Juan Domingo Perón y el periodismo

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Juan Domingo Perón y el periodismo

07 Junio 2021

Por Héctor Amichetti

Perón decía: "Si una condición no puede ser renunciada por el periodista, es la de ser un hombre libre".  Lanata, Majul, Joaquín Morales Solá, Nelson Castro, desprecian a Perón, por eso aceptan ser esclavos del dinero.

En ocasión de ser invitado al Primer Congreso Nacional de Periodistas (8 de septiembre de 1951), quien por entonces era Presidente de la Nación Argentina expresó:

"La prensa, como los hombres, como las instituciones, como los gobiernos y aun como los pueblos, orienta su conducta según sus ideales o según sus intereses".

"Sostengo firmemente, con la plenitud absoluta de mi convicción, que los ideales deben estar por encima de los intereses, y esta norma ética no puede ser violada ni por los hombres, ni por la prensa, ni por los gobiernos, ni por los pueblos..."

"Esta es para mí una norma básica de ética social y debe inspirar y regir todas las actividades del periodismo cuando el periodismo quiere serlo de verdad y quiere servir honradamente al interés social".

El diario Clarín tuvo ideología, fue abiertamente desarrollista en un tiempo, socialdemócrata después. Los negocios declarados y encubiertos lo llevaron a ser un Grupo Económico y hoy sus intereses están por sobre sus ideales. De la misma manera actúan otros grandes medios periodísticos gráficos, radiales y televisivos en nuestro país que han resuelto subordinar la ética a los intereses económicos.

¿En manos de quien debe estar el periodismo?

El 24 de junio de 1953, Juan Perón fue invitado por el Sindicato Argentino de Prensa a la inauguración de los cursos de su Escuela de Periodismo y allí dijo:

"Entre todas las funciones para las cuales deben ser preparados los periodistas argentinos, está la de la propia defensa de la profesión. Yo les he de decir porqué. en mi concepto, tanto las empresas periodísticas estatales como las comerciales o las particulares están servidas por periodistas, pero manejadas por otros intereses y por otros hombres de intereses. Cuando nosotros, los hombres de la calle, nos quejamos contra las malas causas que el periodismo defiende, contra las mentiras que propala, contra las infamias que comete, empezamos a hablar mal de los periodistas..."

"Yo estoy persuadido de que si los periodistas hubieran de manejar el periodismo, y no los directores de las empresas que lo financian o los gobiernos que lo manejan, el periodismo en el mundo andaría mucho mejor y la verdad sería una verdad bien distinta de la que nos conjugan hoy en todos los lugares de la tierra..."

"Ya se que muchos compañeros que están aquí pensarán que yo estoy hablando con un cierto grado de ingenuidad y de idealismo exagerado, porque esto no se ha realizado todavía en ninguna parte del mundo. Pero nosotros estamos realizando precisamente muchas cosas que todavía no se han realizado en ninguna parte del mundo y pensamos que quizá sea posible realizar este milagro más en nuestra tierra: que los diarios, cualquiera sea la procedencia de los bienes materiales que los sustenten, estén dirigidos en su acción periodística solamente por los periodistas, y que ningún periodista esté obligado a escribir nada que repugne a su propio espíritu de hombre honrado y a la profesión".

Saludo a los buenos periodistas

Hay periodistas honestos, lúcidos y valientes, algunos son mis amigos. merecen mi admiración y respeto, ellos son los que honran la profesión dando continuidad a una conducta histórica que podría sintetizarse en la figura de Rodolfo Walsh.

Hay otros periodistas que son mercenarios alquilados por 4 monedas, personajes arrastrados e inescrupulosos, que a diario destilan veneno desde las páginas de los diarios, la radio y la televisión sirviendo a los intereses del privilegio.

"Las mentiras que se propalan no son obra de los periodistas sino de los dividendos de las empresas”, señalaba Perón a aquellos estudiantes de periodismo, para afirmar que "el periodismo debe estar en manos de los periodistas".

Hoy penosamente comprobamos que los dividendos de las empresas sirven para comprar a malos periodistas para instalarlos ante el público con sus verdades reveladas.