Guillermo Moreno: “Es la primera vez en la historia del peronismo que el mundo no es antiperonista”
El economista y exfuncionario peronista Guillermo Moreno dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre la situación argentina y los cambios en la coyuntura internacional. ¿Fin de la globalización neoliberal? ¿Vuelven el proteccionismo industrialista?
Agencia Paco Urondo: Estamos en un momento muy particular en lo geopolítico ¿Qué perspectivas económicas tiene Argentina y cómo las podemos pensar en relación a su soberanía?
Guillermo Moreno: Esta es la primera vez en la historia del peronismo que el mundo no es antiperonista, no te sopla de frente. Cuando el general Perón empieza a administrar los destinos nacionales, tras la Segunda Guerra Mundial, el mundo estaba dividido entre los soviéticos y los norteamericanos, entre los marxistas y occidente tal cual lo conocés. Reducido, no era el occidente ampliado que hoy se está formateando. Ahí Perón plantea una doctrina que algunos piensan que, por ser tercera posición, es equidistante de las otra dos. Somos otra cosa, somos una síntesis superadora, un hecho distintivo. Como tal, no fue bien aceptado por el mundo, sobre todo por los ganadores de la Segunda Guerra que estaban ordenando aquellos momentos.
Esa guerra fría terminó en una globalización, que también terminó con la llegada de Trump y ahora el mundo facilita los procesos de reindustrialización en aquellos países que, alguna vez, tuvieron industria. El mundo, en términos de soberanía, hoy luce favorable, no nos cuestionarían que reconstruyamos nuestros complejos industriales; con un mercado natural, que es el mercado de Iberoamérica. Hay dos espacios económicos en la región que van a hacerlo: Brasil y Argentina. Nuestro país, sobre todo, porque fue el que más perdió, pero Brasil también perdió bastante. Me parece que vamos a competir con los brasileños por los mercados manufactureros de la región, entendiendo la región de Río Bravo para abajo. Obviamente, ahí aparece México que, en realidad, tiene el mercado norteamericano.
APU: ¿Qué estrategias económicas nos convendría llevar a cabo para insertarnos en ese proceso de reindustrialización?
G.M.: Lo que supimos hacer, no vamos a hacer ni bombarderos de largo alcance ni misiles de 2500 kilómetros. Necesitamos que nuestro pueblo esté ocupado, cada obrero en una fábrica es un plan social menos. Hacer lo que ya supimos hacer. Con una diferencia: cuando vos hablabas con ARCOR hace algunos años atrás, pensabas que le iba a vender caramelos al mundo y que con eso ya estaba. Ahora, eso va a ser difícil, va a tener que vender caramelos a la región y, sobre todo, en el mercado interno. Para que ARCOR gane plata, los kioscos argentinos tienen que vender bien. Ahora, no le alcanza sólo con eso; bueno, están los brasileños, peruanos, bolivianos, chilenos. La manufactura típica argentina es lo que hoy Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, están comprando en China. Esta es la manufactura que nosotros vamos a reemplazar. No es cierto que lo hagan todo más barato, lo venden más barato. Es importante que se sepa. Mandé 2 misiones de análisis de costo a China, en su momento, dentro del marco que nos podíamos mover dada la legislación vigente, sobre todo de la Organización Mundial de Comercio. Cuando hicimos los estudios de costos, la planchada de una fábrica China y de una Argentina, estaban muy parecidas. El precio de venta es porque ya aparecen los subsidios del Estado. Por lo cual, no estamos tan lejos. Ellos tienen que viajar 14000 Km., nosotros vamos a tener una ventaja en términos energéticos, la tecnología va a ser la conveniente. Me parece que estamos en condiciones de competir y nuestro mercado es ese. México, con el mercado norteamericano le alcanza y sobra, para el sur es poco lo que va a mover; por eso digo al sur de Río Bravo, porque hay bastante para venderle a los mexicanos, también.
APU: Cuando escuchás que se hablan de nuevas industrias (como la cría de salmones en Ushuaia o el litio) ¿qué perspectivas le ves?
G.M.: A los chilenos se le está complicando la granja de peces; el litio, en tanto manufactura, estamos bien. En cuanto a su visión extractivista para resolver el defecto de dólares es pan para hoy, hambre para mañana. El litio tiene una ventana de oportunidad de 25 años. Veo a mucho compañero, incluido al progresismo, diciendo “tenemos Vaca Muerta, Litio, la soja, con eso resolvemos la falta de dólares”. Es lo mismo que el quebracho. Le venía bárbaro a los ingleses para explotar el quebracho y después se iban y ya está, si te he visto no me acuerdo. Son bravos estos muchachos, yo no los entiendo. Tengo reuniones con ellos, nos conocemos; incluso con algunos hasta nos llevamos bien, pero tienen ese pensamiento de economía extractivista. En realidad son rentistas con aritos en las orejas, no dejan de ser eso. La visión económica de los socialdemócratas es una visión rentista, al menos en Iberoamérica. Esto mismo pasa en Brasil. Son raros, se quejan del quebracho, pero quieren hacer lo mismo con el litio.
“La visión económica de los socialdemócratas es una visión rentista”
APU: Una de las pocas cosas que te he escuchado rescatar de este gobierno fue el viaje a la Antártida. ¿Cuál es el valor estratégico que le das a ese territorio?
G.M.: Creo que ahí fue la influencia de Taiana, me parece que estuvo más que bien. Va a ser determinante para su reparto cuando venza el tratado antártico. Los muchachos de los nuestros que se dedican a esto, están hablando del próximo lustro y me lo dijeron el año pasado. O sea que quedan 4 años. Que vaya la figura presidencial fue una demostración de soberanía, más allá de lo que dijo y cómo fue vestido. Fue relevante, muy importante.
APU: Y geopolíticamente: ¿cómo lo ves?
G.M.: Es obvio que en este Occidente ampliado, a Inglaterra le toca la Antártida. Entran por el Pacífico sur, por Australia, Nueva Zelanda, entran por el Atlántico sur a través de Argentina, por Malvinas, y a través de los chilenos. Se solapan las áreas, en fin. Me parece que es el territorio en disputa que están pidiendo los ingleses, así como los franceses pidieron el Amazonas y, lamentablemente, Lula se los está concediendo. Es Macron el que dice que “el Amazonas es un río muy importante para que lo administre Brasil”. Esta visión socialdemócrata de Lula también es compleja. Los franceses ponen las razones que los ingleses ponen en la Antártida. No te olvides que este continente no es el Ártico. Acá, debajo del hielo hay un continente, y hay recursos. ¿Y los ingleses a dónde van a ir? A Europa continental no pueden ir, al otro lado está Rusia, está China. De este lado, Estados Unidos. Les quedaba nada más que la Antártida. Y en este occidente ampliado es lógico que lo hayan acordado.
Por eso, la inserción de Argentina en el nuevo orden internacional tiene que ser inteligente, no está en discusión nada más que Malvinas, está en discusión la Patagonia con los chilenos (al menos los políticos chilenos que perdieron el balotaje lo están diciendo). Y la Antártida, es obvio: el pedazo de pizza que te toca a vos está solapado con los chilenos y con los ingleses, por Malvinas. Del otro lado, también son británicos, los australianos…
APU: Eso te quería preguntar, teniendo en cuenta la perspectiva global de la guerra en Ucrania y la tensión con China. ¿Cómo se debería parar la Argentina?
G.M.: Vos tenés, ahora, la emergencia de un Occidente ampliado que, incluso, no se va a reordenar bajo las categorías europeas. Irán vuelve a ser Occidente, ya lo era Arabia Saudita. Vietnam también va a serlo. Camboya, Birmania, por más que los chinos hayan podido dar el golpe protegiendo su oleoducto. Va a ser Occidente versus China. Argentina tiene que tener mucha claridad. Si se equivoca, está en riesgo esto que acabamos de describir. Boris (Johnson) estuvo hablando, acá, con el presidente y cuando se fue hizo una videoconferencia donde ratificó el pacto de defensa estratégico. O sea, los chilenos defendiendo a los británicos ¿de quién? ¿Le van a entrar por dónde, por el Pacífico? Lo que está en el medio, es la Argentina.
Tenemos que tener mucha claridad. Nosotros decimos “América, para los americanos”, como dijo Perón. No para los norteamericanos, ni los británicos ni los franceses son americanos. Amazonas es de los brasileños, las Malvinas son argentinas y lo que corresponde de la Antártida, es que sea para nosotros. Ellos tienen una base militar muy importante en el Atlántico Sur, como no lo tenían preguerra de Malvinas, habrá que resolver esa situación. De alguna manera, la industrialización de nuestro país te pone en competencia términos de aparato productivo y, quizás, en 25, 30 años lo estamos discutiendo de igual a igual con los británicos.
APU: ¿Y en términos del aparato de defensa nacional, cómo lo pensás? Te lo pregunto como candidato a presidente.
G.M.: Nosotros estamos planteando una construcción de una infantería de marina por el combate de costa, sea marítima o fluvial, separada de la Marina. Sesenta mil hombres, divididos en las brigadas que corresponden, sobre todo porque el combate es distinto. No es lo mismo el combate de llanura, de montaña, que el de costa. No estamos planteando la concepción de "Nación en armas", las fuerzas armadas profesionalizadas son los cuadros de conducción del pueblo en armas, con un aparato productivo que va para eso. Pensamos que pueden entrar, pero no se pueden quedar. No es que los brasileños no pueden entrar. Pueden entrar, pero no se pueden quedar. Es la diferencia de concepción, no es una guerra tecnológica. Las guerras de defensa son, en realidad, guerras que el pueblo tiene que asumir como tal. Es el ABC del peronismo, el combate es distinto. Nuestros oficiales y suboficiales están preparados para la conducción del pueblo combatiente, en términos de defensa de su patria. Y el pueblo tiene que estar preparado para eso.
Cosa que no pasó con los ucranianos. Este muchacho, Zelensky, cree que la guerra es en los estudios de Hollywood y era de verdad, están destruyendo el país. Parte de la clase política argentina, su estructura dirigencial, tiene que estudiar muy bien lo que está pasando en Ucrania, porque no es que te disfrazás de gendarme y ya estás en condiciones de combatir. Tengamos cuidado, visiones generales, entendamos lo que está pasando. Acá, Patricia Bullrich, tiene que pedir perdón, con eso de regalar las Malvinas. Cuando Espert dice “las perdimos en combate”, no. No las perdimos, perdimos una batalla. Las guerras son una sumatoria de batallas, importa el final. Nosotros estamos en la recuperación de las Islas Malvinas a través de la fortificación del aparato productivo y, obviamente, la defensa del conjunto con la concepción de la nación en armas. El pueblo preparado, los cuadros profesionales en condiciones de conducir y la estructura productiva que te lo permita para que, si a alguien se le ocurre entrar, no se pueda quedar.
“Y a su vez ¿Qué va a hacer Cristina? ¿Qué pasa si, sin ningún tipo de condicionamiento, dice de acompañarlo? Por ahí, estamos en el balotaje”.
Hablemos de elecciones
APU: ¿El peronismo puede revertir esta situación que estamos viviendo y ganar las elecciones? ¿Cómo, cuál es el camino?
G.M.: Tenemos posibilidades. En los últimos días han pasado hechos muy interesantes. Un tuit de Cristina, una parte muy desgraciada al final, donde dice “vos, chofer, no tuviste la suerte que tuve yo”, etc., saquemos esa parte. Lo que dice primero es interesante, porque está hablando sobre 2 fuerzas de seguridad, la de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires, hacen un operativo conjunto ¿Y quién conduce la política de esas fuerzas? Es muy importante, porque empieza, eso, el día anterior con una foto entre el jefe de Gabinete de Kicillof y el ministro de Seguridad de Alberto Fernández, donde Aníbal Fernández había hablado muy mal del gobernador de la provincia. ¿Insaurralde va porque lo mandaron o fue solo? Después hubo una reunión con los secretarios de Seguridad de los intendentes con la segunda línea del Ministerio a ver dónde desplegaban las fuerzas federales en la provincia de Buenos Aires.
¿Qué dice Cristina en ese tuit? ¿Kicillof, para quién está jugando? Si Insaurralde fue solo, tenemos un problema, está arreglando con Alberto. Y si lo mandaste, sos vos el que está arreglando con Alberto. Por las dudas, te digo que eso de hacer un operativo conjunto sin tener en claro quién tiene el mando político, tenemos un problema muy serio. No te olvides que Kicillof fue estrictamente opositor a la década ganada, recién se integra en el 2011, no es de los muchachos que uno llama leales. Y la década perdida empieza con la devaluación de él. Hay dos años, el 12 y 13, donde él es el segundo del Ministerio de Economía, compartimos ahí, donde todavía el equipo económico peronista hacía de las suyas. Por esa la década ganada va del 2002 al 2012, un año de transición, después empieza la década perdida que llega hasta hoy con Macri y Alberto, la misma política económica.
Vuelvo al tuit de Cristina: ella dice “paren, un operativo ¿Quién conduce esto?" Después ni hablemos de bajar a la muchachada para palparla de armas. Ustedes no la vieron, a mí me tocó vivir esa, pero en épocas de blanco y negro. Muy raro. Lo otro que pasó fue que Larreta avisó que van a dividir las elecciones en Capital. Hace, por lo menos, 2 años atrás estaba hablando de que se juntaban en una pizzería la socialdemocracia de Cambiemos y la del Frente de Todos: Alberto, Massa, Lousteau, Rodríguez Larreta y Santilli. ¿Quién trajo a un radical como ministro de Economía para hacer fracasar al gobierno con la 125? Alberto. Es el que convence a Cristina de ponerlo. ¿Qué es lo que hace Larreta, hoy? Casi está garantizando que, en Capital Federal, va a ganar Lousteau, porque no tenía candidato a presidente y ahora no lo necesita, al votar separado. Por eso se queja Macri y todos los demás. ¿Por qué empieza a pasar el despliegue de Alberto Fernández en provincia de Buenos Aires? Ya desplegó en Capital Federal con Santoro, Olmos, Peñafort, la abogada de Cristina. Mirá con quién se junta, Cristina. La abogada de Cristina va a ser parte del armado del presidente en Capital Federal junto al ministro de Turismo.
En la provincia de Buenos Aires, Alberto lo manda a chucear a Aníbal. ¿Kicillof se rindió? Los diarios dicen que está pidiendo ser candidato de Alberto Fernández y del otro que vaya a disputar las PASO en el Frente de Todos. Quiere PASO competitiva de presidente, que ambos lo apoyen a él como gobernador y, si es necesario, PASO competitiva a nivel intendente. ¡Qué gauchito! ¿Quién pierde, acá? Claramente es Cristina, que pasa a ser la tonta del club. De ser Gardel y Le Pera, pasa a no tener confianza, no ya en el presidente que puso, en el gobernador. Es interesante, porque la socialdemocracia del Frente de Todos, más la socialdemocracia de Cambiemos, se juntan en el proyecto “Larreta, presidente de Argentina”.
APU: ¿Larreta sería el mismo programa económico de Alberto?
G.M.; Puede haber una posible continuidad de esta política económica. Hay que ver, porque Larreta dijo “si hay segunda vuelta”. Si no la hay, vos tenés casi 40 días que van a aparecer con un concepto clave, que es “sincerar la economía”. Ahora, lo tienen que hacer con Massa adentro, que pasaría a ser Jesús Rodríguez, que no se recuperó nunca más. Por lo tanto ¿Cuál es el incentivo de Massa? Incentivos particulares, puede ser, pero ¿Hasta dónde llegan? ¿Y qué es lo que le pasa a Alberto si se queda sin ministro de Economía? Por eso es muy interesante: emergió el proyecto de la socialdemocracia. Alberto dijo soy el primer presidente socialdemócrata del peronismo, pero tiene que haber continuidad. Y hay continuidad, en un espacio parecido. De última, todos estos se conocen. ¿La realidad le va a permitir la instalación de la socialdemocracia en la región? La política podrá ser que sí, pero hay que ver la realidad. Y ahí empieza el peronismo.
APU: ¿Por los gobernadores?
G.M.: Yo soy uno de los candidatos, pero está Urtubey, está Saá, el mismo Schiaretti, otros que pueden empezar. Y a su vez ¿Qué va a hacer Cristina? ¿Va a acompañar este proyecto o va a decir “bueno, basta, perdida por perdida acompaño al peronismo?" ¿Qué pasa si, sin ningún tipo de condicionamiento, dice de acompañarlo? Por ahí, estamos en el balotaje. Y ahí ya empieza otra elección, porque es otro partido.