Manteros: ¿y dónde está Mauricio?

Manteros: ¿y dónde está Mauricio?

30 Enero 2012

Primeramente comenzó su operativo con inspectores municipales, sin resultado positivo, tras lo cual mandó al ataque a su muy querida “Metropolitanga”, para que se instale en la polémica calle las 24 horas del día, con el objetivo de impedir a raja tabla su principal cometido, esto es, cercenar puestos de trabajo y con ello “ordenar” a su querida CABA.

Desde el gobierno porteño, esta medida como puede observarse fue mal encarada, como la gran mayoría de sus acciones. Intentan desalojar a los manteros pero sin asegurarles un lugar donde puedan seguir trabajando y sus ingresos no varíen demasiado.

Los manteros agrupados en la Asociación de Vendedores Libres tienen pensado resistir el desalojo, defender sus puestos de trabajo pacíficamente y proponer alguna alternativa para destrabar este conflicto. Sin embargo el Ministro de espacio público porteño, Diego Santilli aclaró que si quieren continuar con su actividad, pueden hacerlo “gestionando el permiso” que estipula la normativa porteña.

Una cosa está clara: el fundamento que subyace en esta medida tiene correlato con la forma en la que el macrismo ejerce el gobierno de la ciudad. Esta forma obedece ciertos lineamientos en los cuales la gestión de lo público adopta ribetes cosméticos. Esto es, se gobierna “lo que se ve”, lo que ven ciertos ojos. Lo que no ven esos ojos, no se gobierna. ¿Hasta qué punto “el desalojo” se sustenta en el cuidado del espacio público? ¿No será que el motivo real del desalojo lo constituye la contaminación visual, que para “esos ojos” generan los manteros?
       
Mientras todo este conflicto se desarrolla, uno se pregunta ¿Dónde está Mauricio? Lo último que se supo de él públicamente es que jugó un picadito de fútbol en Mardel, acompañado por Scioli (…).

Esta medida política excluyente, llevada adelante por una gestión noventosa, va acompañada de las más de 80 leyes que vetó el gobierno porteño, como la Derogación del Programa de Empleo para Jóvenes en vulnerabilidad social, la ley de Emergencia Habitacional, el cierre de fábricas recuperadas y la ley que regula la actividad de los cuida coches, entre otras.  

Por consiguiente, estas decisiones impulsadas por Macri son clara muestra de la manera en que pretende gobernar la  ciudad durante los próximos cuatro años. La inclusión social, mientras tanto, no figura entre las prioridades de la gestión llevada adelante por del Jefe de Gobierno Porteño, quien por el contrario gobierna según su propia realidad política, social y cultural.