“Las condenas a Milagro Sala constituyen un grave precedente y es obligación pronunciarnos en su contra”

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“Las condenas a Milagro Sala constituyen un grave precedente y es obligación pronunciarnos en su contra”

30 Diciembre 2016

Por Juan Manuel Ciucci

APU: Renunció a su banca como Diputada Nacional, queríamos que nos cuente el por qué y cómo ha organizado el FIT su representación en el Congreso.

Myriam Bregman: Cumpliendo el acuerdo de rotación existente entre las distintas fuerzas que integran el FIT, renuncié a la banca que ocupé desde junio del año 2015 para que ese lugar sea ocupado por Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista. Este método permite que, cuando obtenemos solo una o dos bancas, todas las fuerzas que integran el FIT ocupen los espacios legislativos conquistados por el Frente. Ya lo había hecho mi compañero Nicolás del Caño en 2015 también. Lo hacemos orgullosos de cumplir con los acuerdos no sólo en el Congreso Nacional sino en todas las legislaturas provinciales donde tenemos legisladores, algo que llama la atención ante una casta política cuyos representantes saltan de un bloque a otro en cuestión de horas y se matan para perpetuarse en las bancas.

APU: ¿Cómo evalúa este año como Diputada? ¿Cuáles siente que han sido sus principales aportes?

MB: Ha sido un año realmente muy importante, donde tuvimos una intensa intervención no sólo en el Congreso sino en las calles también, defendiendo los derechos de los despedidos del Estado, de las mujeres que dimos una lucha enorme este año, participando en cada lucha y también aportando nuestras dietas a los fondos de lucha de esos conflictos o para que decenas de mujeres pudieran viajar al Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario. Igualmente creo que el balance lo tienen que hacer aquellos que nos votaron, los que simpatizan con la izquierda y los que vieron cómo peleábamos por sus derechos o los acompañamos en sus luchas.

Peleamos todo el año por imponer otra agenda: denunciando el dietazo y cobrando como una maestra; dando la pelea para que se discutan los despidos y los tarifazos; exigiendo que el Congreso repudie el golpe en Brasil, en la pelea contra la violencia machista, por el derecho al aborto y por la paridad de género; pidiendo que se deroguen los privilegios de la Iglesia o los jueces y funcionarios que tienen jubilaciones de privilegio; recogiendo y amplificando la pelea de las fábricas recuperadas, luchando contra la represión, la impunidad y la libertad de presos políticos como Milagro Sala, o junto a las madres que piden la legalización del cannabis medicinal para sus hijos, las personas trans que pelean por sus derechos, apoyando a trabajadores telefónicos, los choferes de colectivos, los inmigrantes, los estudiantes que reclaman el boleto gratuito o los trabajadores de prensa que enfrentaron cierres y despidos. Decenas de proyectos presentados dan cuenta de esta enorme actividad, muchas movilizaciones acompañando en la calle la lucha de estatales y periodistas contra los despidos también.
Siempre el Congreso o las Legislaturas son un lugar difícil para los socialistas revolucionarios. Pero sabemos que si usamos bien estas bancas, pueden ser un importante punto de apoyo para todas esas peleas y creemos que así lo hicimos, manteniendo siempre nuestros principios.

APU: A principios de año, algunas movilizaciones exigían la pronta apertura del Congreso ante los decretos de Macri. Luego la atención depositada en el Poder Legislativo fue menguando. ¿Cómo analiza el trabajo realizado por la oposición en el Congreso?

MB: Es cierto que el año empezó con la voluntad del Gobierno de cerrar el Congreso y gobernar a decretazo limpio, no obstante el sistema de alianzas y negociaciones que tejió con los bloques mayoritarios de la oposición marcaron el resto del año parlamentario. La mayor parte del año el Congreso, aún con Cambiemos en minoría en ambas Cámaras, votó sin chistar todas las leyes que envió Macri. El gran desafío para el 2017 del macrismo es revertir esta posición de minoría que lo obligó a negociar permanentemente con los demás bloques, con el debut más entreguista y acordado del año que fue el pago a los buitres como emblema.

Fue inestimable el apoyo que brindaron para hacer realidad decenas de leyes contra el pueblo los bloques de Sergio Massa, Diego Bossio, los llamados socialistas y los autodenominados “progresistas” en la Cámara de Diputados. En el Senado se dio una situación particular porque el bloque PJ-FPV fue parte de un verdadero cogobierno, la mayoría con la que cuentan fue usada para que el macrismo lograra la sanción de las leyes de ajuste y entrega. Esto es parte de un balance fundamental del año. Llamaron a votarlos como nacionales y populares, "para enfrentar a la derecha" pero sin ellos las leyes del macrismo no hubiesen salido.
Por el contrario, y aún con una pequeña bancada, entendemos que el Frente de Izquierda fue la fuerza política que se plantó como verdadera oposición ante la lluvia de iniciativas a favor de los poderosos, los buitres y los empresarios.

APU: ¿Cuál es su opinión ante la condena que ha recibido Milagro Sala?

MB: Las condenas a Milagro Sala constituyen un grave precedente, y es obligación pronunciarnos en su contra. La condena por un escrache en el que no estuvo y la condena por un acampe constituyen criminalización de la protesta social. Lisa y llana. El que no quiera denunciarlo, convalida. Generalmente se intentan ubicar la cuestión en “defendés a Milagro Sala o no”. Lo que hay que defender son las libertades democráticas. Son antecedentes muy peligrosos.
Jujuy es realmente la capital del ajuste y la represión. Hace unos días declaré ante la justicia federal porque cuando visitamos Jujuy en Septiembre con otras diputadas y organismos, fuimos víctimas de espionaje ilegal.

APU: Se cumplió un año de gobierno de Macri, ¿cuál es su análisis del mismo?

MB: Como vinimos diciendo desde el primer día, la CEOcracia de Cambiemos no ocultó su marca de clase: un gobierno para los empresarios y los ricos. Pero a pesar de devaluar, quitar retenciones a las patronales agrarias y otros sectores concentrados, endeudar brutalmente al país, atacar el salario, pagar a los buitres, despedir a miles de trabajadores, habilitar un nuevo blanqueo de capitales para los evasores de siempre no consiguieron que la Argentina capitalista crezca. Hoy el país está en recesión y las perspectivas no son buenas para los meses venideros, más aún con el triunfo de Trump en EEUU.
Macri es Macri. Pero no podría haber avanzado como lo hizo si no fuese por la colaboración de la CGT, de los gobernadores y de la oposición mayoritaria en el Congreso. Además de lo que te decía antes de los diputados y senadores, Macri tuvo dos patas en las que se apoyó. Los gobernadores que justificaron cada una de sus medidas impopulares como los tarifazos o ganancias y la CGT que le dio la tregua más grande que se le haya dado jamás a un gobierno no peronista. Macri no sería Macri sin ellos. Y no hablo solo de los gobernadores de Cambiemos sino del socialista Lifschitz de Santa Fe y de los peronistas Urtubey, Bertone, del MPN neuquino, etc.

APU: Han realizado un gran acto en Atlanta con el FIT, pero al mismo tiempo pudieron verse publicadas en los órganos oficiales algunas internas de los partidos que lo componen. ¿Cómo analiza la actualidad del Frente, y su perspectiva de cara al 2017?

MB: No es casual que el FIT haya sido en el Congreso y en las calles la única oposición consecuente a este gobierno de derecha. De 110 diputados que tenía el kirchnerismo en diciembre del año pasado, hoy apenas quedan 70 y unos 9 o 10 senadores que increíblemente siguen en el bloque bajo el mando del xenófobo Pichetto. El resto, que fue en las boletas del FPV, votó una y otra vez casi todas las leyes que mandó el macrismo, con la única excepción de la reforma política. Y digo que no fue casual porque en el FIT tenemos un programa que parte de que la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos. Independencia de clase, le decimos. Con el resto de las fuerzas políticas del FIT tenemos no pocas diferencias en el orden de lo táctico y en la práctica política, y por eso no integramos un partido común. Pero eso no le saca virtud a que el FIT es la única coalición política nacional que enfrenta consecuentemente a este gobierno de derecha. Que fueran 20.000 personas al acto de Atlanta no fue casual, sino que se debe a esta coherencia y la búsqueda de una alternativa política de izquierda por parte de mucha gente. El otro día recibimos una encuesta de Rouvier que decía que el FIT encabezado por Nicolás del Caño podía llegar al 8% en las elecciones del año que viene en la provincia. Eso significaría poder llegar a obtener tres nuevos diputados por la provincia, más los desafíos que tenemos en Mendoza, CABA, Córdoba, Santa Fe. Está planteado lograr una bancada que tenga mucho más peso en el Congreso para fortalecer la lucha de los trabajadores y el pueblo, que es el único poder verdaderamente transformador.