2x1: la impunidad de la complicidad, por Aldana Martino

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2x1: la impunidad de la complicidad, por Aldana Martino

06 Mayo 2017

“Las cosas hay que llamarlas por su nombre y acá si ustedes me permiten, ya no como compañero y hermano de tantos compañeros y hermanos que compartimos aquel tiempo, sino como Presidente de la Nación Argentina vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia por tantas atrocidades”
Néstor Kirchner - Creación del Museo para la Memoria en la ex-ESMA - 2004

Mauricio Macri, apenas asumió la presidencia, se refirió a la dictadura cívico-militar como "guerra sucia". Después, él y varios de sus funcionarios, pusieron en cuestión el número de compañerxs desaparecidxs para deslegitimar la lucha por los derechos humanos.

Los procesos judiciales abiertos por crímenes de lesa humanidad se ralentizaron, varios genocidas recibieron domiciliarias, y la Iglesia llamó hace pocos días a la "reconciliación".

La decisión de la Corte Suprema, más precisamente de los jueces Elena Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, de aplicar el “2x1” a los genocidas presos por delitos de lesa humanidad, es la consumación de este encadenamiento de hechos que construyeron el escenario para tremenda aberración.

La desmemoria y la reconciliación con la dictadura es un componente fundamental de la instalación ideológica y el cambio cultural que Cambiemos pretende, por dos razones fundamentales: porque las banderas de Memoria, Verdad y Justicia son un eje central de la lucha del campo popular hace 40 años y las victorias al respecto que conquistamos en los últimos 12 años signaron la identidad de los gobiernos de Néstor y Cristina. Y por otro lado, sencillamente, porque Cambiemos tiene una vinculación directa con muchos de los responsables civiles que fueron cómplices del genocidio.

El gobierno y el Poder Judicial vienen intentando justificar sus decisiones desde la perspectiva del garantismo, y muchas veces logran ponernos a nosotrxs mismxs a discutir desde ese lugar. Con el 2x1 hicieron lo mismo, aún a pesar de que es jurídicamente inconsistente. La Ley en cuestión estuvo vigente desde 1994 hasta el 2001, es decir, ni en el momento del hecho imputado al represor Luis Muiña, ni en el momento de su condena. Ni virtualmente es aplicable, aún si no se tratara de un delito de lesa humanidad. Pero además, los delitos de lesa humanidad tienen carácter permanente y la prohibición de indultos o conmutaciones de penas está consagrada en los instrumentos de derechos humanos de los que nuestro país es parte.

Así, la Corte equipara el Terrorismo de Estado con los delitos comunes, y por sobre todas las cosas les garantiza a los genocidas un mecanismo para salir en libertad. Como era de esperarse, en menos de 48 hs. al menos 5 represores solicitaron la libertad en virtud de este fallo. Norberto Bianco, el obstetra de Campo de Mayo que entregó los bebés nacidos en cautiverio ahí, la consiguió.
Estos indultos encubiertos demuestran rotundamente que la independencia del Poder Judicial es una falacia que la derecha sostiene cuando le conviene tener un actor “imparcial” para deslegitimar líderes populares o criminalizar a la militancia. El 2x1 sólo fue posible porque hace tiempo el Gobierno, a través de las herramientas del Estado y de los medios de comunicación, viene construyendo el escenario para consumarlo.

Como nos dejó bien en claro Néstor Kirchner aquel 24 de Marzo de 2004, cuando entregó a los organismos de Derechos Humanos la ex-ESMA para convertirla en un espacio para la memoria: la responsabilidad es política, y está en cabeza de Mauricio Macri y de todos los funcionarios de Cambiemos y de los jueces de la Corte Suprema de Justicia que decidieron tamaña atrocidad.

La respuesta también tendrá que ser política: organización y unidad de un pueblo que sostiene las banderas de lxs 30.000, que aprende de la dignidad y el amor de las Madres y las Abuelas, que sigue recuperando nietos y que no está dispuesto a volver a ver caminando por la calle a los genocidas.
La calle es nuestra. Ahí nos vemos, para gritarles una vez más que a donde vayan los iremos a buscar.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).