por lo que sea, pero es lo que sucede. Miremos lo que duró José Ottavis al frente de un bloque y Héctor Recalde al frente del otro. Recalde también reconoce y tiene relación con otro sector organizado indispensable en este juego, los sindicatos. Y el Movimiento Evita no sólo mantiene relaciones con todas las centrales sindicales, sino que creo una propia, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, síntesis de los años de trabajo con esos sectores.

La línea sigue siendo la misma, aunque algunos anden con el dedo señalando a ver quién se pasó de lado. Es claro quiénes se pasaron y quiénes se quedaron de costado mirándola pasar para simplemente decir “vieron lo que les pasa sin nosotros”. Sabrá la conducción del Evita por qué tomó la decisión. En todo momento hubiera caído mal, mejor que haya sido cuanto antes. El Evita viene expresando hace mucho tiempo lo que varios pensamos y que no podía decirse porque no había lugar para crítica alguna, comentario en redes sociales, sin que detrás sonara el teléfono. No escuchan.

Ella no escucha, dijo el compañero Galasso, decimos que es lo mejor y lo peor que tiene, de ser así. Porque si hubiera escuchado no hubiera ido tan adelante, porque con los camioneros como primeros aliados, anteponiendo su interés por el de las mayorías, no reformábamos los trenes. Para la revista Hamartia lo entrevisté a Emilio Pérsico y él señaló que el error del compañero Moyano fue el corporativismo, haber antepuesto sus intereses por los del conjunto de la población. García Linera, a quien Cristina recomienda, dice que en la historia varía cuál es el sector de la fuerza popular que va adelante, que arrastra; que en un momento fueron los sindicatos, en otro los movimientos sociales. Hubo un momento que fue la juventud, era preciso la fuerza de quienes podían dedicarse catorce horas por día a la gestión, pero este no es momento para ir a esa velocidad, con esas formas.

Néstor Kirchner dijo que eran lo primero de lo nuevo. Esto no puede compararse con el post ´55 porque Cristina está en Argentina. Mientras ella exista no esperen un sucesor, es imposible. Está conduciendo. ¿Quién necesita que le digan cómo votar? Como escribí en otro artículo, considero que el kirchnerismo, aquellos que se reconocen como kirchneristas y sienten que fue un ataque al kirchnerismo lo del Evita, deberían estar militando sindicalmente. Den ahí también el ejemplo, como viene haciendo una compañera al frente de los judiciales. A futuro es por el frente de lxs trabajadorxs. Dejemos de tirar para adentro.

Notas Relacionadas: Kirchnerismo: herencia abierta / La deuda sindical del kirchnerismo

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)