Binner: El Elegido (del Grupo Clarín), por Horacio Çaró

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Binner: El Elegido (del Grupo Clarín), por Horacio Çaró

21 Agosto 2011

El robo de boletas que no se animó a denunciar Eduardo Duhalde, y la táctica de evitar que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tenga quórum propio desde diciembre completan la maniobra, una más, que ensayan quienes no aprendieron nada del episodio comicial del domingo 14 de agosto de 2011. Si el socialista sale segundo será el jefe de la oposición por cuatro años –una pésima noticia para el peronismo santafesino–, salvo que vuelva a perder en Santa Fe, incluso en la lista de diputados nacionales.

A casi una semana de la mayor cosecha de votos por parte de un postulante en elecciones nacionales desde 1983, ya se observan operaciones políticas y de prensa simultáneas que apuntan a descontar como sea los abismos que Cristina Fernández de Kirchner dejó a izquierda y derecha del arco político.

Los planes de la corporación mediático-opositora esta vez no son del todo coincidentes, dada la furia que se apoderó de las principales empresas periodísticas contra los candidatos perdedores que ellas mismas fogonearon. La excepción es, vaya paradoja, Binner, quien perdió en su propia provincia y quedó bastante más atrás que los vapuleados Ricardo Alfonsín y Duhalde, pero que a criterio de Magnetto, Jorge Fontevecchia y el enésimo Bartolomé Mitre que dirige La Nación, constituye lo más presentable que les quedó en el freezer para poner en la parrilla el 23 de octubre próximo.

Los centímetros, bloques de programas televisivos y elogios que el mandatario socialista concita de parte de sus padrinos mediáticos son la comprobación más cabal de que Binner es, como el personaje de una telenovela actual, El Elegido.

Alambrarás tu tierra

Si Binner llegara a salir segundo en octubre, si capitalizara su presencia en Diputados a partir de una cuota respetable de legisladores propios, y si le ganara a Cristina en Santa Fe, nadie duda de que terminará siendo el jefe de la oposición durante el próximo período presidencial.

Binner representaría el rol que tan bien le sienta, y sería el interlocutor que reclamaría a Cristina niveles de diálogo, consenso y acuerdos que, una vez cumplidos, sólo servirían de telón de fondo de críticas y reclamos cada vez mayores, no importa el grado de veracidad o legitimidad de los mismos. También pondría en juego las relaciones políticas globales que la Internacional Socialista le provee, sacaría chapa de amigo del presidente uruguayo José Pepe Mujica cada vez que sea necesario abordar cuestiones bilaterales con el Paisito, en fin, actuaría en el rol del Binner que muchos rosarinos y santafesinos ya conocen.

El gobernador socialista pediría, a cambio de no exacerbar esas críticas, que no se le metan en la provincia, lo que será un escollo para la recuperación del peronismo local, que necesita superar la derrota de julio y, a la vez, dar una nueva vuelta de tuerca al trámite que conlleve a las jubilaciones de privilegio de Carlos Reutemann y Jorge Obeid, las mejores excusas que tiene Binner para seguir mostrándose progresista.

No todos opinan en el peronismo santafesino, pero los dirigentes del Movimiento Evita de la provincia de Santa Fe José Luis Berra, responsable de la Zona sur, y Eduardo Toniolli, diputado electo, señalaron a Redacción Rosario su interpretación del “fenómeno” Binner.

“Los medios hegemónicos tratan de inflar a Binner, hablan de buena elección. Si analizamos, perdió en su provincia, sacó apenas un 10 por ciento y es mentira la imagen del desconocido, ya que hace cuatro años que gobierna Santa Fe –tercer distrito electoral– y durante ocho años fue intendente de la segunda ciudad del país. Al menos donde lo conocen, y bien…perdió”, razonó Berra.

Toniolli también usó la ironía: “Binner logró una ovación en la Bolsa de Comercio de Rosario después de criticar al Gobierno Nacional. Que alguien le avise que el «Teorema de Baglini» se aplica en la cercanía del acceso al poder, no en la disputa por el cuarto puesto en una elección presidencial ya definida”. Cabe recordar que el citado “teorema” fue en realidad el sincericidio en 1986 del diputado nacional mendocino Raúl Baglini, de la UCR: “Cuanto más lejos se está del poder, más irresponsables son los enunciados políticos; cuanto más cerca, más sensatos y razonables se vuelven”. Así les fue a Baglini y a su líder, Alfonsín.

¿Por qué Binner?

“Durante todos estos años se aplicó un modelo que, si en algún momento pudo servir para salir de la emergencia, se agotó totalmente. Un modelo que se nos impone de forma integral e intocable, como todos los modelos que han llevado al fracaso a las naciones. Es un esquema cerrado, en la economía, en la sociedad, en la política, en el manejo del poder, en las relacionas con las provincias y con las comunidades”. Estas palabras conmueven hasta la piel de gallina al antikirchnerismo. Es Binner en su Carta a los argentinos.

“Duhalde ya no tiene un lugar de la piel que no esté quemado”, interpretó un antiguo colaborador del Cabezón en la provincia de Santa Fe, hoy más proclive a promover a artistas que se ven tentados a pisar la arena política. Dirigentes radicales tienen similares ponderaciones respecto del hijo más parecido a sí mismo que dejó Raúl Alfonsín a su muerte. Ante la consulta de este medio, un radical rosarino que no lo quiere mucho al aún candidato presidencial opinó: “Ahora todos saben por qué siempre fue «Ricardito», lo descubrieron”.

La decisión de bancar a Binner fue acompañada, según voceros porteños de la propia UCR, de una “sugerencia” de Magnetto a Alfonsín para que se baje de la candidatura, lo que motivó la escandalosa conferencia de prensa de Ernesto Sanz y Gerardo Morales para desmentir la presunta defección de Ricardito –a quien escondieron en el ropero– y para decir que en una parte sí coinciden con Clarín: Cristina sería mucho más democrática si obtiene menos diputados que los necesarios para sesionar sin ayuda de la oposición.

Ese concepto en verdad esconde una táctica: si la Presidenta ya ganó, hay que transformar las elecciones presidenciales en legislativas, y convencer al electorado de que es necesario evitar que Cristina sufra la tentación del autoritarismo y de la suma del poder público.

El candidato a vicepresidente de Ricardito, Javier González Fraga, fue uno de los primeros en reconocerlo casi sin eufemismos: “Es casi imposible” ganarle a Cristina en octubre, por lo tanto “hay que poner la energía en colocar gente valiosa en el Parlamento”.

Por las dudas, y siempre desde su Carta a los argentinos, Binner aporta un discurso claro y contundente: “Nacionalizar el gobierno es terminar con el país en blanco y negro, de argentinos contra argentinas, del campo contra la ciudad, de choques constantes, y construir juntos el país en celeste y blanco”. Imaginen a Magnetto y Biolcati al escuchar a Binner antes de ver una de Bela Lugosi en el living de Mario Llambías.

Fuerza (de tareas) Bruta

En medio de tantos aprontes en la desorganizada tropa opositora, uno de los más abofeteados lugartenientes de Duhalde, Gerónimo “Momo” Venegas, salió a decir lo que su jefe no se animó a denunciar ante la Justicia por temor a que lo encerraran en un manicomio: que el Huracán Cristina en verdad fue un fraude.

Venegas, titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), apuntó contra el Ministerio del Interior: “Hay telegramas (en los) que la presidenta tiene 160 votos y Duhalde ninguno, eso es imposible”, sostuvo a una emisora radial rosarina este mismo sábado. El Momo no se animó a decir que Cristina no ganó, y reconoció que no aspira a “voltear la elección sino que la gente que vio este triunfo exitista del gobierno no se lo crea”.

Antes que Venegas, sólo dos personas se habían animado a mencionar la palabra fraude durante y después de la paliza del domingo. Una, Patricia Bullrich, rápidamente dejó de hablar con los medios a medida que su candidata presidencial se acercaba a los porcentajes que le permitieron a Jorge Altamira seguir jugando en Primera. En segundo término, y en un desopilante artículo, el agente de inteligencia Guillermo Cherashny, que se hace pasar por periodista,aseguraba que “Duhalde y (Mario) Das Neves denunciarían ante la Justicia fraude por robo sistemático de boletas en el conurbano bonaerense”. Se ve que sólo les quedó Venegas.

Tal vez la síntesis la encontró un veterano periodista rosarino, que en diálogo con este medio brindó su mirada: “Clarín y sus socios ya decidieron que su favorito es Binner, porque perdió en su propia provincia pero les resulta más presentable que el resto y, además, con él comparten negocios. Siguen probando, yo los bauticé «calesita loca». Como en el mito de Sísifo escalan, escalan, llegan arriba, se caen y vuelven a empezar. Y después llegan los votos K y tienen que internarse una semana en un spa”. (Agencia Paco Urondo, en Redacción Rosario)